Los seres humanos han estado usando cannabis durante más de 5000 años. Así que ¿por qué los científicos no saben más sobre él? Tres expertos reunidos en la reunión anual de la AAAS discuten sobre lo que los científicos y médicos saben acerca de la marihuana y lo que aún necesitan aprender . “Al final de esta sesión, usted sabrá más sobre el cannabis que su médico”, dijo Mark Ware, un médico de familia del Centro de Salud de la Universidad McGill en Montreal, Canadá, y que organizó la charla.
¿Cómo funciona la marihuana?
Nuestros cerebros están preparados para responder a la marihuana, porque “hay productos químicos en nuestros cuerpos que actúan como el THC [ingrediente psicoactivo del cannabis]” junto a otros compuestos llamados cannabinoides, explicó Roger Pertwee, un neurofarmacólogo en la Universidad de Aberdeen, del Reino Unido, que ha estudiado los cannabinoides desde 1960. Los cannabinoides producidos por nuestro cuerpo o ingeridos a través del uso de la marihuana reaccionan con una serie de receptores en el cerebro en un sistema llamado endocannabinoide, que está implicado en el apetito, el estado de ánimo, la memoria y la sensación de dolor. Los científicos han descubierto 104 cannabinoides hasta ahora, pero “la farmacología de la mayoría de ellos aún no se ha investigado”, dijo Pertwee.
¿Cuáles son los usos médicos conocidos de la marihuana?
La marihuana se ha utilizado durante décadas para estimular el apetito y tratar las náuseas y vómitos especialmente en los pacientes sometidos a quimioterapia. Su éxito en el alivio de los síntomas de pacientes con esclerosis múltiple condujo al desarrollo del Sativex, un medicamento fabricado por GW Pharmaceuticals que incluye el THC y el cannabidiol (CBD), un cannabinoide que no es psicoactivo.
La marihuana o medicamentos derivados del cannabis han demostrado ser prometedores en el tratamiento de la ansiedad, la depresión, el trastorno de estrés postraumático, la epilepsia y el dolor neuropático, pero gran parte de la evidencia es todavía anecdótica y está a la espera de la confirmación en ensayos clínicos. “Estamos un poco cortos de pruebas para hacer buenas las pautas” para la prescripción de cannabis con diferentes condiciones, dijo Ware.
¿Por qué no ha habido más ensayos clínicos?
Al menos en los Estados Unidos, es difícil conseguir financiación para un ensayo clínico con el cannabis, dijo Igor Grant, psiquiatra de la Universidad de California, San Diego, que es uno de los pocos científicos que ha dirigido los ensayos clínicos con el fármaco. Las compañías farmacéuticas prefieren invertir en el desarrollo de fármacos que puedan patentar, y además el gobierno federal cuenta actualmente con la marihuana como una droga de Clase I, como sustancia peligrosa con ningún beneficio médico. Esta clasificación significa que los investigadores que quieran trabajar necesitan una aprobación necesaria del medicamentos por múltiples agencias federales, incluyendo la DEA, explicó Grant. “En los EE.UU. sin duda hay una serie de obstáculos y procesos que uno tiene que pasar, y creo que esto inhibe a investigadores ordinarios que no tienen ni medios, ni conocimiento, ni la capacidad de conseguirlo a través del sistema.”
Se apoya la reclasificación del cannabis como una droga de Clase III, que reconocería por tener un uso médico aceptado y un menor potencial por abuso de drogas.
¿Cuáles son las preocupaciones de seguridad con la marihuana medicinal?
“No hay evidencia de efectos perjudiciales a largo plazo en adultos”, dijo Grant. Los datos preliminares que vinculan el consumo de marihuana con un mayor riesgo de esquizofrenia no han sido apoyados por otros estudios. Solo se confirmó el efecto a largo plazo en adultos por consumo de marihuana de bronquitis crónica, dijo.
La situación puede ser diferente para los niños y adolescentes, cuyos cerebros aún están en desarrollo. Un estudio encontró que las personas que eran usuarios de marihuana en la adolescencia tenían coeficientes intelectuales más bajos que sus pares 20 años más tarde, pero el tamaño de la muestra fue muy pequeña, explicó Grant. Más recientemente, los científicos están estudiando los cerebros de los adolescentes antes y después de comenzar a usar marihuana, aunque la investigación debe continuar durante mucho más tiempo para entender completamente cómo el cannabis afecta el cerebro en desarrollo.”Los datos son muy débiles en este momento”, dijo Grant. Por Lizzie Wade
