Los clubes de cannabis demandan más seguridad para protegerse de robos en los cultivos
«Cultivar y fumar marihuana no tiene por qué ser un delito». Bajo este supuesto se organizan los clubes sociales de cannabis. Si el cultivo se realiza sin ánimo de lucro, las cantidades distribuidas son pequeñas y el consumo se comparte entre un círculo cerrado de personas adultas este no supone un problema ante la justicia.
Basándose en la jurisprudencia del Tribunal Supremo que recoge que es lícito el «uso compartido» de esta sustancia siempre y cuando cumpla las anteriores condiciones, se crean clubes de consumidores de Cannabis.
En Euskadi existen 30 asociaciones cannábicas que se agrupan en la Eusfac (Federación de asociaciones de Cannabis de Euskadi) y que suman unos 3000 socios en todo el territorio.
Protección
Ayer denunciaron en San Sebastián «la inseguridad jurídica» que sufren. Con la crisis económica, ha aumentado el número de robos a este tipo de clubes.
El presidente de la asociación Martín Barriuso, denunció «la impunidad» de la que gozan estos ladrones debido a que muchas veces, las personas a las que roban su cultivo no se atreven a denunciarlo por temor a las autoridades. «Acudes a pedir protección por un ladrón y acabas denunciado por tráfico de drogas que es lo que pretendes combartir», explica Barriuso que recalca que este tipo de asociaciones rechazan el mercado negro. Además, afirma el presidente de la Asociaciónque la mayoría de estas demandas suelen ser favorables para los acusados.
Estas denuncias se dan porque, según explican, no hay un consenso de cómo actuar. No está clara la frontera de la legalidad y cultivar plantas de marihuana para el uso personal no está penado por la ley. Tampoco existe una regulación clara, como en otros países europeos, respecto al número de plantas que se pueden cutivar.
Además, el Código Penal castiga el tráfico de drogas pero no el uso personal de estas. «Si es ilegal lo que hacemos que nos lo prohíban», exclama contundente Sarrioso.
Normalmente estos clubes suelen informar ala Ertzaintzade la ubicación de sus cultivos. Afirman que los agentes a pie de calle suelen tener una actitud más permisiva que los mandos superiores que no conocen las actividades de estos clubes. Esto genera, relatan, una situación de confusión ya que cada comisaría de la Ertzaintza actúa de manera diferente.
El colectivo quiere implicar a las instituciones para llevar a buen puerto una propuesta de regularización de su actividad.
En el 2010 comparecieron en la Comisiónde Justicia e Interior del Parlamento Vasco y mañana seguirán con las conversaciones y acudirán al Parlamento Vasco.
Fuente DiarioVasco
