En Israel, el cambio de las políticas que diferencian entre el autocultivo para “consumo personal” y el cultivo para su “venta comercial”, es una nueva diferenciación que se plasma en una nueva orden policial interna que busca diferenciar entre estos dos propósitos de cultivo. La revista israelí Cannabis Magazine ha sido quien se ha hecho eco de este nueva situación.
La nueva directiva se emitió este verano por el Departamento de procesos policiales y afirmaba que los pequeños cultivos de cannabis en el hogar y para consumo personal, a partir de ahora, se tratarán como una pequeña violación de “uso personal” y no como un delito grave de “cultivo de drogas peligrosas” o por “la posesión para uso no personal”.
Hasta ahora, los cultivadores caseros o domésticos recibían el mismo trato por solo una planta o por un jardín de estas plantas. La nueva orden interna buscará determinar las posibles sospechas entre estos cultivos y aclarar si son para un propósito personal o si por el contrario, el destino de estos cultivos caseros son comerciales.
Y ahora qué
El objetivo de esta nueva orden interna es aclarar la postura de la fiscalía policial clasificando las diferentes actuaciones sobre los cultivos de cannabis. También va a permitir a los agentes centrar los recursos en perseguir a los distribuidores y cultivadores comerciales en vez de a los usuarios , representando un gran cambio radical del enfoque.
Esta novedad, no se ha difundido al publico, aunque la revista online Cannabis publicó la noticia la semana pasada. En las leyes de drogas de Israel, el cultivo de cannabis hasta ahora estaba definido como una ofensa grave. La sección 6 de dicha ordenanza dice que “una persona no debe cultivar una droga peligrosa, fabricarla, producirla, distribuirla, prepararla o crearla a partir de una sustancia diferente, excepto bajo licencia”.
Hasta ahora y en diferencia con la posesión, que si diferencia la cantidad para consumo personal y las cantidades comerciales, en el tema de cultivo domestico no existía ningún tipo de distinción para el destino de la cosecha. La nueva orden interna si hará esta distinción.
La máxima sanción por cultivo en Israel puede acarrear hasta veinte años de prisión, el delito para “uso personal” conlleva hasta tres años de cárcel, aunque por ser la primera vez y en la práctica, los que son pillados con pequeñas cantidades normalmente no reciben todo el peso de la ley. En breve y cuando entre en vigor las nuevas normas, las personas en esta situación serán multadas.
