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Avanza la legalización del consumo de marihuana en el mundo

26 October, 2009, 17:05 PM
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puff globo Estados Unidos legaliza el uso terapéutico de cannabis; no puede imponer internamente la política prohibicionista que exporta al mundo

Bolpress

El Departamento de Justicia de Estados Unidos autorizó el uso medicinal de marihuana y anunció que flexibilizará las sanciones contra consumidores y proveedores, siguiendo los pasos de México y Argentina que despenalizaron el uso personal cannabis, sustancia ilegal consumida por alrededor de 170 millones de personas en todo el mundo, según el último Informe Mundial sobre las Drogas.

El cannabis fue clasificado como una sustancia peligrosa por la Convención Internacional del Opio en Ginebra en 1925 y fue incluido en la lista de drogas ilícitas de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961. Las políticas de criminalización del consumo de marihuana se endurecieron en la década de los 60, en un contexto de agitación cultural de movimientos de jóvenes en Europa.

En la década de 1970, varias investigaciones públicas concluyeron que muchos de los daños vinculados al cannabis eran exagerados y que la penalización era contraproducente. Por ello recomendaron la reducción o eliminación de las sanciones penales por consumo.

En 1971, la Comisión Hulsman aconsejó a la administración de los Países Bajos descriminalizar el uso y la tenencia de pequeñas cantidades de cannabis. La revisión de la Ley del Opio de 1976 introdujo la descriminalización, el consumo dejó de ser un delito y la tenencia de hasta 30 gramos se convirtió en un delito menor.

Sin embargo, en la década del 70 se intensificaron las políticas punitivas de “tolerancia cero” en el mundo hasta que el “cultivo de adormidera, el arbusto de coca o la planta de cannabis con objeto de producir estupefacientes” fue penalizado por la Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988.

La Convención de 1988 obligó a los países signatarios a “adoptar las medidas que sean necesarias para tipificar como delitos penales en su derecho interno” toda la actividad relativa a la producción, venta, transporte, distribución de sustancias enumeradas en las listas de las convenciones de 1961 y 1971.

La consecuencia de la represión fue el aumento de la población carcelaria en el mundo. La crisis penal y la mínima repercusión positiva de la guerra contra la marihuana propiciaron luego varias reformas de despenalización y descriminalización, que implican una distensión de la sanción penal por el consumo personal y por el tráfico en pequeña escala.

Descriminalización en marcha

La tenencia de marihuana en pequeñas cantidades para consumo personal se ha descriminalizado en algunos países y en otros las penas se redujeron considerablemente.

El informe Cannabis Policy: Moving Beyond Stalemate de 2008, de la Global Cannabis Commission de la Beckley Foundation, identifica tres tipos de regímenes alternativos. El primero -prohibición con advertencia o programa de rehabilitación (despenalización)- se aplica con variantes en Francia, Australia, Canadá, Gran Bretaña, Brasil y algunas ciudades y estados de Estados Unidos.

El segundo -prohibición con penas civiles (descriminalización)- está vigente en Bélgica, Italia, la República Checa, Portugal, Dinamarca y Australia. El tercero -prohibición parcial (incluida la legalización de facto)- se evidencia en los Países Bajos, Alemania, Austria, España, varios estados de Estados Unidos, Colombia, Suiza y la India.

El uso de marihuana bajo control médico se considera una cuarta categoría especial presente sobre todo en América del Norte y algunos países de Europa.

El cannabis fue prohibido porque supuestamente no tenía ningún uso médico, aunque investigaciones recientes indican que su uso tiene beneficios en ciertos casos, como la reducción de náuseas causadas por la quimioterapia, la inducción del apetito en pacientes con sida y la reducción de la presión intraocular originada por el glaucoma.

En 2006, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) admitió que “reconocidos profesionales abogan por el uso médico de los componentes activos o de la planta misma”.

Según el informe de la Global Cannabis Commission, “no hubo un aumento importante de consumo de cannabis” en países donde se mantiene la ilegalidad, y concluyó que la ilegalidad del cannabis tendrá un “impacto relativamente modesto sobre los índices de consumo”.

En la actualidad, Holanda admite el cultivo de hasta cinco plantas por persona para consumo personal y permite el expendio de cannabis en cafés autorizados, pero la tenencia de la hierba está tipificada como delito. A pesar de la venta libre, sus niveles de consumo son similares a los de Alemania y Bélgica, y mucho más bajos que en Reino Unido, Francia y España.

El consumo en América

En 1994, la Corte Constitucional de Colombia despenalizó el porte y consumo de una dosis mínima de marihuana. Luego Brasil flexibilizó las penas por la tenencia de la hierba, siempre que el acusado reconozca su dependencia química y se someta a un tratamiento de desintoxicación.

Este año, Corte Suprema de Justicia de Argentina despenalizó la tenencia de marihuana para consumo personal, aunque aclaró que la medida no significa la legalización del “consumo indiscriminado”. Por otro lado, el Congreso de México aprobó una ley que permite portar cinco gramos de marihuana para consumo personal.

En Estados Unidos se da una curiosa dicotomía. El nivel federal es prohibicionista, pero 13 estados descriminalizaron el consumo o la tenencia de cannabis, mientras que 14 estados han reconocido el uso médico de la sustancia. En total, 20 estados aplican políticas diferentes de las federales.

El gobierno de George W. Bush rechazó el uso medicinal de marihuana en los 14 estados que legalizaban esta práctica: Alaska, California, Colorado, Hawai, Maine, Maryland, Michigan, Montana, Nevada, Nuevo México, Oregón, Rodhe Island, Vermont y Washington.

Sin embargo, las estrategias de control cambian permanentemente hacia esquemas más laxos y hoy más de 200 mil californianos cuentan con recetas médicas que les permiten adquirir cannabis legalmente. El secretario de Justicia de Estados Unidos Eric Holder confirmó que se podrá consumir cannabis con fines terapéuticos y en estricto cumplimiento de las leyes, pero recalcó que se combatirá a quienes se esconden detrás de este tipo de disposiciones para tapar actividades ilegales.

Esto demuestra que Estados Unidos no logra imponer internamente la política prohibicionista que exporta al resto del mundo.

Fuentes: La reforma de las políticas de drogas: Experiencias alternativas en Europa y Estados Unidos, Tom Blickman y Martin Jelsma, TNI. / Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia. / www.unodc.org y Prensa Latina.

Fuente Bolivia Action Solidarity Network

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