Costa Rica.- Activistas harán lobby para abrir debate. Oposición férrea del Gobierno a liberalizar droga.
Promover la legalización de la marihuana, resaltar sus supuestas propiedades medicinales y desmentir los mitos que la rodean es el objetivo de un grupo de ciudadanos que hoy se hará presente en la Asamblea para abogar por su despenalización.
Activistas, personas con enfermedades graves y sus familiares, así como varios políticos, darán su respaldo público a esta iniciativa.
El grupo que se autodenomina Centro Costarricense sobre Política de Drogas, decidió salir de las sombras en días pasados, cuando tuvo conocimiento de que Mauricio Boraschi, comisionado nacional antidrogas, se pronunció totalmente en contra de cualquier apertura.
Los activistas consideran que la decisión del Gobierno es equivocada, pues al tomar una actitud represiva, no solo se genera más violencia, sino que también se negaría supuestamente un tratamiento complementario a personas con graves enfermedades.
Indican que las finanzas de la Caja podrían beneficiarse, pues muchas personas con cáncer, esclerosis múltiple y estrés podrían consumirla para tener una mejor calidad de vida, lo que reduciría el consumo de fármacos y gasto en medicinas.
“Queremos conversar y aclarar varias cosas”, indica Diego Grooscors, representante del grupo activista.
Aunque en principio las palabras de Grooscors pueden ser consideradas como fuera de tono, lo cierto es que en nuestro país y en otras partes del mundo, cada vez son más las personas que se manifiestan a favor de abrir este debate.
Por ejemplo, el año pasado Luis Paulino Mora, presidente de la Corte, indicó a LA REPUBLICA, que este tema debería ser sujeto de análisis.
Mientras tanto, en el mundo, el expresidente mexicano Vicente Fox y más recientemente el presidente de Guatemala, Otto Pérez, abogaron por despenalización.
En Uruguay, el Congreso estudia una ley propuesta por el presidente José Mujica para legalizar su posesión y consumo en esa nación suramericana.
La marihuana se consume en todo el mundo con fines recreativos, medicinales y hasta religiosos. Sus efectos se sienten en el sistema nervioso, al generar una sensación de relajamiento. Asimismo, promueve el apetito.
Pese a los argumentos a favor esgrimidos por los activistas, el Gobierno considera que una liberalización solo traería más problemas.
“El incremento en el consumo de sustancias que resultan nocivas para la salud traerá aparejado un crecimiento exponencial de los gastos asistenciales en materia de salud, muy superior a los presupuestos que dedican nuestros países a la represión del narcotráfico”,indicaBoraschi. Por Esteban Arrieta
Fuente LaRepublica
