Florencia, fue la primera ciudad italiana que vendió los primeros paquetes que contenían marihuana cultivada en la planta farmacéutica Militar.
Madonnone es el nombre de una antigua farmacia florentina. El comercio ha sobrevivido a las bombas de la Segunda Guerra Mundial y a la inundación del año ’66, ahora se proyecta en el futuro de la industria farmacéutica italiana. Ullí es donde el cannabis se considera una medicina y puede ser comprada mediante la presentación de una receta incluso del médico de familia. “De ahora en adelante no vamos a volver”, anuncia con satisfacción el propietario, Pierluigi Davolio, apretando el primer paquete de Fm2 – este es el nombre del nuevo producto – recién llegado de los invernaderos de la planta farmacéutica Militar química en Florencia y embalada en el laboratorio que se encuentra en la parte posterior de la farmacia, siempre está llena.
El punto de inflexión
La novedad es su procedencia. Porque, en realidad, hace unos dos años que el Dr. Davolio prepara las dosis terapéuticas del cannabis con destino a sus pacientes, incluidos los niños. Pero hasta ahora el cannabis llegaba desde Holanda. Ahora también se cultiva en Italia además en el kilómetro cero. “La calidad del producto es muy alta y cumple con los rigurosos estándares de aplicación en su proceso como si fuera otro fármaco”, explica el farmacéutico. Los invernaderos donde se cultivan las plantas están a la vanguardia: nada de tierra, sino una sala con un ambiente limpio, con un equipo costoso. El producto tiene una baja concentración del ingrediente activo THC, responsable de los efectos psicoactivos o “alta”. En la eficacia del cannabis en el tratamiento de muchas enfermedades Davolio no tiene dudas. Y los estudios científicos competentes así lo demuestran.
La lista es larga y se encuentra en la web del Ministerio de Salud, el Ministerio de Defensa, de quien depende la planta química farmacéutica, ha dado lugar a esta producción por ahora limitada de 50 libras anuales, pero se le ha designado aumentar la producción para cubrir los requisitos y demanda italiana. Con el cannabis para aliviar el dolor neuropático crónico, espasmos y para las personas con esclerosis múltiple. También es eficaz por sus propiedades hipotensoras, algunos casos de glaucoma y para la mitigación de los tics del síndrome de Tourette. Los pacientes con cáncer la aprecian porque alivia las náuseas causadas por la quimioterapia y la radioterapia. Además, los beneficios para la salud afectan de manera más amplia la calidad de vida de muchos pacientes: levanta el estado de ánimo, mejora la calidad del sueño y aumenta el apetito de los que luchan contra el SIDA o la anorexia nerviosa. “En muchos aspectos, es mejor que la morfina que en algunos casos empeora la náusea”, asegura el doctor. Los resultados, que el farmacéutico fue testigo directo, fueron extremadamente positivos.
“Tenía un paciente, dice Davolio, que se había visto obligado a vender el coche porque ya no podía conducir por el dolor causado por la fibromialgia. Sólo gracias al cannabis, traído de Holanda, pudo volver a coger el volante “.El farmacéutico florentino es un pionero en la industria: “Tengo que agradecer ser el primer importador de cannabis de los Países Bajos, el Acef me convenció para empezar, y especialmente el profesor Paolo Poli, quien, después de ver los primeros resultados, antes de acabar en esta aventura, incluso creó una sociedad científica, Sirca, para la investigación en este campo “.
El riesgo
La legislación anterior hizo que fuera mucho más difícil continuar sin el riesgo de romper las reglas. “Pero la competencia del Dr. Gianna Aceros, mi compañero de trabajo, y algunos de los ejecutivos de ASL Firenze han hecho posible proceder con la seguridad necesaria.” Siguiendo los requisitos marcados en la receta, Davolio ha incluido los tres mejores medicamentos para muchos pacientes. El primero fue un paciente de fibromialgia: va a usar para preparar una decocción de la noche y poder dormir sin despertarse por el dolor. Una mujer con esclerosis múltiple, tendrá un arma eficaz contra los espasmos.
El acceso al tratamiento es simple y la única complicación esta en el consenso informando al paciente invitando a firmar en el momento de la prescripción. Luego, una vez hecho el requisito de la receta (que en lugar del nombre tiene un código alfanumérico) se aplica como cualquier otro medicamento.
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