El Concejo de Los Ángeles aplazó para la próxima semana —aunque anticipó que podría posponerlo hasta enero de 2010— el interminable debate sobre una ordenanza que cerraría cientos de dispensarios de marihuana medicinal.
“Tal vez regresemos con un lenguaje más claro”, dijo el concejal Ed Reyes, quien ha encabezado la redacción de esa polémica iniciativa, cuya idea es reducir la cantidad de colectivos de mil a 186, e imponer distintas restricciones.
Todo indicaba que ayer el pleno del Cabildo emitiría su voto final, pero surgieron dudas en torno a la distancia que deberán ubicarse éstos de escuelas, parques, bibliotecas y complejos residenciales; y el horario en que funcionarán.
El miércoles 16 de diciembre, el Departamento de Planeación de la ciudad presentará a los ediles mapas con espacios comerciales disponibles para los dispensarios respetando una lejanía de 500 y 1,000 pies de los llamados sitios “sensibles”.
“Vamos a hacerlo correctamente y no rápidamente”, dijo el presidente del Concejo de Los Ángeles, Erick Garcetti.
La droga para uso medicinal se ha convertido en el debate más largo de los últimos años en el Ayuntamiento. Más extensas que el análisis del presupuesto o del alza a servicios públicos han sido las sesiones sobre estas clínicas, amparadas bajo el Acta de Marihuana Medicinal de California.
En varias ocasiones la Procuraduría Municipal y la Oficina del Asesor Legislativo (CLA) han planteado esta propuesta, a la cual no paran de llegar enmiendas desde hace dos años. Supervisión financiera, tipo de iluminación y hasta inspección por uso de pesticidas se ha incluido. “Estoy enfermo de este asunto y quiero ir hacia adelante”, dijo Richard Alarcón, concejal por el Distrito 7.
Los concejales no quieren dejar cabos sueltos. Según Garcetti, si se impone un tope al número de dispensarios y además son alejados de viviendas, en más de cinco distritos se eliminarían por completo.
La Unión de Pacientes de Marihuana Médica pidió a la ciudad que permanezcan por lo menos 186 dispensarios. Si se fija un tope de 70, afirma, sólo una quinta parte de los pacientes tendría acceso a la droga. “Estamos esperando cómo actúan para responder [legalmente]”, dijo James Shaw, director de la organización.
Fuente Laopinion
