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Florecen las nuevas genéticas de la industria del cannabis

20 July, 2011, 12:54 PM
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startrekFemeninas y autoflorecientes. Así son la mayoría de las semillas de marihuana que venden las tiendas de cultivo especializado -growshops- españolas, procedentes de empresas que trabajan al filo de la ley para lograr las variantes genéticas más adecuadas o más rentables, de esta controvertida especie.

Unas tiendas que forman la parte visible de una industria española del cannabis convertida en una de las más importantes del mundo, con miles de puestos de trabajo relacionados, han relatado a EFEverde diversos representantes de este sector, que cubre desde la producción de la semilla hasta la venta de productos al cultivador.

El propietario de una de estas tiendas en Madrid, Plantamanía, ha explicado que las growshops superan ya “el millar de tiendas en España, junto a más de cuarenta distribuidores y treinta bancos de semillas”.

El interés de los cultivadores por las plantas femeninas de esta especie se debe a que, a diferencia de la variante masculina, esta contiene THC (Tetrahidrocannabinol), el principio psicoactivo de la marihuana.

Por ello, la investigación en genéticas ha provisto al mercado de semillas de las que sólo pueden salir hembras, que corresponden al “70 u 80% de las que se venden y, de ellas, seis de cada diez, son además autoflorecientes”, explica el propietario de Plantamanía, Silvano C. de la Fuente.

Las variantes autoflorecientes, procedentes del cruce con la especie Rudelaris, maduran independientemente de la estación y alcanzan menor tamaño, lo que supone una mayor discreción en el cultivo ilegal de esta especie.

Samuel, un avezado criador de cannabis que usa las nuevas genéticas 100% femeninas y autoflorecientes compradas a bancos semilleros españoles, explica que estas últimas, con su corto periodo vegetativo, “pueden ser cultivadas en espacios muy reducidos”, como una pequeña terraza o incluso debajo de una mesa con ayuda de una lámpara.

El comercio de semillas de cannabis no está tipificado como ilegal por la Convención Única de Estupefacientes firmada en Nueva York en 1961 e incluida en la Legislación Española sobre Drogas.

No obstante, el cultivo de esta especie está considerado como “tráfico ilícito” según la Convención.

El resultado es que cualquier persona mayor de edad puede comprar semillas de marihuana -que pueden alcanzar los 15 euros por unidad- sin incurrir en delito, pagando su IVA correspondiente.

Sin embargo, en el momento que se germinen, se estará cometiendo una ilegalidad que puede ser sancionada por vía penal. Así el Código Penal en su artículo 368 establece que “los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico…”, “serán castigados con penas de prisión”.

Durante el pasado año, según fuentes de la Guardia Civil, se incautaron 24,6 toneladas de plantas de marihuana, destinadas tanto al narcotráfico como al auto-consumo.

Cannabiogen, Possitronic Seeds, World of Seeds o Dinafem son los nombres de algunas de las decenas de empresas de semillas con sede en España.

El director gerente de la pionera en España, Cannabiogen, prefiere no dar su nombre real. Sin embargo su apodo Kaiki se repite en los foros de internet sobre cultivo de marihuana.

“La española es una de las industrias de cannabis más importantes del mundo, que implica miles de puestos de trabajo relacionados” ha explicado Kaiki a EFEverde.

Variedades como Sugarloaf, Panama o Destroyer son algunas de las denominaciones comerciales de semillas híbridas 100% femeninas que este banco tiene a la venta. Para lograrlas, es necesario someter a plantas madres con fenotipos totalmente femeninos a técnicas de estrés, mediante substancias como triosulfato de sodio, que las hace volverse hermafroditas y polinizarse a si mismas.

El criador explica que conseguir cada uno de estos híbridos puede llevar hasta seis años de trabajo, estudio y cruces genéticos, que parten de “especies autóctonas mundiales que se adaptan y se limpian de rasgos indeseables”.alien space basketball thumb2065607

“Una semilla es una semilla y se puede utilizar incluso para coleccionismo, por lo que no se puede prohibir”, ha destacado.

Además de semillas, las growshops proveen de todos los elementos necesarios para crear auténticos microclimas, adecuados para el cultivo de cannabis en interiores, como dentro de un armario.

Se trata de conseguir imitar lo más posible a la naturaleza en la discreción de un espacio cerrado, mediante productos y genéticas comerciales que evolucionan para adaptarse a “la problemática de la ilegalidad de la marihuana”, asevera el propietario de Plantamanía.

 

Fuente Adn

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