70% de ingleses legalizarían la marihuana

La Londres que recibe a Santos. El mandatario inicia este lunes visita oficial al Reino Unido, en medio de un torbellino de reacciones frente al tema de la legalización.

 Hasta hace dos semanas, en el número 30 de Commercial Road, una de las calles más transitadas del Este de Londres, operaba un coffee shop, un bar forrado en afiches de Bob Marley, donde la gente fumaba marihuana y tomaba café.

No era muy visible, pero con timbrar se estaba adentro y en la libertad de comprar marihuana como si estuviera en Amsterdam. Una semana antes de cerrar, mandaron un mensaje de texto a todos los clientes frecuentes, donde informaban de la nueva locación del bar.

“Nos toca trasladarnos todo el tiempo, o si no la policía nos saca”, dice el marroquí que atiende el lugar, con un precario inglés. Este no es el único establecimiento en Londres que vende marihuana como si ésta fuera legal. De hecho, conseguir droga en la capital inglesa es relativamente fácil, sobre todo en los barrios del Este. Allí está la vida nocturna y transita la mayoría de la población inmigrante, y es normal que en las calles ofrezcan marihuana, cocaína, éxtasis y demás derivados de las anteriores. Así como estos bares clandestinos existen fiestas que, a la medianoche, convocan a la gente a través de un mensaje de texto para informar el sitio secreto de la reunión. Con ese sofisticado sistema de congregación, para la policía es difícil impedir eventos de este tipo.

El porte de sustancias psicoactivas en Inglaterra se castiga con al menos tres meses de detención, aunque la policía, en la mayoría de los casos, se abstiene de penalizar a los portadores, dado que consumir es una práctica habitual. La venta legal de marihuana existe, si es con receta médica. Pero, en general, el sistema es bastante severo: desde el Acta de Abuso de Drogas de 1971, la ley inglesa, que por tradición había sido muy liberal, se convirtió en una de los más rigurosas de toda Europa.

Hugh O’Shaughnessy, periodista irlandés que se ha hecho famoso por criticar con vehemencia esta Acta, señala que la guerra contra las drogas en Inglaterra está fuertemente influenciada por Estados Unidos, que “por alguna razón absurda cree que la mejor forma para luchar contra el consumo es por medio de leyes prohibicionistas. Las industrias del tabaco y el alcohol también han hecho mucho lobby para que la droga siga siendo penalizada en el Reino Unido. Ejemplos como Holanda y Portugal han demostrado que la legalización trae grandes beneficios”.

Se dice en el lenguaje popular que, en vez del nombre, la primera pregunta que se hace en un bar inglés es: “¿What are you on?”, que traduce: “¿Qué droga consumió?”. “El problema de las drogas en Inglaterra tiene raíces culturales”, explica Petra Maxwell, de DrugScope. Según un informe que publicó este añola Ukdpc,la Comisión Antidrogasdela Policía, una de cada tres personas en el Reino Unido ha consumido drogas alguna vez en su vida y una de cada diez, en el último año. La conclusión de ese estudio fue que el consumo no ha sido bien manejado por los legisladores y que las políticas para prevenirlo deben cambiar.

La palabra ‘legalización’ se usa cada vez más en el debate político y es por eso que la visita del presidente Juan Manuel Santos ha generado mucha expectativa: si bien el mandatario no ha dicho de manera explícita que quiere legalizar la droga ni que lo haría de manera unilateral, la entrevista que le dio al dominical The Observer dejó la sensación de que está dispuesto a debatir el tema. No por casualidadla Comisiónencargada de la ley antidrogas del Parlamento invitó al ministro Germán Vargas Lleras a discutirlo. La idea no era llegar a conclusiones, reseñó el embajador colombiano en Londres, Mauricio Rodríguez, sino “compartir ideas” sobre nuevas formas de combatir el problema.

A pesar de que el Gobierno quiere buscar nuevas formas para luchar contra las drogas, varios columnistas han criticado su discurso. Daniel Pacheco, que toca el tema con mucha constancia en sus columnas de El Espectador, asegura que “conla Leyde Seguridad Ciudadana el gobierno Santos demostró que, así como el gobierno de Uribe estaba en contra de la dosis mínima, Santos es una cosa para afuera y otra para adentro”.

Ahora, ¿por qué el tema de la legalización tiene tanto eco en el Reino Unido? Tal vez sea porque, primero, se trata de una potencia mundial en consumo de drogas: la semana pasada,la Agenciade Drogas dela Unión Europeapublicó un estudio donde demostraba que aquí se consume más cocaína que en cualquier otro país del continente. El eco también tiene que ver con que los ingleses llevan décadas debatiéndolo: en el 97, por ejemplo, el diario The Independent se hizo famoso con una portada que decía “Legalicen TODAS las drogas”.

Desde entonces el periódico, de corte liberal, ha estado argumentando que esa es la única manera de atacar el problema. Esa idea es cada vez más aceptada por la gente: según una encuesta que realizó el Partido Liberal Demócrata el año pasado, el 70% de los ingleses legalizaría la marihuana y el 50% el resto de drogas. Por otro lado, los parlamentarios se preocupan por el tema porque el consumo no para de crecer. En las últimas estadísticas que publicó el NHS (Servicio Nacional de Salud), 1.738 personas murieron por abuso de drogas en Inglaterra en 2008. Comparado con 2006, el consumo aumentó en un 19%.

El debate sobre la legalización ha generado innumerables columnas y editoriales, producto de la reunión dela Comisión Antidrogas del Parlamento, a la que estaban invitados, además de Vargas Lleras, Ruth Dreifuss, expresidente de Suiza; Paul Volker, exjefe dela Reserva Federalde Estados Unidos, y Nigel Lawson, exministro de economía inglés. “¿Por qué todos los invitados eran ex?”, se preguntó Mark Easton, dela BBC.“Porque las altas paredes de la ortodoxia política no les permitieron decir nada durante sus administraciones”, concluyó.

El Daily Mail, un diario de corte conservador, dijo que la legalización “es tan necesaria como un hueco en la cabeza”. El portal satírico NewsThump señaló que “sólo los parlamentarios y los narcotraficantes están en contra de la legalización, dice todo el mundo”. Y el Evening Standard, que se reparte gratis en cantidades industriales, advirtió que “nuestra problemática ley antidrogas pone en peligro a la juventud”.

A esa atmósfera llegó Juan Manuel Santos ayer. Su visita oficial al Reino Unido empieza mañana. Hablará con el primer ministro, con el viceprimer ministro, con el líder de la oposición y con el príncipe Carlos. Y aunque en la agenda primen los asuntos económicos, no cabe duda que la legalización de las drogas va estar en la primera fila de los temas a tratar. Al fin y al cabo, Santos ya se jugó sus cartas.

Vargas Lleras ante la Cámara de los Lores

En su intervención antela Cámarade los Lores en Londres, el ministro Germán Vargas Lleras fue enfático en decir que cualquier reforma global y sustancial en la lucha antidrogas “debe ser resultado de un proceso de reflexión serio y objetivo, y provenir de un acuerdo de las naciones que consulte las particularidades con que se expresa el problema en cada una”.

En su concepto, si hay algo que en el análisis se debe tener en cuenta es que Colombia ha sido el país donde se hizo realidad la “guerra contra las drogas”. Y, en este sentido, habló de la corresponsabilidad: “Todas las naciones, productoras, de tránsito o consumidoras, tienen el derecho de ensayar nuevas soluciones según las características de la problemática en su territorio, pero también el deber de levantar la mirada más allá de sus fronteras y entender que las drogas ponen en riesgo no sólo la salud física y mental de las personas, sino también la seguridad de muchas naciones en el mundo, así como la vida misma y la libertad de millones de habitantes del planeta, entre los que debemos contarnos los colombianos”.

Fuente ElEspectador