El VripTech es un vaporizador de hierbas y resinas creado por el fabricante Californiano Vripmaster, que nace de la unión entre un elemento calefactor y una cápsula que la recubre hecha de vidrio de laboratorio, que ha sido diseñada para que consiga extraer el mejor vapor de nuestras muestras, de forma eficiente y sutil, regalándonos sabores inimaginables.
Como vemos, el objetivo principal es que respete el sabor de nuestras hierbas al máximo, utilizando, en su construcción, materiales totalmente neutros como son la cerámica y el borosilicato, que nos asegurarán que no desprenden partículas ni emanaciones de ningún tipo al someterlas a altas temperaturas.
Si nos centramos en el elemento incandescente, podemos decir que está hecho de materiales cerámicos de gran calidad, y que está conectado a un potenciómetro que nos permitirá regular la intensidad de electricidad que llega a la punta de cerámica, pudiendo obtener diferentes temperaturas tan solo girando el dial.
Como vemos, podemos decir que el Vrip un vaporizador muy recomendado para los usuarios de marihuana terapéutica, ya que podrán estar 100% seguros de que el vapor que inhalan está limpio de tóxicos que pudieran empeorar su síndrome. Esto también resulta interesante para los ‘conoisseurs’ del vapor, ya que con esta herramienta podrán obtener mucho juego a la hora de inhalar sus vapores predilectos, tanto por el gran rango de temperaturas que ofrece como por su eficiencia.
Para empezar a utilizarlo necesitaremos también un bong o bubbler que disponga de una cazoleta compatible con el Vrip, que garantice un buen sellado; ambos harán de cuerpo del vaporizador, encargados de refrescar y disminuir la temperatura del vapor, lo que disminuirá la irritación de garganta que pueda provocar el vapor caliente, además de concentrarlo incrementando al máximo su sabor aromático.
Como utilizar el Vrip
Lo primero de todo será localizar un lugar seguro donde poder dejarlo mientras se calienta o no lo estemos usando, lejos de potenciales tirones o caídas, sobre una bandeja de silicona que evitará que ruede o nos queme la mesa, para luego pasar a enchufarlo y seleccionar la temperatura de uso que nos guste más, y esperar 5-10 minutos a que se caliente completamente.
El dial de selección de potencia no dispone de números, así que tendremos que usar la intuición y el ensayo y error hasta encontrar la posición que más se adapte a nuestros gustos, tanto por la cantidad de marihuana usada como por la densidad del vapor que estemos buscando. Por norma general se recomienda empezar poniéndolo a 3/4 de su recorrido, que suelen ser unos 180ºC.
Picamos la marihuana o la hierba aromática que queramos vaporizar lo más finamente posible por medio de un grinder, y la insertamos dentro de la cazoleta sin prensarla, ya que es importante que el aire pase bien a través de sus partículas, para que pueda vaporizar bien los terpenos y los tricomas de resina, cargados de cannabinoides.
Lo mejor de este vaporizador es que es tan maravillosamente eficiente que con él podremos conseguir buenos resultados llenando al máximo la cazoleta como con cargas de una o dos caladas, teniendo en cuenta que en este segundo caso habrá más distancia entre la punta de vapo y la hierba, siendo colocar la hierba encima de un recorte de malla para líquidos, para que la levante un poco, aproximándola a la fuente de calor vaporizándose de forma más homogénea.
Colocamos la cazoleta en la junta del bong y situamos la punta de la cápsula de boro sobre la cazoleta, sin que toque la hierba pero quedándose lo más cerca posible de la misma. Nos fijaremos en que el sellado entre el Vrip y la cazoleta es firme, para que no se cuele aire frio por la rendija, ya que haría descender la temperatura. La junta de silicona que incluye puede ayudarnos a conseguir la máxima estanqueidad, pero puede ser retirada si lo deseamos.
Vapor de alta calidad para usuarios de cannabis medicinal
Cuando tengamos todo el sistema preparado, empezamos a inhalar lentamente y con la máxima suavidad posible, saboreando los primeros delicados y sutiles aromas, y paladeando su sabor. Si es suave y muy herbal, recordando mucho al olor de la marihuana en cuestión, deberemos subir un poco la temperatura, pues en la cazoleta hay menos de 180ºC.
Si detectamos un sabor fuerte e intenso, que se prolonga hacia la garganta, sabremos que hemos conseguido la temperatura deseada, pero aún así puede ser que no veamos vapor, pues la hierba necesita calentarse más. Lo que haremos es, sin quitar el vaporizador de la cazoleta, vaciaremos nuestros pulmones y pasaremos a inhalar de nuevo. Como la temperatura de dentro de la cazoleta se mantiene, la resina de la hierba también, pasando a un estado más líquido que en la primera calada, con lo que obtendremos una densidad de vapor mucho más grande ahora. Podremos apreciar que además presentará tonalidades azuladas, garantía de la máxima calidad aromática.
Si lo que nos interesa es conseguir la máxima densidad de vapor posible, bien porque nos gustan las caladas densas y contundentes, cargadas de sabor, o porque buscamos inhalar altos niveles de CBD (se vaporiza a 210-220ºC, la combustión se produce a 230ºC), subimos un poco más la temperatura y esperamos 30 segundos para que se caliente, y volvemos a inhalar siguiendo el mismo procedimiento.
En caso de pasarnos subiendo la temperatura veremos que obtenemos un vapor blanco muy denso y caliente, con un aroma muy intenso que en seguida se vuelve tostado, adquiriendo matices amargos con rapidez. Deberemos disminuir un poco la temperatura si nos resulta demasiado caliente, o bien utilizar un bubbler con un sistema de filtrado eficiente, que burbujee mucho, para eliminar regustos demasiado intensos y para enfriarlo al máximo.
Entre calada y calada dejamos el Vrip en la bandeja de silicona y aprovechamos para mezclar la marihuana con un palito, lo que facilitará que la hierba se vaporice por igual. En caso de querer inhalar hachís deberemos desmenuzarlo lo más posible, para maximizar el área de contacto entre el aire y la resina y así obtener más vapor.
Perfecto para fiestas o para compartir con los amigos en sesiones largas, puede estar encendido varias horas sin problema, aun que si deseamos alargar su vida todo lo posible lo recomendable es utilizarlo y apagarlo cuando hayamos terminado, bajándolo al mínimo y desenchufándolo.
Cuidados y limpieza del VripTech
El VripTech es un vaporizador muy práctico, ya que se ensucia muy poco, y apenas necesita mantenimiento, ya que lo que de verdad ensuciaremos con el uso serán la cazoleta y el bong, lugares donde el vapor se condensa y la resina se adhiere a las paredes de vidrio. En caso de que quede un pequeño residuo en la punta de la cápsula lo limpiaremos con un trapito humedecido en alcohol.
En cuanto al mantenimiento que comentábamos, tan solo tendremos que vigilar que la cápsula de vidrio esté bien alineada con la barrita de cerámica, evitando que entren en contacto. Dado que dicha punta solo se sujeta al mango por medio de un tornillo, es posible que con el uso se mueva un poco, con lo que será nuestra responsabilidad controlar la posición de dicha punta y recolocarla cuando sea necesario. Esto es importante, dado que en caso de estar mucho tiempo juntos cerámica y vidrio pueden llegar a pegarse, lo que podría acabar rompiendo la cápsula.
Para recolocarla, aflojamos el tornillo y movemos con cuidado la punta de vidrio, mirando por el extremo que iría en contacto con la cazoleta que la barrita de cerámica tenga espacio por todo su perímetro. Poco a poco, vamos apretando el tornillo vigilando que el vidrio mantenga la posición adecuada, hasta que este quede fijo pero sin apretar en exceso, ya que puede romperse muy fácilmente. ¡¡¡MUCHO CUIDADITO!!!
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