Latinoamérica sigue adelante en su pequeña revolución cannábica y, en ese contexto, Ecuador cosecha sus primeras flores.
Hay un viejo clásico del cantante mexicano Cristian Castro que en su estribillo grita ‘lloran las rosas’.
La canción queda perfecta para describir el inicio de una suculenta y prometedora industria en Ecuador, la del cannabis.
Tal como informa El Universo, en Tabacundo, la “capital mundial de las rosas”, Ecuador cosecha sus primeras flores… pero de marihuana.
Tabacundo, al norte de Quito, es una ciudad ecuatoriana; cabecera cantonal del Cantón Pedro Moncayo, así como la quinta urbe más grande y poblada de la Provincia de Pichincha.
Es considerada la “Capital Mundial de la Rosa”, por su gran producción florícola, obteniendo un Récord Guinness en el 2018.
Ahora, una florícola en Tabacundo cede parte de su tierra a la producción de cannabis no psicoactivo.
El cultivo pertenece a CannAndes, una empresa que nace de la florícola Boutique Flower’s con el fin de migrar o convertir parte del cultivo de flores de corte a cultivo de cannabis.
Y que este julio le gritó al mundo que Ecuador cosecha sus primeras flores de marihuana.
Sus propietarios son Klaus Graetzer, Felipe Norton y Alfredo López, tres jóvenes que descubrieron el cannabis y quieren estar al nivel de otros países como Estados Unidos, Suiza y Francia.
En febrero pasado, la empresa se convirtió en la primera en adquirir las siete licencias que otorga el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para trabajar en esta creciente industria.
Las licencias permiten la importación y venta de semillas, la producción y venta de semillas y esquejes, la producción de cannabis no psicoactivo y cáñamo industrial.
También el fitomejoramiento y bancos de germoplasma, la producción y procesamiento de derivados, y la comercialización y exportación.
Así es como Ecuador cosecha sus primeras flores.
En viejos rosedales Ecuador cosecha sus primeras flores
La firma Boutique Flower’s encontró en el cannabis una alternativa para reinventarse y mantenerse en pie en medio de la crisis que generó la pandemia por el covid-19.
Así lo entiende Graetzer, presidente de CannAndes y gerente general de Boutique Flower’s.
“Pero la intención no es cerrar (el sector floricultor), más bien queremos tener dos brazos importantes de agrícola-exportadores en el Ecuador”, aclara el empresario a la agencia API.
CannAndes tiene permiso para sembrar nueve hectáreas en Tabacundo, además de dos licencias adicionales para cultivar en la Costa y en Urcuquí, donde ya hicieron pruebas.
En la actualidad, las siembras con plantas ya en producción están en Tabacundo y cubren cerca de una hectárea.
Las semillas las trajeron de Oregón, Estados Unidos.
“Hay que ser muy cautos. No hay que sembrar desmesuradamente porque hay que ver que el mercado esté listo”, asegura Graetzer.
La firma gracias a la cual Ecuador cosecha sus primeras flores cumple el ciclo completo de producción de marihuana.
Es que, además de tener los cultivos, cuenta con una planta de extracción de aceite crudo e iniciaron la elaboración de productos para el consumo humano.
Prevén abrir este 2021 un local en el norte de Quito, para vender sus artículos, varios de los cuales los elaboran en alianza con maquilas.
Ecuador cosecha sus primeras flores gracias a su legislación
Para Graetzer, la legislación ecuatoriana impulsa el crecimiento de esta industria, pues tiene varias ventajas en comparación a las de otros países.
Prevé, por ejemplo, que las semillas cumplan con un proceso de agrocalidad y certificación.
Además, no obliga a que la producción sea únicamente de aceite, pues para esto se requieren grandes inversiones; se podrá exportar desde la flor, que es la materia menos procesada.
A diferencia de lo que ocurre en Colombia, Ecuador cosecha sus primeras flores de cannabis y puede exportarlas sin procesarlas.
La Asamblea Nacional despenalizó el cannabis no psicoactivo con menos del uno por ciento de tetrahidrocannabinol (THC) el 24 de diciembre de 2019.
Estas reformas al Código Orgánico Integral Penal entraron en vigencia el 21 de junio de 2020.
Poco más de un año después Ecuador cosecha sus primeras flores legales.
A inicio de este año se empezaron a otorgar las licencias. Dentro de los interesados en incursionar en el cannabis precisamente están las empresas florícolas.
En los últimos meses, socios de Expoflores han participado en foros y talleres en los que se han explorado y analizado los potenciales de este naciente sector.
Sin embargo, para el empresario es muy pronto para medir márgenes de ganancia de esta industria.
Lo que se sabe es que, según la experiencia colombiana -que tiene cuatro años de experiencia-, una hectárea produce en facturación 500.000 dólares al año.
“Pero creo que son datos muy especulativos porque además Colombia sí permite el cannabis psicoactivo y ese tiene un valor más alto en el mercado. Hay que ser cauto en el rendimiento de esta industria”, considera.
Norton, gerente general de CannAndes, asegura que el cannabis contiene más de 500 compuestos orgánicos, de los cuales al menos 113 son cannabinoides.
Y entre estos cannabinoides destacan, por sus cualidades terapéuticas, el cannabidiol (CBD) y el THC.
Este último es el compuesto psicotrópico predominante en la planta, el responsable de la psicoactividad por la que el cannabis es conocido.
El tema es que ambos poseen un valor terapéutico muy significativo que se potencia cuando trabajan juntos.
El cannabis es no piscoativo cuando posee menos de uno por ciento de THC, el permitido para la industria ecuatoriana.
Si tiene más de ese porcentaje ya es un cannabis psicoativo, conocido como marihuana, lo que no está permitido producir ni comercializar en el país.
