El último procedimiento para el robo de coches:
Estás parado en un semáforo y oyes el ruido de un helicóptero que
está sobrevolando la zona en la que te encuentras tú. Miras hacia
arriba a través de los cristales y entonces ves cómo cae una cabra
sentada sobre la taza de un wc. Todo esto es para distraer tu
atención porque mientras miras, dos ex-zapadores de la guerra de
Kosovo han cavado un pozo justo delante de tu coche, del tamaño de
una piscina olímpica, y entre cuatro ex-trapecistas albano-kosovares
han montado una red por encima del hueco. Entonces, desde detrás,
veintitres gitanas rumanas empujan tu coche hasta que lo hacen caer
sobre la red mientras tapan los cristales
con La Farola, paquetes de Kleenex y jabón para limpiar el cristal.
No puedes hacer nada y en ese momento ya puedes despedirte de
las cuatro ruedas para siempre, porque los ciento setenta y
cuatro hijos de las veintitres rumanas te las desmontan a la
velocidad del puto rayo.
Es la leche. Decídselo a todos vuestros amigos, familiares, conocidos
e incluso a la gente que veáis por la calle, aunque no los conozcáis.
No podemos permitir que abusen de nuestra buena fe.....
Estás parado en un semáforo y oyes el ruido de un helicóptero que
está sobrevolando la zona en la que te encuentras tú. Miras hacia
arriba a través de los cristales y entonces ves cómo cae una cabra
sentada sobre la taza de un wc. Todo esto es para distraer tu
atención porque mientras miras, dos ex-zapadores de la guerra de
Kosovo han cavado un pozo justo delante de tu coche, del tamaño de
una piscina olímpica, y entre cuatro ex-trapecistas albano-kosovares
han montado una red por encima del hueco. Entonces, desde detrás,
veintitres gitanas rumanas empujan tu coche hasta que lo hacen caer
sobre la red mientras tapan los cristales
con La Farola, paquetes de Kleenex y jabón para limpiar el cristal.
No puedes hacer nada y en ese momento ya puedes despedirte de
las cuatro ruedas para siempre, porque los ciento setenta y
cuatro hijos de las veintitres rumanas te las desmontan a la
velocidad del puto rayo.
Es la leche. Decídselo a todos vuestros amigos, familiares, conocidos
e incluso a la gente que veáis por la calle, aunque no los conozcáis.
No podemos permitir que abusen de nuestra buena fe.....