Prueba con bocadillos de chorizo, jamón, mortadela... Prueba a ponerte como un reto el tener que prepararte la comida cuando estés fumado y te entre al hambre; renuncia a la comida prefabricada, que no sean embutidos. Seguramente comerás menos y más sano.
Lo más sofisticado podría ser prepararse unos huevos fritos, un sandwich de jamón y queso, un filete con patatas fritas, una tortilla de patatas o unos calamares en su tinta... con un poquito de marihuana, que agradecen mucho esa compañía. (Me está entrando hambre y no tengo calamares).