Moby Dick, uno de los buques insignia de Dinafem

Moby Dick es uno de los buques insignia de Dinafem y una de las primeras variedades de su catálogo. Que año tras año siga siendo la preferida de los cultivadores, nos hacen una idea de que no es casualidad toda la fama que acumula. Es sin duda alguna uno de los grandes éxitos de los bancos de semillas españoles y que ya forma parte de la historia cannábica de este país.

Esta variedad recibe su nombre por la novela del escritor Herman Melville publicada en 1851, donde se cuenta la travesía del barco ballenero Pequod a mandos del capitán Ahab, un viejo lobo de mar con una pierna construida con la mandíbula de un cachalote, en su obsesiva persecución de un enorme leviatán albino que tiempo atrás lo privó de esa pierna en un ataque y que llamaron Moby Dick o ballena asesina. Y es que realmente, esta variedad por su tamaño, producción de enormes y resinosos cogollos, y una potencia que tumbará hasta al más experto, es una auténtica bestia blanca.

Moby Dick es un cruce de dos leyendas como son Haze y White Widow. La primera es una sativa pura que contiene a su vez genes de 4 sativas como son Colombia, Mexico, Thai y Sur India. Desde su aparición entre finales de los 60 y principios de los 70, fue cambiando el panorama cannábico hasta llegar a ser pieza fundamental en el desarrollo de algunas de las mejores genéticas de la historia. Junto a Skunk, son las dos variedades más influyentes, todo lo que tenga en su nombre o en su genética Haze, es siempre sinónimo de potencia y predominancia sativa.

La White Widow por su parte puede que sea una de las variedades más famosas, aún para los que no hayan fumado nunca en su vida. No sabrán como se escribe y uno puede leer cosas como Guay Güidow o Way Widou, pero sí que la relacionan siempre como lo que es, una marihuana, holandesa, y potente. También es una de las variedades más enigmáticas, sabemos que es un cruce de Brasil x India, que se desarrollo en Green House… pero hay dos breeders que proclaman su autoría. Por un lado Shantibaba, ahora dueño de Mr Nice Seedbank y por otro Ingemar, ahora en De Sjaaman. Ambos trabajaron juntos en Green House cuando la White Widow se dio a conocer en formato semilla, porque la historia nos lleva a años atrás cuando algunos Coffee Shops ya vendían a sus clientes cogollos con ese nombre. Sea como sea, desde mediados de los 90 hasta nuestros tiempos ha sido una planta que ha ganado absolutamente todos los concursos y copas cannábicas posibles, una variedad perfecta en todos y cada uno de sus aspectos. Muy homogénea, muy resinosa, muy sabrosa y muy potente.

Moby Dick de Dinafem da sentido al refrán “de tal palo tal astilla”. Hereda lo mejor de cada una de sus madres ya que es una variedad feminizada. En seguida nos vamos dando cuenta de que su predominancia sativa Haze hace que crezca imparable, con grandes hojas de peciolos más bien anchos. Si tenemos espacio en un exterior soleado y nos lo podemos permitir, en un buen macetón o en tierra madre no tendrá problema en superar los 3 metros de altura. En nuestro caso conseguimos un ejemplar que superó los 3 metros y medio. Y no sólo crece a lo alto, si no que también lo hace a lo ancho con unas ramas largas y gruesas que se irán acortando nudo a nudo hasta darle una apariencia de un precioso árbol de navidad.

En interior es un portento, en muy pocas semanas, 3-4, habrá alcanzado suficiente altura como cambiar el fotoperíodo a floración. Si nos despistamos, es posible con que nos encontremos con un problema de altura ya que tranquilamente llegan a cuadriplicar su tamaño. Por sus características es la planta ideal para un cultivo en Scrog, Main-Lining o cualquier técnica que requiera podas y guiados, así como para Sog partiendo desde esquejes por su gran facilidad en concentrar la producción en largas colas. También sorprende la facilidad que tiene para asimilar nutrientes, es una glotona que en manos inexpertas llega a aguantar altas dosis de abonos mientras otras ya amenazan sobrefertilización.

Los cogollos podremos ver como engordan día a día y se van cubriendo de una espesa capa de resina. Es a partir del pico de floración cuando la cosa se pone seria y es muy posible que tengas que recurrir a tutores para que las ramas de las zonas más bajas y también las más largas, no cedan con el peso de las flores. La cabeza puede llegar a alcanzar un grosor y longitud superior a un bate de baseball, una auténtica maravilla digna de concurso. En exterior fácilmente se podrán alcanzar cosechas superiores a un quilo.

El que cultive por primera vez Moby Dick quizá no se sorprenda hasta que pruebe el primer cogollo y sin prisas, con un curado mínimo de rigor. La potencia es claramente hacia lo sativo, en cambio la floración es muy rápida y es en interior donde mejor se comprobará, pudiendo cosecharla en unos 60-65 días desde el cambio de fotoperíodo, la mitad de tiempo que una sativa como la Haze. Con 70 días los fenotipos más tardíos también seguramente estén colgando boca abajo en el secadero como murciélagos. En exterior desde mediados de octubre ya nos irá obligando a pasar varias horas de manicura para terminar como muy tarde a finales del mismo mes.

Llegamos a la cata y nos encontramos con una clara influencia Haze sin que tampoco se disimule su lado Widow, con un agradable aroma floral, notas cítricas de limón y maderas exóticas. El sabor es a maderas nobles, alimonado y los típicos trasfondos a pino e incienso de buen híbrido Haze. Es una variedad muy potente, con un inicio eufórico que rápidamente desciende y deja en un estado relajante sin nunca perder la sonrisa del rostro, ideal para relacionarse y disfrutar de momentos de risas y tranquilidad. Moby Dick nunca pasa de moda y todo el que busque una variedad muy fácil de cultivar, muy productora y muy potente, encontrará en esta gran bestia blanca todo éso y más.