Como vivo yo mis globos de marihuana.

ACHUCHO

Semilla
8 Enero 2003
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Os quiero contar como vivo yo los globos que me pillo.

Estoy ahora mismo en la floracion de mi segunda cosecha y fumandome muy gustoso la primera, sin embargo desde el primer canuto que me he fumado de ella he intentado analizar mi comportamiento bajo los efectos de la misma y aqui plasmo las conclusiones.

En primer lugar debo definir que cuando fumo sufro un desdoblamiento de personalidad, cuando fumo aflora mi lado mas positivista y gracias a ello he detectado que en mi vida normal (cuando no estoy fumao) prevalece mi lado mas negativista. Al estar fumado he detectado que la comunicacion con mi mujer es mas fluida y directa (el sexo fumado es muchisimo mejor que el sexo sin fumar, aunque este ultimo tambien es bueno) pero no solo en la relacion de sexo mejora con mi mujer, en el ambito afectivo es mejor, considero que mi mujer me quiere mas fumado que cuando no lo estoy, pues soy mas receptivo ante sus necesidades, converso con ella mas activamente, etc. No solo mejora mi relacion con mi mujer sino que tambien se hace notar con las demas personas de mi entorno, vease, vecinos, suegra, familia en general, cuando estoy fumao soy incapaz de reprocharles nada, sin embargo cuando no lo estoy siempre estoy pensando en los puntos negativos de las personas que antes mencione.
Debo resaltar que la actitud ante las cosas es totalmente distinta; un ejemplo: las tareas del hogar, cuando no estoy fumado no las hago con alegria o simplemente no las hago, lo cual no ayuda a la convivencia con mi pareja, sin embargo cuando fumo, las hago, me jode hacerlas pero busco la manera de hacerlas de un forma divertida y participativa con mi esposa (creo que es por esto que mi mujer quiere mas al marido fumao que al sin fumar).
Al estar fumado disfruto mas de actividades tan rutinarias como comer, hacer la comida, escuchar musica, etc,las valoro muchisimo mas; sin fumar vivo estas actividades de una manera distinta, no se como explicarlo es como si todo fuera mas gris.

Pero en uno de mis globos detecte que veia "dragones amarillos". En un principio no le di importancia pero haciendo un profundo analisis de los globos observe que la aparicion de estos "dragones amarillos" era asidua en los globos, por lo menos uno o dos dragones por globo. Me decidi entontes a encontrarles explicacion, lo primero que debia hacer era cazar a uno de ellos, y estudiarlo. Es complicado cazar un "dragon amarillo" pues pueden aparecer en cualquier lugar y momento y desaparecen muy rapidamente. Por fortuna durante uno de mis mas grandes globos fui capaz de atrapar durante unos instantes a uno de ellos y al examinarlo muy intensamente llegue al conocimiento de su existencia, despues se esfumo igual que habia venido. El causante de mis "dragones amarillos" es mi yo no fumado, ese que antes os comente que prevalece en mi vida normal, el que me hace ser negativista. En mi caso un "dragon amarilo" es un pensamiento negativo que aparece motivado por mi yo negativista, que aunque estando fumado se encuentra adormecido pero que sigue existiendo y lucha por despertarse. Sin embargo al estar fumado y prevaleciendo mi lado positivista me veo incapaz de asumir en mi mente un pensamiento negativo y esto hace que mi subconsciente lo transforme en un "dragon amarillo", de esta manera mi lado positivista se autoprotege de entrometimientos del lado negativista y, aun siendo estas intromisiones inevitables, consigue ignorlas de manera que no afecte a su manera de actuar.

Bueno, en lineas generales esta es mi manera de vivir mis globos, de todas formas sigo analizandolos con la misma pasion que cuando comence y espero poder afinar algunos otros detalles de mi comportamiento fumado que aun no he sido capaz de estudiar todo lo necesario.

Si habeis leido hasta aqui os mereceis la posibilidad de responder vuestras apreciaciones segun os venga en gana.

Y a la pregunta que todos os haceis de si he escrito esto fumado o no evidentemente la respuesta es un rotundo NO!

Saludos.
 

S4l4m4nd0

Semilla
22 Agosto 2002
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y cuanto tiempo te ha llevado el llegar a esa conclusion? es algo, como diria, rara, pero tiene una base "consistente". De todas maneras, si estando fumado eres mejor persona.... ya sabes como sigue xD
 

Roger

Gran Cogollo
7 Febrero 2002
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en un pueblo catalan parecido al de Asterix
8) hola guenasssss.....

Cuando empecé a fumar hierba habitualmente, la gente me decia... - Y eres capaz de trabajar ?? te levantas del sofá?? yo no podria... Pues desde que la fumo, miro las cosas desde otros puntos de vista, si hay que trabajar, se trabaja (yo incluso más alegre). Si hay que hacer deporte (q también hago) pues se hace, y no tengo problemas.... Las relaciónes con la pareja.... buff... es otro tema, depende también si a ella le gusta o no. Por ejemplo, mi pareja dejó de fumar hace tiempo por ansiedad y eso, y ella observa que soy más feliz rodeado de humos verdes, mis pensamientos también són más positivos y imaginativos, mi relación con la familia... desde que saben que fumo, no tengo q esconder nada y mis relaciónes són más largas y divertidas a la vez.... entonces ?? porqué hay que abandonarla ??

Pdta: Ya me veo con 80 años dandole caña al vaporizador !! ajajajjaja SALUT !!!
 

ACHUCHO

Semilla
8 Enero 2003
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Es correcto Roger...

Es correcto Roger. Creo que pertenecemos a un sector de fumadores de Maria a los cuales fumar no les apalanca ni aplatana sino que les predispone mas a las actividades rutinarias y les favorece su ejecucion desde un punto de vista positivo.

Queria hablar tambien sobre este tema, en estos foros he leido a mucha gente decir que fumar Maria les produce transtornos fisicos y psiquicos, por ejemplo vomitos, dolores de cabeza, depresiones. En mi caso nunca me ha pasado pero creo que es por que he dado con las dosis exactas para coger el puntillo que quiero en cada momento, me explico, que quiero globo globon, pues me lo fumo de marihuana solo, que quiero un puntillo relajado pues mezclo un poco de marihuana con tabaco, tambien es cierto que no me fumo los canutos con ansia, que quiza sea esta la razon por la que a ciertas personas les produce estos malestares, en mi manera de fumar existe un ritual muy relajante que es:

1º La eleccion de la marihuana que voy a fumar y su cantidad.
2ª El meterla al rayador y desmenuzarla tranquilamente.
3º Ponerla en la mano y liar el cigarrillo.
4º Encenderlo y disfrutar del aroma.

En cada uno de estos pasos procuro relajarme y centrarme en su ejecucion lo que me produce una gran satisfaccion cuando, despues de haberlos realizado, concluyen en el objetivo final que no es otro que disfrutar de la marihuana que he cultivado. El colocon vendra luego, como añadido o recompensa a este ritual, pero quizas mi unico objetivo sea ese, valorar el resultado final de mi esfuerzo en el cultivo de las plantas que me fumo.

Vaaaale, es verdad, en esta ocasion debo reconocer que este post si que lo he escrito fumao!!!!!
 

sow

Semilla
12 Diciembre 2002
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Un ejemplo de como la yerba nos afecta de diferente manera a cada uno:
Estamos 4 personas fumando en casa de un colega todos del mismo costo y la misma yerba, esta el tipico vago que al fumar se convierte en el supervago, se esta muriendo de sed pero como alguien no le traiga una cerveza el no se va a mover a por ella, tambien esta una colega dinamica y abladora que al fumar no hay manera de hacerla callar a la muy pesada, al final se la manda a por la birra y sin pensarlo va de un salto y ademas de las cervecitas se curra unos aperitivillos en un pispas, la otra persona es un poco introvertida y fuma poco por que se ralla y incluso afirma que le crea ansiedad, se queda callada y se convierte en una persona muy timida, y yo me pillo mi globo y pienso cosas como esta y me parto la polla observandoles.
Yo pienso que la yerba, y otra drogas, hace salir esa persona que todos llebamos dentro, por eso soy un poco esceptico cuando la jente me dice esta yerba te hace reir o esta otra te deja ko y pienso que sobre todo depende de la persona.
No veas como me enrollo :D venga un saludo.
 

ACHUCHO

Semilla
8 Enero 2003
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UFFFF!

Bueno sow, me gustaria contestarte y dialogar contigo sobre tu post con algo coherente pero como hoy estoy verdaderamente fumaome ariesgo a decir chorradas, asi que mejor lo dejo para otro dia que ande un poco mas lucido.
Saludos, y prometo reflexionar sobre tus palabras.
 

Majesty

Semilla
13 Diciembre 2003
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Al estar fumado disfruto mas de actividades tan rutinarias como comer, hacer la comida, escuchar musica, etc,las valoro muchisimo mas; sin fumar vivo estas actividades de una manera distinta, no se como explicarlo es como si todo fuera mas gris. <----- MADRE MIA K GRAN VERDAD!!! :D :lol: :lol:

venga saludos ;D;D;D;D
 

trance2282

Semilla
13 Enero 2004
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yep

:? :wink: estoy totalmente de acuerdo en que cada persona obtiene resultados diferentes a fumar mari. pero creo que la calidad de la hierva influye en esto. :fumador3: :fumador1: :fumador2:
 

anuska

Semilla
23 Febrero 2004
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yo tngo 17 años i voi al instituto,tooodos sabeis lo interesante ameno i dibertido ke es el instituto,en el recreo me ago un par de canutos,i alas 11 i media entro a klase mas contesnta ke dios,i se ve todo totalemnte diferente,no me aburro,me echo unas risas cn los colegas(unos risones diria yo)te lo pasas de puta madre,pasas de todo,i entonces consigues tu gran objetivo; te echan de klase.cojonudo,a seguir fumando!conclusion: en esos dias de bajón fumate un par de canutos i a por el colocónXD
 

THC88

Semilla
23 Febrero 2004
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Hola:

Mira a mi me pasó igual, al principio me decía lo maravillosas que era la marihuana por permitirme enfrentar la vida en una forma muchísimo mejor para todos (enténdase mi entorno y yo). Luego entendí que lo maravilloso que hace la marihuana no es hacerte actuar de determinada forma por causa de sus efectos, no, no no, lo que hace es abrirte la mente y darte cuenta de que TU eres capaz de ser mejor, no ees la droga, el THC, ni el humo el que hace que te acerques a tu pareja, eres tú, tú eres el tolerante.

Mi consejo; aprende que fumado o no, eres la misma persona, que con o sin THC en el cuerpo, puedes ser optimista y puedes hacer que tu vida sea mejor, date cuenta que si eres capaz de no ser negativo o agresivo con la hierva, también lo puedes hacer sin ella, pues insisto, TÚ tienes el poder, la linda maría sólo te muestra el camino, TU lo tomas cuándo quieres. Lo que pasa es que es más fácil para uno decir, la marihuana me cambió, que asumir que uno ha sido un tio pelotudo toda su vida y que se complicaba la existencia y la de los demás por gilipollas.

Disfruta de la marihuana sólo por lo que es y has de tu vida lo que quieras.

Un abrazo de un chileno drogado consigo mismo y con la hierva..........
 

Nvidia

Floración
27 Febrero 2004
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debajo de una piedra
A mi personalmente.....es como cambiar el chip, le das menos importancia a las pero a su vez les prestas mas atencion, tengo mi momento de apollardamiento total, en los que les hablo a los kolegas y nos reventamos todos de risa y mi momento de relax "buen rollito" en el q nadie es malo y eres el tio mas feliz del mundo, en ese momento se me pasan cosas muy raras por la cabeza, en cuerta ocasion intente jugar al pocker con mi perra (aika) , al rato me parti de risa, y a otro rato me preguntaba q habia salido mal.....jajaja yo fumo porque me encanta, su olor , su sabor y sus efectos :)) ademas me lo paso como un niño chico con el jardinova cultivandola jejeje
 

zarbel

Cogollito
25 Agosto 2004
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Près de la France
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Leyendo los mensajes de este post, me ha hecho recordar los tiempos en que fumaba marihuana a diario y estaba todo el día fumado. Se me había olvidado algo que me ocurría muy frecuentemente y que justifica el nombre de la marihuana (la que te atrapa).
Cuando comencé a fumar de mis propias plantas, tenía la sensación de que no me hacía efecto alguno, y sin embargo prefería fumarla para ir a la discoteca el viernes o el sábado. Me fui acostumbrando a ella o ella se fue acostumbrando a mí, eso nunca lo sabré, pero lo cierto es que fui incrementando el consumo de marihuana hasta convertirlo en un no saber estar en la vida sin sentir sus efectos, aunque me pareciesen leves.
Me hacía sentir más inteligente, más receptivo, mejor bailarín, mejor músico, me dulcificaba el fuerte carácter que tenía, el mal genio; muchas veces al andar por la calle veía cuanto me rodeaba como si de una película se tratase y a mí mismo como un espectador privilegiado.
Atrás, bastantes años atrás, habían quedado las primeras risas sin sentido, las experiencias de su primer porro de hachís de un muchacho de dieciséis años, ahora ya tenía los veinticuatro, la responsabilidad de terminar cuanto antes mis estudios superiores, la posibilidad de fumar por vez primera de mi propio cultivo, de mi primera planta.
No lo sabía, pero me había atrapado la marihuana.
En efecto, tal y como dicen otras personas que han experimentado sensaciones similares a las que yo tuve, no contaba con los efectos acumulativos de esta planta, sutiles, como de seda.
Los primeros meses de convivencia diaria con la marihuana fueron buenos, me trató bien, sin sobresaltos, me ayudó a saber mover mejor mi cuerpo, a ver la vida y las cosas de otra manera, lo hizo con guante de seda, con caricia de mujer. Compuse canciones, aprendí a tocarlas con la guitarra sin que nadie me enseñase y sin saber ni nota de solfeo; me puse a escribir, a reflexionar sobre las cosas del mundo, sobre mí mismo, fluyendo sin parar en mi cabeza las ideas, los recuerdos, los pensamientos lúcidos.
Y dejé de ir a la discoteca, dejé de salir con los amigos, tenía cosas más importantes que hacer que perder el tiempo con gentes que no sabían valorar el mundo, la belleza de las cosas, los sentimientos profundos, los pensamientos elevados. Descubrí al Creador, al Ser Supremo y me propuse saber quién era, qué era, de dónde venimos y a dónde vamos.
La marihuana era mi compañera de viaje, ella me llevaba de la mano, me acompañaba, me sugería, me hacía ver que con ella todo era diferente, más profundo, más claro, más verdad.
Intuí que las clases en la universidad podría comprenderlas mejor bajo la compañía de la marihuana y hasta en los servicios llegué a fumarme un porro, para atender mejor las explicaciones sobre las materias.
Comprendí que estudiar las cosas era una pérdida de tiempo, que era mejor comprenderlas aunque luego no se recordasen sino como un sueño, que tampoco hacía falta estudiar esas cosas, demasiado prosaicas, demasiado mundanas, demasiado rastreras para un espíritu elevado como el mío.
Y me fui acostumbrando a verme a mí mismo de dos modos: el que estaba bajo los efectos de la marihuana y el que no lo estaba.
Ya había experimentado el año anterior los efectos de la paranoia y del pánico con otra marihuana, efectos que la que yo había cultivado no me producían.
Un día, con una amiga, nos fuimos a su piso a fumar de su marihuana, una hembra nepalí que la había cosechado bastante hecha, con un colocón mortal, impactante, demoledor. Nos fumamos un cogollo, que rascaba una barbaridad, y nos sentamos a esperar sus efectos. No se hicieron esperar, en menos de diez minutos la marihuana me envolvió, me encadenó, me ató al suelo, me dejó inmóvil como cataléptico, con los ojos abiertos, enseñandome la muerte de mi padre. Rompí a llorar porque quería marcharme de allí, ayudar en lo que pudiera, no soportaba no estar presente en esos momentos, pero no podía moverme, no me dejaba.
He leído que, como prólogo a las enseñanzas del Buda, un conferenciante narraba la anécdota de unos fumadores de hachís que estuvieron toda la noche remando, esforzándose, totalmente convencidos de que al rayar el alba llegarían a su destino, cuando amaneció se dieron cuenta de que se les había olvidado desamarrar la barca y todo su esfuerzo había sido en vano.
Así estaban siendo las cosas, pero yo no me daba cuenta.
Achaqué la mala experiencia a que había sido un mal rollo de esos que te dan y que yo no estaba libre de sufrirlo, igual que los demás mortales.
Así que continué fumando a diario y experimentando conmigo mismo.
Dejé de ir a la universidad, porque las clases me aburrían, me parecían insulsas y el contenido de los libros y apuntes absurdo, todas esas cosas podían ser perfectamente de otro modo, el mundo podía cambiarse y dársele la vuelta con facilidad, yo mismo lo podría hacer en cuanto me lo propusiese.
Acabé encerrado en mi cuarto, ahí lo tenía todo: una guitarra destartalada, una voz rota por el humo, papel, bolígrafo, mis pensamientos y la marihuana, que ya no era mi amiga, era yo mismo o yo era ella, ya no sabía distinguirlo.
Y la marihuana me dijo que había cosas que se podían ver y sentir, que nunca las había intentando alcanzar y que era posible, así que me dejé llevar y ví el cielo, lo sentí, la felicidad absoluta, el sentimiento interno de ser absolutamente bueno, limpio de corazón, puro de todo pecado, fue una experiencia mística, era fácil estar en el cielo y yo no me había dado cuenta, la marihuana me lo enseñó, me llevó en volandas.
Y me hizo ver que habiendo llegado a ser tan bueno, como un ángel del cielo, podría también descender a los abismos, al infierno, verlo, comprobar como es, y me dejé llevar. Me invadió el ruido de un enjambre de abejas, un ruido ensordecedor, envolvente, que cada vez se adentraba más y más en mi interior, se apoderó de mí un sentimiento de culpa infinita, de ser la peor persona del mundo, el más canalla, el que más daño había hecho a la humanidad desde el principio de los tiempos; supe desde ese momento que el demonio habitaba en mí, que yo era su mensajero, que mi supuesta bondad no era sino maldad disfrazada, la peor de las maldades, la alevosa, la premeditada.
Me percaté de que la marihuana me había mostrado la cara verdadera de mí mismo, la que nunca quise reconocer, y se empezó a comportar conmigo como una madre severa, castigándome cada vez que fumaba, haciéndome sentirme culpable, miserable, desgraciado, me decía que yo no valía para nada, que no era más que un pobre enfermo mental que necesitaba de ayuda. No podía mirarme el espejo, se me saltaban las lágrimas, me daba pena de mí mismo, de lo que había hecho con mi vida, tirarla por la borda. Algún día tendría que rendir cuentas de todo el daño que había hecho a la humanidad y a mí mismo, tendría que ponerme ante el Supremo, y sentía pánico, le pedía perdón, pero no me sentía perdonado.
No lo sabía entonces, lo sé ahora, John Lilly hablaba en sus clases de la universidad de los peligros de tomar drogas sin haber desactivado antes los programas autodestructivos que pueden guardar nuestras mentes.
Ciertamente, la experiencia sufrida con el LSD a los veinte años fue desagradable, no estaba preparado para asumirla, en soledad, en la oscuridad, como yo lo hice. Esta experiencia me hizo ver que dentro de mí guardaba el miedo a la muerte, el miedo al sufrimiento, el miedo a los fantasmas del pasado y del futuro, el miedo a suicidarme.
Las últimas experiencias negativas sufridas con la marihuana me hacían pensar que algo había que hacer, quienes me rodeaban me consideraban ya inasequible, en otro mundo, me miraban como a un bicho raro; yo también comenzaba a notarme como un bicho raro, no me gustaba nada de lo que hacían los demás, los estudios los tenía ya olvidados y había decidido abandonarlos, pero no me sentía capaz de trabajar en nada, ¡si al menos hubiera habido un trabajo que me permitiese estar bajo los efectos de la marihuana! Pero no conocía ningún trabajo así.
Acudí a un sacerdote para comentarle mi mal estado interior, de culpabilidad, me dijo que esos síntomas eran señal de que había dejado atrás el niño que había sido y que ahora era un hombre, ya con veinticinco años. Había pasado ya un año desde que fumaba marihuana a diario, todo el tiempo, hasta la hora de dormir desde que me levantaba.
Decidí dejar de fumar, así que ese primer día no iba a fumar; a media mañana me percaté de que en mí habitaba una doble personalidad, que podía ser de dos modos distintos, del modo que a mí me gustaba y me hacía sentir bien; y del modo que me disgustaba y me hacía sentir mal.
Pensé que la marihuana podría servir para este objetivo: si me sentía mal la marihuana cambiaría mi estado de ánimo, así que sólo la fumaría de ahora en adelante con ese propósito, para sentirme bien, para verme del modo que a mí me gustaba.
La marihuana era una puerta, podría yo estar en este lado o en el otro de la puerta indistintamente, mis dos caras, mis dos personalidades podrían entrar o salir según la marihuana abriese esa puerta.
Dejé de fumar de seguido, la verdad es que la marihuana ya se me había acabado y estaba fumando de dos nuevas plantas que tuve, pequeñas, y de la marihuana de mi amiga, que sólo fumaba conmigo. Cuando me sentía mal le llamaba y, si no podía o no asentía a darme marihuana, me sentía muy mal, le acusaba de no querer ayudarme, de no comprender que necesitaba de su marihuana para abrir mi puerta interior, para volver a ser bueno, para volver a ser brillante, para volver a ser feliz.
Aquel año lo perdí completamente, comencé a beber en exceso porque no me soportaba, porque la puerta estaba cerrada y me había quedado en el lado que no me gustaba; hacía tiempo que no leía porque no comprendía las palabras ni lo que significaban; no me acordaba de las cosas ni de los acontecimientos, era como el lejano recuerdo de una película olvidada; perdí el sentido de la temporalidad, todo transcurría o muy despacio o muy deprisa; no podía concentrarme en nada y dejé de escribir, dejé de inventarme canciones, dejé de cantar. Hacía tiempo que no pisaba la calle, que no salía con nadie sino con mi amiga, la de la marihuana...
Se me acabó la marihuana y la de mi amiga también, el tiempo comenzó a correr, a acelerarse y yo iba camino de los veintiséis años, sin terminar los estudios. La marihuana o los años o mi mente habían conseguido que ahora me emborrachase con facilidad, cuando años antes me podía beber el bar entero y salir de ahí y entrar en el de al lado, a vaciarlo también, yo había cambiado, era distinto, nada que ver con aquel hombre de veinticuatro años, el de año y medio antes.
No había opción, tenía que decidir yo mismo mi vida, ya no tenía a la marihuana, no había posibilidad de comprar hachís porque no tenía dinero alguno, el poco que conseguía me lo bebía, así que decidí terminar con todo.
Me hice un examen profundo de conciencia, valoré que la marihuana me había atrapado, había llegado a ser su esclavo, me había mostrado sus dos caras y yo había visto mis propias dos caras, me había elevado al cielo y sumergido en el infierno, ya tenía bastante. Tomé la decisión de dejar de salir, incluso el viernes o sábado por la noche, considerarme un enfermo que necesitaba de mis propios cuidados y darme autodisciplina, reabrí los libros, partí de cero, lágrima tras lágrima, intenté recuperar mi dañada memoria, poco a poco, practicando, hasta que conseguí terminar la carrera y dar por olvidada esa experiencia vivida.
Pocos años más tarde fumé con cierta frecuencia hachís, pero me dejaba mal cuerpo, no sentía nada parecido a lo que sentía con la marihuana, teniendo ya treinta y cinco años y habiendo fumado dos caladas de un porro de hachís me sentí mal, me tuve que sentar en el suelo del bar, es la última vez que lo probé.
Este relato refleja la forma y el modo en que fui atrapado por la marihuana, que actúa de distinta manera y causa diferentes efectos según la edad, el estado de ánimo y la liberación de las ideas autodestructivas, pero que, en todo caso, "te atrapa".
 

board

Semilla
26 Junio 2003
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dime dnde esta, q si eso ya paso yo
pues sinceramente estoy d acuerdo con lo q habeis escrito casi todos , t hace ver la vida d manera distinta, t hace disfrutar d cosas q nunca disfrutarias, resi¡umueindo me ha hecho ser mejor persona, y puede q es verdad q t atrape, ojala a todos nos atraparan cosas q no hacen ser mejores personas
 

Rap-solo

Cotiledon
15 Marzo 2004
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..

Zarbel, tremendo el relato, me gusto mucho, creo ke representa a mucha gente, un saludo y felicidades x el.
 

strip

Semilla
2 Julio 2004
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soy diferente!!

SOY DIFERENTE!!!! :eek: UN GRAN SALUDO 8O
 

zarbel

Cogollito
25 Agosto 2004
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Près de la France
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Bueno, pues os puedo ya contar cómo estoy viviendo ahora mismo mi reencuentro con la marihuana, después de veinticinco años sin probarla.
Me he fumado algún cogollito y me ha sentado de puta madre, salvo el primer día, que lo fumé muy tarde y estaba mi cuerpo cansado.
Me ha dado por cantar y por escribir canciones, así de claro. He aprendido a tocar la guitarra, a seguir el ritmo, a cantar canciones de mi propia composición.
Ya casi no escucho discos, me pego las tardes cantando, repasando las canciones y sacando otras nuevas. He descubierto que me gusta la música y que puedo tocar y cantar, escribir y crear.
He llevado todos estos años reprimido, había asesinado al artista que llevo dentro, abrumado por el trabajo, por el dinero, por la sociedad, por la familia, por el qué dirán...
Ahora me importa una mierda todo eso, me siento libre, me siento útil, me siento tocado por el Espíritu Creador, como intérprete de sus obras.
He estado repasando nuestra Biblia, el mandamiento de Dios para los hombres, y nos lo dice bien claro: "Vez que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre toda la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será vuestro alimento". (Génesis, 1, 29).

¿Cómo podemos los hombres negarnos lo que Dios nos ha dado?
¿Cómo puede estar prohibido el consumo de marihuana?
¿Quién contraviene el mandamiento de Dios y nos quita lo que El nos ha dado?
¿Quién es capaz de decir que en "toda hierba de semilla que existe sobre toda la haz de la tierra", no entra la marihuana?
 
zarbel dijo:
... el mandamiento de Dios para los hombres, y nos lo dice bien claro: "Vez que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre toda la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será vuestro alimento". (Génesis, 1, 29).

¿Cómo podemos los hombres negarnos lo que Dios nos ha dado?
¿Cómo puede estar prohibido el consumo de marihuana?
¿Quién contraviene el mandamiento de Dios y nos quita lo que El nos ha dado?
¿Quién es capaz de decir que en "toda hierba de semilla que existe sobre toda la haz de la tierra", no entra la marihuana?

Así está escrito, zarbel.




:fumador2:
 

Er_PloK

Semilla
19 Julio 2004
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Estoy con Zarbel,

A mi me ha pasado un poco de lo mismo: me considero músico y compositor, pero jamás me decidí a hacer nada serio y eso que todo el mundo me decía que valia, pero en fins.
Ahh se puede saber que edad tienes Zarbel????

Saludos
 

zarbel

Cogollito
25 Agosto 2004
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Près de la France
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Pues nada, sigo componiendo música y letra, con Sensi Star o con Destroyer, con hojas de macho o a pelo, hoy he terminado otra canción.
 

ruso78

Semilla
8 Noviembre 2003
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Muy buenos relatos zarbel ¿como eran las experiencias de ir fumado a la uni, te hacia compreder las cosas mejor, o que pasaba?
Con respecto a los malos royos, creo que hay que fumar en un lugar tranquilo, relajado y con la mente despejada que ella te muestra cosas increibles. Saludos.
 

zarbel

Cogollito
25 Agosto 2004
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Près de la France
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Pues ahora, que hay amplia perspectiva, te diría que yo pensaba que me enteraba de algo en las clases, imagínate que estudiaba Derecho y que son todo conceptos teóricos, no hay dibujitos ni fotos, sólo palabras.
Comencé a tomar apuntes a toda velocidad fumado y, si me fijaba en lo que escribía no me enteraba de lo qué decía el catedrático; si me concentraba en lo que decía el catedrático me quedaba pensando y se me iba el hilo de que lo iba diciendo el profe a continuación.
Además, coincidió el año más duro de fumeteo con el curso Cuarto, que es el más difícil con diferencia: Procesal, Mercantil, Civil, Administrativo, Fiscal y Laboral en la España del curso 1978-1979 (la Constitución se aprobó en diciembre de 1978), sometida a numerosos cambios legales por el cambio de régimen, de una dictadura a una democracia.
En realidad, no me enteraba de gran cosa en las clases y perdí interés por las materias y hasta por los compañeros de curso, creando mi propio mundo, que me llevó a suspender en junio de 1979 todas menos una, cuando hasta entonces llevaba aprobado todo con buenas notas.
 

bola

Semilla
8 Marzo 2005
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hermano que gran relato! y cierto es lo de liberar los malos pensamientos, a mi me jugaron una muy mala pasada, hace ya mas de dos años, y aun así, cuando fumo ganja me vienen esos momentos a la cabeza, y no me mola nada, por eso la fumo muy controlada...me alegro de que todo te vaya de pm!!

bless!!
 
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