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EE UU empieza a mirar con mejores ojos a la marihuana

23 August, 2013, 19:00 PM
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george-washington-weed-smokerEEUU.- Washington se convierte en el segundo estado en legalizar el consumo esta droga.

Hasta el año pasado el festival de Seattle que defiende la legalización de la marihuana era un buen sitio para que la Policía llenase las arcas con multas a quienes cogían fumando in fraganti.

Ahora que el Estado de Washington se ha convertido en el segundo de EE UU en legalizar el cannabis sin paliativos, el Hempfest de este año es el festival de la victoria, y los agentes no quieren perdérselo. Sólo que en vez de multas las fuerzas de seguridad entregarán bolsas de Doritos, a las que no podrán resistirse aquellos que caigan víctimas de la gusa que deja un buen porrillo.

“Hemos pensado: ¿Qué hay más irónico que la Policía regalando bolsas de deliciosos aperitivos en un festival que celebra los porros?”, justificó sonriente el sargento Sean Whitcomb, portavoz del Departamento de Policía de Seattle. “Será una forma de empezar la conversación. Nuestra prioridad número uno es la seguridad pública”, atajó con profesionalidad.

“¿Mariquéahora?”, dirán las bolsas que entreguen. Esa será la palabra que les lleve en Internet a la página web de los agentes de Seattle www.spdblotter.seattle.gov, que ha inaugurado un blog con el que informar a la población sobre la nueva legislación.

“El pueblo ha hablado”, dice con seriedad el primer post, en referencia al referéndum que en noviembre aprobó el uso generalizado de la marihuana, incluyendo los fines recreativos, al igual que Colorado. El uso con fines medicinales es legal en 20 Estados de la Unión y Washington D.C.

El primer post del blog empieza casi con una disculpa. “A pesar de la larga prohibición nacional de la marihuana, su posesión en pequeñas cantidades siempre ha tenido la prioridad más baja para la Policía de Seattle desde que los votantes pasaran en 2003 la Iniciativa 75”, que conminaba a la Policía a centrarse en delitos más importantes. “A los agentes no nos gustan las lagunas legales, y ahora con la iniciativa 502 (que la legaliza a todos los efectos) lo tenemos más claro”.

La ley sigue teniendo sus limitaciones, y esas son las que la Policía quiere dar a conocer. Por ejemplo, es absolutamente legal poseer hasta una onza de hierba (28,35 gramos) o 16 (casi medio kilo) de productos sólidos inoculados con ella, “como galletas”, o 72 (dos litros) de líquidos impregnados en marihuana, “como aceite”. Pero, al igual que el alcohol, no está permitido mostrarlos en público, “y probablemente tampoco debas traerla a los juzgados ni a otros edificios federales”.

Sobre todo porque a nivel federal la marihuana no se ha despenalizado, lo que crea un conflicto legal que algún día tendrá que dirimir el Supremo. Por ahora, el fiscal general, Eric Holder, anunció el lunes que ha dado instrucciones a todos los fiscales federales para que no impongan penas máximas por uso menor de drogas a quienes no estén implicados en bandas callejeras ni crimen organizado.

Pero se quedó muy lejos de anunciar el fin de la persecución de delitos relacionados con el cannabis, que es lo que realmente buscan sus defensores.

Esa es la razón que mantendrá con vida Hempfest, el mayor festival pro marihuana del mundo, que este fin de semana tiene mucho que celebrar. Los defensores del cannabis han encontrado un inesperado aliado en CNN, donde su experto médico más famoso, el doctor Sanjay Gupta, acaba de pedir perdón públicamente por negar durante años sus beneficios y contribuir a su demonización pública.

LAS BONDADES

La conversión de Gupta llega después de que le encargaran un largo reportaje televisivo sobre la hierba que se abre paso en la sociedad. Después de un año de entrevistas e investigación, ha comprendido con datos en la mano lo que cualquier usuario podía haberle dicho de primera mano: que la marihuana es mucho menos adictiva que el alcohol, que a diferencia de éste, nadie ha muerto por sobredosis, ni se vuelve violento cuando fuma.

Y lo más importante para él, el cannabis llega, sin efectos secundarios, a donde los productos farmacéuticos dejan de actuar. Es capaz de calmar el dolor, la ansiedad, la inflamación, el autismo, el déficit de atención, la hiperactividad y hasta la epilepsia, entre otras muchas dolencias.

Con él, todo CNN se ha sumado a la causa medicinal. Esta semana sus informativos han atornillado al gobernador de New Jersey, Chris Christie, para que legalice el uso infantil de una forma de marihuana que contiene bajas dosis de THC, la parte psicoactiva, y altas dosis del resto de los componentes considerados medicinales.

El cebo es Brian Wilson, padre de una niña de dos años con síndrome de Dravet que sufre convulsiones diarias en las que a veces incluso deja de respirar. Tras fracasar con la artillería farmacéutica, los médicos le han recomendado el cannabis, que se ha demostrado efectivo en el 80% de los casos.

Lógicamente, la pequeña de dos años no puede fumar porros, por lo que su padre persigue al gobernador en los actos públicos para que apruebe alguna fórmula, líquida, sólida o incluso en cápsulas. “Por favor, no deje que mi hija se muera”, le suplicó en la televisión. Christie le ha prometido una respuesta este fin de semana. Si es negativa, Wilson hará planes para mudarse a Colorado, donde pueda ahorrarle a su hija el sufrimiento.

“Ya sé que para usted esto es muy simple, pero para mí es muy complicado”, dijo molesto el político. “Le deseo a usted y a su familia lo mejor pero yo haré lo que sea mejor para este Estado”. El gobernador de New Jersey cree que autorizar ese uso para niños es pisar “un terreno resbaladizo”, por el que sin embargo se deslizan la mayoría de los estadounidenses.

Un estudio del PEW Research Center reveló en abril que por primera vez el 52% de los estadounidenses estaba a favor de la legalización de la marihuana, en comparación a sólo el 32% en 2002. Con ello se diluye también el estigma que asociaba el cannabis con hippies y porreros.

Grupos como El Club de las Madres de Beverly Hills han salido del armario para exhibir en público sus hábitos, con la esperanza de cambiar la imagen que la sociedad tiene de esta hierba que tanta paz y bienestar trae a sus vidas.

Si los votantes de California no aprobaron su legalización más allá del uso medicinal es porque no quieren abrir la puerta del negocio a las grandes corporaciones para que corrompan su preciada hierba, como hicieran antaño con el tabaco Philip Morris, R. J. Reynolds y otros.

Y todo para llenar aún más las arcas públicas que lo gravarían con impuestos. Aún así, el avance de la marihuana parece tan imparable como el de la legalización de los matrimonios homosexuales, los dos temas que sacuden las urnas en cada elección estadounidense, con referendos a favor y en contra.

imagesQuienes parecen satisfechos de plegarse a la voluntad popular son los agentes, ahora con menos trabajo. Una vez sumados a la causa, se entregan a ella con la pasión que demuestra repartir Doritos para paliar la hambruna marihuanera.

Como colofón, la Policía de Seattle contribuye a acabar con el estigma social al colgar en su página un vídeo de ‘El Señor de los Anillos’ fumando “la mejor hierba”, le dice Bilbo al mago Gandalf antes de pasarle la pipa. “Cálmate, amigo mío. Esta será una noche para recordar”, promete.

Fuente DiariodeNavarra

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