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Cannabis Ruso ¿nunca se ha congelado?

14 September, 2017, 13:00 PM
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A lo largo de la historia de Rusia el cannabis ha desempeñado un papel muy importante, la variedad rudelaris es autóctona de este país

El nombre del pueblo Konopljovka (un pueblo cerca de las grandes ciudades rusas de Penza y Tula), se asoció con la hoja del cáñamo y con la clásica bobina de trigo soviética en la exposición central de Moscú de 1957. Dos cultivos fueron de vital importancia y jugaron un papel importante en el imperio soviético. En 1715 fue un gobernante ilustrado Peter Veliki el que emitió un decreto sobre la difusión de los cultivos de cáñamo y lino, algo similar se repitió en 1934 en la Unión Soviética, se emitió otro decreto que otorgaba beneficios especiales para los que cultivasen cannabis.

A finales del siglo XIX, Rusia producía el 40 por ciento del cáñamo en toda Europa, la enciclopedia soviética indicaba que en 1936 la Unión Soviética cosechaba cuatro quintas partes de toda la producción mundial. Evidencias de cannabis en suelo ruso datan de hace 2.000 años antes de Cristo en las cuenca de los ríos Dniéper y Don. Viejos periodicos rusos de la época hablan de la importancia del papel desempeñado por el cáñamo no sólo en la vida cotidiana, sino que también como un importante medicamento para aliviar el dolor. 

Esto duró hasta el fin de siglo en la transición del siglo XIX al XX, cuando el tiempo entonces decadente aumentó aún más el uso de la marihuana embriagadora. Después llegaron a una conclusión importante: dependiendo de donde se halla cultivado el cannabis Ruderalis (típico de las partes centrales de Rusia), el contenido de sustancias psicotrópicas cambiaba – en las zonas frías era menor su psicoactividad. A partir de aquí se hizo la distinción del llamado cáñamo industrial y que se fortaleció durante la era soviética.

Si Rusia estaba bien provista de anašo (término del argot para la marihuana) en el sudeste del imperio, después de la Revolución de Octubre (revolución bolchevique) la producción de cannabis se redujo drásticamente. Posteriormente se levantó sólo con el decreto soviético antes mencionado de los años treinta. Cuando en 1961 la Unión Soviética se unió a los países que habían firmado la declaración única sobre el uso de sustancias psicotrópicas, con el fin de frenar la fiebre “recreativa” de los años cincuenta, se comprometió a situar el cannabis como una droga peligrosa. Esto dio lugar a la persecución de todos aquellos que cultivaban grandes áreas de cannabis. Se castigaba con prisión de hasta dos años y todavía es el caso.

Cuando empezó a mediados de los años ochenta el movimiento de la perestroika de Gorbachov, lo que representó el proceso de transformación y de la democracia, se abandonó un sistema de vigilancia estricto y el comercio con el cannabis aumentó.  La marihuana para fumar, junto con el alcohol ofrecía la ilusión de escapar de la caótica realidad que estaba cambiando cada vez más la sociedad soviética. Cuando en 1991 la Unión Soviética se desintegró y Rusia declaró su independencia, fue bajo el gobierno del primer presidente ruso Boris Yeltsin cuando comenzó la transición y comenzó a crearse una nueva clase alta de los ricos – la llamada novoruskih, que originalmente era un término peyorativo para los que lograban sus objetivos . Se esperaba que el uso de drogas aumentase.

Un sistema enfermo de control totalitario más la falta de una regulación adecuada significaba producción incontrolada de sustancias psicotrópicas, y los datos de hoy hablan de un aumento de diez veces en comparación con el año 1990. En la década de los noventa se crearon webs en internet que defendían el efecto terapéutico del cannabis, todos los días hay noticias recientes sobre el cannabis y son precursores de su re-legalización … Incluso en Rusia.

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