Las ventas de cannabis son legales en California desde el 1 de enero. Las personas pueden comprar marihuana recreativa en dispensarios que solían proporcionar la hierba solo a pacientes, por lo que los negocios están en auge. Las líneas son largas y los espíritus son altos.
Se están creando trabajo. Las empresas de cannabis están contratando. Los carteles están llenos de anuncios con temática de marihuana. Abogados, consultores, vendedores y proveedores de envases y todo tipo de personas están ganando dinero en la nueva industria ecológica.
Durante una visita reciente a Therapeutic Alternative en la calle H en el centro de Sacramento, el porro estaba saltando. La propietaria de la tienda, Kim Cargile (en la imagen superior), me dijo que aunque estaba contenta de tener clientes adicionales, las nuevas regulaciones han hecho que hacer negocios sea el doble de caro de lo que solía ser, aunque todavía vale la pena.
Sin embargo, en pocas palabras, los impuestos son demasiado altos . Después del impuesto especial, el impuesto estatal, el impuesto municipal y cualquier otro cargo aleatorio que se agregue, los impuestos al cannabis se encuentran en el rango de 25% -30%. Los impuestos exorbitantes no harán desaparecer el mercado negro.
Berkeley ya está considerando reducir su impuesto al cannabis. Otras ciudades pueden hacer lo mismo.
La mayoría de las ciudades aún no tienen tiendas de cannabis recreativo. San Diego, Sacramento y el Área de la Bahía están por delante de la curva, pero Los Ángeles se ha quedado atrás en la aceptación de solicitudes. Lugares como Fresno, Bakersfield y la mayoría del Valle Central probablemente nunca permitirán el cannabis recreativo para adultos.
El condado de Calaveras, en las estribaciones de Sierra Nevada al sudeste de Sacramento, comenzó a reclutar cultivadores de cannabis hace dos años, pero tiró el cebo y cambio en enero, cuando prohibió por completo el cultivo comercial. Este movimiento dejó a los agricultores e inversionistas enganchados por millones de dólares y lo más probable es que desencadene varios pleitos.
Hezekiah Allen, director ejecutivo de la Asociación de Productores de California , ha entablado una demanda para impugnar la eliminación del tope de un acre en las granjas comerciales. La Prop 64 se diseñó y se vendió a pequeños productores como una forma de darles una ventaja a los operadores de cannabis de pequeña escala antes de que las gigantescas granjas corporativas trataran de arrinconar el mercado. La eliminación de esta tapa hace que sea más difícil para los proscritos ser legitimos.
La gente sale de la cárcel y se borran sus antecedentes penales. La Proposición 64 permite que cualquier persona con una condena por cannabis solicite a la corte que se modifique el registro si la infracción pasada ya no es un delito o si el “delito” ahora es un delito menor en lugar de un delito grave. Algunas ciudades, como San Francisco y San Diego, están buscando en sus bases de datos en un esfuerzo por brindar ayuda a las miles de personas que han sido injustamente castigadas por la Guerra contra las drogas. Otras ciudades (ejem, Los Ángeles), no tanto.
Que las personas puedan solicitar a los tribunales que eliminen de sus registros los cargos y condenas es probablemente lo mejor de la legalización del cannabis en California hasta ahora.
Por Ngaio Bealum
El ex editor de West Coast Cannabis actualmente escribe para Sacramento News and Review y Freedom Leaf. También realiza comedia en vivo en clubes y eventos MCs de la Conferencia Internacional de Negocios de Cannabis.
