Marihuana para la dieta
El "hambre" del consumidor de marihuana es producida por una reacción química.
En una nueva ofensiva en la guerra contra la obesidad, un grupo de científicos estudiaron el proceso que hace que los fumadores de marihuana sientan hambre cuando están bajo sus efectos.
El consumo de cannabis genera a menudo una necesidad imperiosa de comer -algo que algunos conocedores llaman "los monchis".
La hipótesis inicial establecida por los investigadores de la compañía farmacéutica francesa Sanofi-Synthelabo establecía que esa reacción química podía ser manipulada para controlar el apetito.
El nuevo fármaco podría ayudar a controlar la obesidad.
Ahora están en el proceso de poner a prueba un fármaco para eliminar la sensación de hambre, desarrollado a partir de los conocimientos científicos sobre el cannabis.
Los primeros resultados de las pruebas clínicas de la sustancia experimental Rimonabant en Estados Unidos y Europa han sido prometedores.
Los pacientes que tomaron el medicamento por 16 semanas perdieron hasta cuatro kilos.
La teoría
Los doctores pensaban originalmente que la marihuana afectaba el cerebro de forma casi indiscriminada, de manera que el hambre no era más que uno de sus posibles efectos.
Pero investigaciones realizadas durante la década de los 80 demostraron que efectivamente tiene un efecto directo sobre el apetito.
Al parecer, causa una liberación brusca de sustancias químicas similares a las del cannabis, que el cerebro mismo produce: los cannabinoides.
Los científicos luego descubrieron la forma de bloquear los receptores en el cerebro para impedir que los cannabinoides envíen mensajes "de hambre".
Luego, desarrollaron una sustancia que cumple esa función. El éxito de los resultados obtenidos en los estudios con animales ha llevado a pruebas en humanos.
La compañía esta a punto de completar la tercera fase de las pruebas clínicas, que involucran a más de 6.000 pacientes.
Aún es necesario investigar más para determinar los efectos a largo plazo del medicamento en los seres humanos.
No obstante, de resultar benéfico, la empresa farmacéutica Sanofi-Synthelabo podría solicitar aprobación oficial para su nuevo medicamento.
© BBC
BBC World Service
Bush House, Strand, London WC2B 4PH, UK
El "hambre" del consumidor de marihuana es producida por una reacción química.
En una nueva ofensiva en la guerra contra la obesidad, un grupo de científicos estudiaron el proceso que hace que los fumadores de marihuana sientan hambre cuando están bajo sus efectos.
El consumo de cannabis genera a menudo una necesidad imperiosa de comer -algo que algunos conocedores llaman "los monchis".
La hipótesis inicial establecida por los investigadores de la compañía farmacéutica francesa Sanofi-Synthelabo establecía que esa reacción química podía ser manipulada para controlar el apetito.
El nuevo fármaco podría ayudar a controlar la obesidad.
Ahora están en el proceso de poner a prueba un fármaco para eliminar la sensación de hambre, desarrollado a partir de los conocimientos científicos sobre el cannabis.
Los primeros resultados de las pruebas clínicas de la sustancia experimental Rimonabant en Estados Unidos y Europa han sido prometedores.
Los pacientes que tomaron el medicamento por 16 semanas perdieron hasta cuatro kilos.
La teoría
Los doctores pensaban originalmente que la marihuana afectaba el cerebro de forma casi indiscriminada, de manera que el hambre no era más que uno de sus posibles efectos.
Pero investigaciones realizadas durante la década de los 80 demostraron que efectivamente tiene un efecto directo sobre el apetito.
Al parecer, causa una liberación brusca de sustancias químicas similares a las del cannabis, que el cerebro mismo produce: los cannabinoides.
Los científicos luego descubrieron la forma de bloquear los receptores en el cerebro para impedir que los cannabinoides envíen mensajes "de hambre".
Luego, desarrollaron una sustancia que cumple esa función. El éxito de los resultados obtenidos en los estudios con animales ha llevado a pruebas en humanos.
La compañía esta a punto de completar la tercera fase de las pruebas clínicas, que involucran a más de 6.000 pacientes.
Aún es necesario investigar más para determinar los efectos a largo plazo del medicamento en los seres humanos.
No obstante, de resultar benéfico, la empresa farmacéutica Sanofi-Synthelabo podría solicitar aprobación oficial para su nuevo medicamento.
© BBC
BBC World Service
Bush House, Strand, London WC2B 4PH, UK