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Técnicas de germinación; no te la juegues con experimentos

31 March, 2017, 9:18 AM
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Con la entrada de la primavera ya empieza la actividad exterior en prácticamente todo el hemisferio Norte, y miles de cultivadores comienzan a planear sus cultivos y donde muchos se jugarán las provisiones de todo el año, cualquier fallo por pequeño que sea puede echar al traste todas las ilusiones depositadas. Nunca nos cansaremos de daros consejos y hoy lo toca el turno a la primera fase y una de las más delicadas, la germinación.

Empezamos por lo básico, que son las semillas, donde nos encontraremos con cientos o miles de posibles elecciones.  Ni que decir tiene que escogeremos una variedad que se adecue primero a nuestra zona, y después a nuestros gustos. Partir de semillas de un banco de confianza, en el 95% de los casos garantiza plantas vigorosas y sin problemas genéticos. Partir de semillas de dudosa procedencia, suele llegar a ser una pérdida de tiempo y dinero.

A la hora de germinar nuestras semillas, las opciones son menos y podríamos reducirlas a 3: la clásica, en servilletas húmedas y en jiffys/tacos de lana de roca. Debemos también contar con un buen sustrato y preferiblemente agua desmineralizada o con un bajo contenido en sales, además de regular el pH en torno a 6.0.

La técnica de germinación clásica consiste en enterrar la semilla en el sustrato aproximadamente 1-2 cm. Es la más sencilla y empleada en agricultura, muy eficaz y que cuenta con la ventaja que desde el primer momento la raíz primaria profundiza y se agarra al sustrato. Quizá no sea la más rápida, pero en poco días se iguala el crecimiento si comparamos con otras técnicas.

Pese a ser muy simple, tenemos que tener ciertas consideraciones, como usar un buen sustrato, preferiblemente de siembra, bien aireado y no excesivamente fertilizado. El sustrato debe estar húmedo, pero nunca encharcado, ya que podríamos ahogar las raíces al limitar el acceso al oxígeno. Y hasta que la plántula brote, situaremos la maceta en un lugar a la sombra.

SeedlingPicMed

La técnica de las servilletas húmedas es posiblemente la más extendida entre cultivadores de marihuana. Tan sólo se necesita una servilleta, un poco de agua y un plato, tupperware, cajita plástica o cualquier recipiente que tengamos a mano. Simplemente humedecemos un poco la servilleta sin empaparla,  las cubrimos con otra servilleta húmeda, y las dejamos sobre el recipiente escogido en un lugar oscuro y templado.

No se dede usar algodón o cualquier otro material en los que se pueda enredar la raíz una vez brote. Las servilletas nunca deben perder la humedad, por lo que un recipiente con tapa siempre será mejor. Una vez la pequeña raicilla tenga más o menos 1cm, preparamos la tierra, hacemos un agujerito con un palillo, y la enterramos hasta el cuello. Siempre procura evitar tocar la raíz con los dedos ni forzar la cáscara si los primeros días no quiere soltarse.

marijuana seeds germinating

La técnica de los jiffys y tacos de lana de roca es también muy sencilla y usada. Antes de nada se deben hidratar, en el caso de los jiffys, elaborados generalmente con turba, basta dejarlos en una bandeja con agua unos 30 minutos hasta que se hinchen por completo. La lana de roca conviene darle un buen lavado con un pH en torno a 6.0. Después los apretamos para escurrirlos y ya los tendremos listos para usar.

Al igual que en tierra, haz un pequeño agujero de 1cm e introduce la semilla. Con un palillo, aguja o similar, tápala un poco con cuidado de no deshacer el jiffy o taco de lana, y ponlos en un lugar templado. Lo ideal sería contar con un germinador para mantener unas condiciones de humedad y temperatura adecuada. Y cómo no, vigila que nunca se queden sin agua. Una vez las plántulas broten, prepara la maceta con tierra y entiérralas hasta los cotiledones.

plant marijuana seeds jiffy pellets

Las semillas una vez nazcan quieren luz y sol, así que ya desde el principio pon las pequeñas plantas en un lugar bien soleado o bajo una fuente de luz artificial y adecuada o si no comenzarán a espigarse. Vigila que nunca les falte agua, pero siempre evitando los excesos. En muy pocos días la pequeña plantita comenzará a crecer fuertemente y en unas semanas será una preciosa planta adulta.

 

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