El Instituto de Asuntos Económicos y Sociales de la Universidad de Essex en Inglaterra estima que la legalización podría proporcionar ingresos fiscales adicionales para el Reino Unido que oscilarían entre £ 400 y £ 900 millones. El mismo estudio afirmó que, junto con los ahorros de la aplicación de la ley de la prohibición, la legalización podría impulsar la economía del Reino Unido por un extra £ 2 mil millones al año, además de otras estimaciones que afirman que podría ser más. Las ventas de la hierba podrían estar pagando por los hospitales y por la atención de la salud; Los consumidores podrían financiar escuelas o la asistencia social. El argumento económico de la legalización ya ha sido obviamente ganado. En todo caso, la prohibición continua y sólo ha tenido un efecto perjudicial en una de las economías más grandes del mundo.
El comercio de cannabis es aproximadamente en todo el mundo de 150.000 millones de dólares y la legalización en todo el mundo de alguna forma haría desmantelar esto. Al igual que la prohibición en América del alcohol llevó a la subida de personajes como Al Capone en la década de 1920, la prohibición de las drogas ha permitido que florezca una moderna generación de traficantes de manera similar a sus homólogos estadounidenses de 90 años antes. Sacar la hierba de las manos de los gángsteres y darle el control al gobierno reduciría los índices de criminalidad.
Lo más importante sin embargo, es que el estatus actual del cannabis ha criminalizado a toda una serie de personas inocentes, incluyendo aquellos que lo utilizan para tratar médicamente enfermedades como la esclerosis múltiple o la depresión. El Reino Unido está rezagado detrás de muchas naciones en el mundo que ya han legalizado el cannabis para uso médico – algo que parece reacio a hacer a pesar de la abrumadora evidencia que ilustra los efectos médicos positivos que el cannabis puede tener. Como un analgésico natural por sí solo, el compuesto del CBD en el cannabis se puede utilizar para ayudar a los pacientes con el dolor por cáncer, y también se puede utilizar para relajar los músculos para detener las reacciones involuntarias y ayudar a los enfermos de la enfermedad de Crohn o esclerosis múltiple.
En todo el mundo la cuestión de la legalización del cannabis ha pasado de ser de si a cuando – aunque no en el Reino Unido. El intento de despenalización del Nuevo Laborismo y de expertos en este tema como el profesor David Nutt fue un experimento fallido y la continua ignorancia de los sucesivos gobiernos demuestra que hay poco deseo entre los altos mandos del establishment británico de cambiar esto. Sin embargo, la evidencia es abrumadora y la hipocresía de tener alcohol y tabaco siendo legal, mientras que el cannabis que es mucho menos dañino permanece ilegal, es algo que necesita cambiarse.
Londres no se convertirá en el próximo Amsterdam en el futuro, pero esta “prohibición de la segunda ola” y el “neo Macartismo” que rodea a la droga, pone como en muchas otras cosas, el papel de esta nación como progresista, en una clara duda.
