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Cultivo de cannabis en fibra de coco

21 December, 2017, 9:08 AM
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La fibra de coco es uno de los mejores sustratos para el cultivo de cannabis. Se trata de un producto 100% natural extraído de las cáscaras de los cocos, 100% reciclable y que posee unas características únicas. Es un sustrato inerte, es decir que no contiene ningún tipo de nutriente que obliga a emplear abonos desde el primer momento. Tiene una estructura perfecta para el desarrollo de las raíces.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA FIBRA DE COCO

  • Tiene gran capacidad de retención de agua. Sus fibras se comportan como esponjas lo que ayuda a que las plantas aguanten más tiempo sin riego.
  • Posee un excelente equilibrio entre retención de agua y capacidad de aireación, lo que evita enfermedades de origen fúngico en las raíces por los excesos de humedad
  • Cuenta con un pH que oscila entre 5,5 y 6,5, un rango apropiado para la mayoría de las plantas, incluido el cannabis.
  • A diferencia de las turbas, absorbe muy rápidamente el agua cuando está muy deshidratado.
  • Tiene una elevada capacidad de intercambio catiónico. Tiene gran capacidad de retener y liberar los nutrientes cuando la planta los precise.
  • Evita pérdidas por lixiviación y ejerce un efecto amortiguador si hay errores de abonado.
  • Es un sustrato ecológico y sostenible. Su extracción y posterior eliminación tiene un impacto medioambiental nulo.

La fibra de coco como decimos se extrae de la cáscara del coco. Cada contiene unos 125 gramos de fibras, además de unos 250 gramos de polvo de coco. Una vez se cosechan, los cocos se sumergen en agua para facilitar la extracción de las fibras. Por un lado se separan las fibras más gruesas y largas que suelen ser extraídas para otros usos como cuerdas, rellenos de asientos y colchones, pinceles, construcción… mientras que el polvo pasa por varios procesos y por una descomposición. Es este polvo el más adecuado como medio de cultivo tras un proceso de lavado y secado antes de comprimirlo en bloques para facilitar así su transporte.

La fibra de coco es un medio de cultivo limpio, que no se pudre y no produce hongos. Actúa como un excelente aislante tanto térmico por lo que proporciona una perfecta protección para las raíces. Retiene una gran cantidad de agua (hasta 8 o 9 veces su peso en agua) y de aire (capacidad de aireación). Se podría considerar un medio semi-hidropónico, a mitad de camino entre un sustrato hidropónico donde toda la nutrición la debemos aportar en los riegos, pero con la facilidad del cultivo convencional en tierra.

PRIMEROS PASOS EN EL CULTIVO EN COCO

En primer lugar debemos contar con una buena fibra de coco, bien molida y sin fibras demasiado grandes. Hoy en día todos o prácticamente todos los fabricantes de sustratos para el cultivo de cannabis cuentan con fibra de coco de primera calidad, tanto en sacos, como slabs o tacos que simplemente poniendo a hidratar ofrecen un gran rendimiento de volumen. Y en segundo, es contar con nutrientes específicos para el cultivo en coco.

Los primeros días de vida de la plántula no es necesario abonar, las propias semillas contienen una cantidad de nutrientes para su arranque. Conviene regular siempre el pH del agua de riego, entre 5.8 y 6.0 es un buen rango para todo el cultivo. Como siempre, comenzar con pequeñas macetas e ir haciendo trasplantes sucesivos es la mejor opción.

RIEGOS Y ABONADOS

Los riegos son más sencillos que en tierra. No conviene dejar que el sustrato se deshidrate demasiado, las sales nutrientes pueden cristalizar y vendrán problemas. Comenzaremos con dosis más bajas de lo indicado por el fabricante, aumentándolas poco a poco hasta alcanzar las recomendadas, siempre con el pH entre 5.8 y 6.0.

Las plantas cultivadas en coco muestran los excesos y carencias muy rápidamente. Si estamos seguros que es una carencia simplemente subiremos un poco las dosis de abono. Si estamos seguros que es una sobrefertilización, haremos un lavado de raíces con un pH regulado, añadiendo finalmente una dosis baja de abono. También es interesante ir comprobando la EC del agua del drenaje de las macetas. Si observamos que supera el 2,5, nos planteatemos hacer un lavado de raíces para evitar males futuros.

10 días antes de cosechar, al igual que en tierra, haremos un último lavado de raíces, regando hasta la cosecha sólo con agua hasta la cosecha. En este punto es normal que las hojas amarilleen a un ritmo muy alto. Ésto no debe preocupar, solamente indica que la planta está consumiendo todos los nutrientes acumulados. Así se conseguen unos cogollos con un sabor más suave.

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