La legalización del cannabis en el noroeste búlgaro daría un impulso económico y restablecerá las tradiciones erradicadas de la región búlgara.
¡Legalizando el cannabis en Vidin, Montana y Vratsa! Sólo allí y en ningún otro lugar en Bulgaria, daría un poderoso impulso a esta parte tan pobre de la madre Bulgaria y de la Unión Europea.
La legalización del cultivo, la posesión y el uso de cannabis exclusiva y exclusivamente en el noroeste de Bulgaria tendrá una serie de aspectos positivos. En primer lugar, resolverá el problema de la falta de cultivos y de desempleo. Atraería a turistas búlgaros y del extranjero. Lo que, por otro lado, estimulará a las pequeñas y medianas empresas en el ámbito de los servicios: bares y cafeterías, restaurantes, habitaciones de huéspedes, hoteles … Y en toda la región. Las habitaciones con vistas al Danubio y pudiéndose quedar atrapado en los Balcanes de Vrachanski, en el lago Rabishka y en las rocas Belogradchik … ¡El Paraíso en la Tierra!
Solo dos tirones podrían devolver la sonrisa en la cara de esta triste zona económica y acabar con su pobre final, además de en el conjunto de Bulgaria. Entre otras cosas, esto sería una restauración de la justicia histórica y un retorno a las fuertes tradiciones erradicadas de la región.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, el cannabis era algo bastante natural en el Noroeste búlgaro. Lo llamaron cáñamo. También las cuerdas de este material y las fibras extraídas de las plantas masculinas se han lixiviado y destetado de lo que antes eran una industria. Lo que quedaba de sus tallos eran secados y usados para calentarse en el invierno y también fueron regañados.
Las flores de las plantas femeninas se secaban en un largo cordel largo y se ataban como pimientos. Las usaban para … fumar. Y en el área deMezdra, incluso se masticaban las semillas. Había fábricas de cáñamo por toda el área. En Vidin estaba la fabrica más importante, con un centenar de trabajadores. El cáñamo miraba las casas. Desde Valchedram, Lomsko, hasta Izvor Mahala, Kulsko, la gente se sentaba en medio de los porches para ver los campos. El cannabis también se usaba para la piel y los dolores de cabeza.
Los cultivos eran numerosos
En la época del Rey, hasta Valko Chervenkov, el Noroeste se distinguía por una rica y próspera cultura del cannabis. La planta en sí era una de las más populares y respetadas por la gente de esta región. A mediados de la década de 1950 había más de 250,000 hectáreas de cáñamo en Bulgaria. Luego vino la nueva moda y el Comité Central del Partido Comunista ordenó a las granjas cooperativas en lugar del cultivo de cáñamo sembrar solamente lino. Así que con el tiempo el cultivo de cáñamo se olvido. Pero en la actualidad existe un replanteamiento en el mundo. El proceso de legalización se está acelerando mundialmente, desde Europa hasta los Estados Unidos. Los institutos científicos mundiales son categóricos sobre las cualidades medicinales de la planta, y la semilla de cáñamo se define como uno de los alimentos del futuro.
Hace tres años, el bulgaro Valery Naydenov escribió en la revista TREND “La hierba salvará el turismo“. Su idea era que Bulgaria tiene la oportunidad de dirigir el baile en Europa con el cannabis, que es el próximo gran negocio que probablemente sustituirá al tabaco. Y como en cualquier negocio, los primeros serán los que ganarán más. Entonces propuso imponer a tiempo nuestras propias marcas nacionales “Jebel Joynt” o “Rodopa Emergency”. Pero se podría empezar con “Mezdra uiyd” o “reserva Lomská” que seguramente será mucho mejor a partir de una variedad de la “reserva Willie Nelson” con la que los estadounidenses se preparan para conquistar el mercado. Y lo mejor: “Baba Vida trump”.
¡Es hora de ser un poco chovinistas en Bulgaria!
