La ironía: El gobierno de Estados Unidos emitió una condena sobre las políticas de otros países por su incriminación a los consumidores de cannabis que lo utilizan con fines religiosos (religión rastafari), mientras que el mismo hace lo propio.
En las últimas semanas, el gobierno de Estados Unidos dejó clara su intención de no cambiar la definición de cannabis como una droga peligrosa y prohibida o de reducir el castigo contra el consumidor. Aunque ahora resulta, en marcado contraste con esta decisión, que el Departamento de Estados Unidos protege agresivamente la despenalización de aquellos consumidores, pero sólo en otros países.
El informe anual, sobre la Libertad Religiosa Internacional (IRFR) pide a su gobierno y otros países el poner fin a la persecución de los consumidores de cannabis que lo hacen por motivos religiosos y, por tanto, indirectamente, incluso la no penalización del uso religioso de la planta.
El informe, que revisa los parámetros religiosos y legales en 200 países de todo el mundo, entre otras cosas, examinó la actitud criminal adoptada hacia los habitantes de estos países de religión o movimiento rastafari , y que consumen cannabis como parte de sus rituales religiosos. Los rastafaris creen que el consumo de cannabis es sagrado y una forma de “acercarse a Dios”, además paraguas para la salud “y que conecta con el subconsciente.” fe mencionada en todo lo que rodea a esta planta.
En muchos países como Las Bahamas, Dominica , San Vicente y las Granadinas e incluso en la capital del movimiento Rastafari Jamaica , según dice el informe, tachar de “actitud criminal no es correcto” o su “aplicación excesiva” ya que pone en peligro la libertad de religión de los creyentes.
Irónicamente, el informe afirma que “la policía no se meta con los consumidores debido a sus creencias religiosas ni los marque como sospechosos por drogas.” Además de los testimonios presentados de ex prisioneros que dijeron que las “autoridades y funcionarios de la prisión cortaron sus rastas a los detenidos” y tampoco recibieron una dieta regular que coincidía con su vegetariana estilo de vida.
Los editores del informe fijaron su conclusión de que la política adoptada hacia los consumidores violaba su libertad religiosa y que requería una seria solución.
En vista de las conclusiones también hubo reuniones de representantes de la Embajada de Estados Unidos con funcionarios locales de algunos de estos países para criticar la incriminación a los consumidores de cannabis y exigiendo una solución religiosa y adecuada. Aún no se han publicado los resultados de estas reuniones.
Autoincriminarse
El examen propuesto en el informe, es un documento oficial firmado por un representante de alto nivel de la administración estadounidense, indicando indirectamente que la solución deseada es detener la actividad criminal en contra de estos residentes o simplemente no penalizar el uso religioso del cannabis.
Aunque en paralelo a la crítica y en su patio trasero, parece bastante hipócrita esta cuestión,
sólo en el abril pasado, fue detenido un ciudadano estadounidense que pertenecía al movimiento de la religión Rastafari y llamado Ed Forchion apodado NJ Weedman.
Widmann fue detenido después encontrarle en posesión de unas plantas de cannabis en el restaurante que posee “Templo de cannabis”, y que dijo que usaba para el culto religioso. Como activista por la legalización Widmann ha sido detenido muchas veces antes , e incluso pasó varios meses en la cárcel, aunque afirmó que era parte de su religión.
