Washington, EEUU.- pesar de que la marihuana sea legal en el estado de Washington, el negocio es bastante arriesgado como siempre.
Sin exhaustiva seguridad, un dispensario de cannabis es un blanco gigante para los ladrones de cannabis. Una libra de marihuana en EEUU puede costar unos $ 2,000 al por mayor.
Un ladrón que robe solo los tarros de las vitrinas podría hacerse con un botín de más de $ 20,000.
Un dispensario típico tiene más de una docena de cámaras, detectores de movimiento, sensores infrarrojos y luces de inundación. Algunos incluso tienen en los techos cables trampa para evitar que desde la azotea entren los ladrones serrando el techo. En la mayoría de los dispensarios, nadie entra sin pasar por tres puertas mostrando la identificación y presentando la receta del doctor.
Pero la seguridad es difícil de mantenerla, de hecho lgunos propietarios de tiendas que usan ADT, proveedor de seguridad más grande del país, dicen que la empresa les ha evitado en los últimos meses. ADT dijo a CNNMoney que no va a “vender sus servicios de seguridad a empresas dedicadas a la industria de la marihuana, ya que sigue siendo ilegal bajo la ley federal.”
Kevin Griffin, fundador de West Coast Wellness , dijo que ADT le dejó sin servicio sin avisar a mediados de abril, todavía tiene un botón de alarma de pánico silenciosa debajo de la recepción, pero no llama a nadie.
Griffin dijo de ADT: “Ya sabían lo que éramos, fuimos completamente transparentes y no es justo que nos atscaran sin darnos tiempo ha prepararnos.”
Nueva empresa experta en seguridad marihuana del estado de Washington
La seguridad necesita crear oportunidades para nuevas empresas como Canna Security , una empresa de Colorado que actualmente esta en expansión en Washington. Su fundador, Daniel Williams, recuerda que las cámaras de vídeo captan imágenes de las tiendas de marihuana y los productores están en contra.
Hubieron adolescentes que embistieron un Audi en un almacén, estrellandalo a través de su puerta y cuando salieron al descubrieron que las plantas de marihuana que tenían intención de robar en realidad habían sido trasladadas a otro lugar el día anterior.
En otro aparece el ladrón de guante blanco que hace un agujero en el techo de un segundo almacén de marihuana y deslizándose en rappel desde la azotea. después de llenar una bolsa llena de sustracciones, se dio cuenta de que las puertas estaban cerradas con llave desde el exterior y no podía volver a subir para escapar.
También en otra ocasión llegaron unos ninjas que robaron un dispensario a plena luz del día y luego salieron a toda velocidad en motos.
Williams insiste en que las pérdidas de estas empresas no son ninguna broma y l a demanda de sus servicios va en aumento. Empleados de Williams están trabajando turnos de 12 horas cada día, en la instalación de cámaras y sistemas de alarmas en ambos estados.
Su mayor preocupación es su incapacidad para financiar el rápido crecimiento de su empresa. Williams descubrió que cuando su banco, que aceptaba de muy buen grado sus depósitos en efectivo, le negó recientemente una línea de crédito.
“Me preocupa que vamos a tener demasiado trabajo y no vamos a ser capaces de poderlo manejar”, dijo. “Es frustrante cuando llega muchas operaciones para realizar y la financiación no está ahí para poder adaptarse.”
Mientras tanto, los dispensarios como West Coast Wellness tienen pocas opciones, para Griffin, este mayor nivel de riesgo no es nada nuevo.
Es una industria al margen de la legalidad y la incertidumbre es lo normal, recuerda que están los ladrones y las autoridades federales ansiosas por cerrar.
“Son peores que los criminales”, dijo Griffin. “Ellos tienen el derecho de caminar por la puerta principal y hacer lo que quieran.”
Más información CNNMoney
