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La marihuana, una alternativa de vida para miles de veteranos de guerra en EEUU

28 March, 2016, 19:00 PM
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Postrado en una cama, sin sus dos piernas y sin un brazo, el soldado José Luís Martínez tenía dos opciones para mitigar su dolor corporal; tomar más de 25 analgésicos narcóticos al día o consumir marihuana.

Los medicamentos que le habían proporcionado los doctores del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA), luego de perder sus extremidades al pisar una bomba durante sus servicios en Afganistán en marzo del 2012, lo tenían confinado a su habitación con mareos, vomito y depresión.

Después de convertirse en adicto a las medicinas que le daban e intentar suicidarse tres veces en un año, el joven de 24 años de edad, optó por consumir marihuana, también conocida como cannabis, como última opción para no solo conservar su vida, pero mejorarla.

Tres años más tarde, el excombatiente ya no se deprime tan fácilmente, ya formó una familia y siente que ya venció una batalla que inició al regresar de la guerra.

La historia de Martínez, de ahora 27 años de edad, no es la única en su tipo, para evitar la adicción a los opiáceos e inclusive el suicidio, miles de veteranos de las fuerzas armadas en todo el país están optando por consumir marihuana, afirman soldados y activistas que abogan para que el VA les proporcione este “remedio” como medicamento de forma gratuita.

Estos soldados se están rehusando a consumir los “cocteles mortíferos” que el VA les proporciona como si fueran “dulces” para tratar dolores físicos y el desorden de estrés postraumático (PTSD), agregan.

Batallas de vida o muerte en su propia tierra

Desde los ataques terroristas del 9/11, el VA se encuentra prescribiendo fármacos potentes que están alimentado las adicciones e incrementando la tasa de muertes por sobredosis entre los soldados, revela un reporte de The Center for Investigative Reporting (CIR), dado a conocer en el 2013.

Las recetas de cuatro opiáceos -hidrocodona, oxicodona, metadona y morfina – incrementaron hasta en un 270 por ciento en los últimos 12 años, sostiene el análisis del CIR sobre los datos obtenidos del VA a través de la Ley de Libertad de Información.

Desde el 2009, nuevas regulaciones requieren que el VA ayude a los veteranos enfermos a enfocarse a encontrar las raíces de su dolor a través de otros medios en lugar de usar los narcóticos para reducir los síntomas, pero las cifras revelan lo contrario, sostiene el reporte.

Tan solo en el 2014, el departamento del VA reveló que se encontraba tratando a unos 650 mil veteranos con opiáceos.

En tiempos de guerra o conflicto, los médicos utilizan los opiáceos para tratar los dolores de los soldados, el problema es que a diferencia de un civil, el VA prescribe a los soldados hasta tres o cinco veces más la cantidad de analgésicos narcóticos, señala Sean Kiernan, presidente de Weed for Warriors, una organización sin fines de lucro que ofrece la cannabis a los veteranos enfermos.

“Los opiáceos son adictivos y su sobredosis puede ocasionar hasta la muerte. Yo como veterano, intenté suicidarme en el 2011 y vi a mis compañeros consumir estos analgésicos como única alternativa para luego convertirse en zombis al tomar hasta 20 pastillas al día”, dice Kiernan.

No existe un estudio de cuántos soldados están dejando los medicamentos en el país por la marihuana, pero existe un reporte del VA que revela que 22 veteranos se suicidan al día. Muchos veteranos reportan que esto se debe a la cantidad de medicamentos que cambian su estado de ánimo y les ocasionan alucinaciones, sostiene Kiernan.

Otros veteranos alegan que los suicidios se deben a que el VA les limita las pastillas ya cuando se han convertido en adictos.

“Ocho mil veteranos se quitan la vida al año, dice el estudio que solo contiene estadísticas de 21 estados de los 50 que hay en el país. Lo que quiere decir que no tenemos estadísticas de los suicidas en otros 29 estados restantes como California y Texas, donde se presume la mayor población de soldados”, indica Kiernan.

El activista destacó que el sistema de salud mental está retrograda en el tratamiento de los pacientes, ya que muchos medicamentos se prescriben como “pruebas para ver cómo funcionan en el cerebro de los enfermos de PTSD.

Un costo difícil de solventar

En California, la compra de marihuana en dispensarios con permiso, es legal para uso medicinal, pero a Martínez como a cualquier otro enfermo civil o soldado, le costaría por lo menos 300 dólares semanalmente para tratarse.

Por el momento, Martínez recurre a Weed for Warriors, la organización que le proporciona la marihuana gracias a varios donadores que la regalan, pero le gustaría que el VA pagara por estos gastos.

Si existe una planta que no es tóxica y puede ayudar a reducir los dolores y los síntomas del PTSD así como reducir la ingestión de narcóticos, “por qué no otorgarle este derecho a los héroes que han hecho de esta nación un lugar libre y seguro”, enfatiza Garyn Ángel, experto internacional sobre Cannabis y dueño de la compañía Magical Butter.

Ángel, quien aboga por la legalización de la marihuana con uso recreativo en 27 estados, incluido California, afirmó que “el sistema del VA está creando adictos a los narcóticos, para luego negárselos, por lo que estos terminan recurriendo a la heroína, como indigentes y finalmente en las prisiones o muertos”.

¿Una solución o un problema?

Sin embargo, muchos difieren de la eficacia de la planta, Kevin Sabet, director de Instituto de Póliza de

Drogas y co-fundador de Smart Approaches to Marijuana (SAM), recalcó que la ciencia médica no recomienda el uso de marihuana como tratamiento.

“La marihuana puede hacer que alguien olvide sus temores cuando la consumen, pero no trata el problema verdadero, y es probable que empeore su condición a un plazo largo”, dijo Sabet.

El mismo VA recomienda que los médicos utilicen sus prácticas “basadas en la evidencia” para el tratamiento de condiciones de salud física y mental. Sin embargo, no existe un estudio contundente sobre la eficacia de la marihuana como medicina para aliviar el estrés postraumático u otras condiciones.

El porcentaje de veteranos con PTSD que utilizan marihuana incrementó de un 13 por ciento en el 2002 a un 27 por ciento en el 2014 con más de 40 mil veteranos utilizando de la sustancia, según la oficina de VA.

En California

Para Martínez, si no hubiera sido por la marihuana, su vida no sería como la de una persona normal.
“Me case y ahora salgo con mis amigos y mi esposa a pasear. No soy violento y puedo caminar, algo que los doctores dijeron que nunca iba a poder hacer”, sostiene el veterano.

No obstante Martínez no sabe hasta cuándo pueda obtener la marihuana de forma gratuita. Su única opción al tratamiento sería la aprobación a una medida electoral que permite la legalización de la venta de la hierba para uso recreativo en California.

La propuesta surge al mismo tiempo de que Los Ángeles y su condado aplica severas leyes para desalentar la apertura de dispensarios.

De aprobarse la medida, la marihuana sería legal para los adultos arriba de 21 años de edad, los cuales podrían poseer, procesar, cultivar, compartir y hasta transportar cierta cantidad de la droga con cierto tipo de licencia especial.

Toda persona que cultive el producto también tendría que pagar impuestos serían dirigidos a su ciudad, su condado y el fondo de protección ambiental del estado, así como la educación pública y tratamiento de salud mental y abuso de sustancias.

Toda persona que sea descubierta vendiendo marihuana a menores de edad enfrentaría severas infracciones así como los menores de edad en posesión de esta.

“Los veteranos no somos criminales, solamente quieren vencer la batalla contra la muerte. Los analgésicos me estaban matando, la marihuana me dio la vida”, dijo Martínez.

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