Hace unos mil años, un prenda llamao Hassan Ibn Sabbah, contemporáneo y amigo de Omar Khayyam, se montó una secta ismaelita que operaba con feyahdin desde el castillo-fortaleza de Alamut, unos soldaos completamente entregaos a la causa que buscaban la muerte como premio. Se dedicaban a operaciones especiales, introduciéndose solapadamente en la corte de los palacios y matando a emires y grandes personajes de estado, con lo que Ibn Sabbah era uno de los hombres más temidos de su tiempo. Se llamaban los hassassin, que como muchos sabéis es el nombre que le daban a esos feyahdin porque se decía que se pasaban el día puestos de hashish y es el origen etimológico de la palabra asesino.
Asesino, o hassassin, no siempre ha significado lo mismo. Hoy lo llamamos a alguien que mata premeditadamente, pero hasta el siglo XV, en que un clérigo cristiano, ante el nuevo despertar de los ismaelitas, fue el primero en relacionar ambos términos. Hasta entonces, asesino se entendía como "plotista" o planificador astuto. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando quedó sentao su significado gracias a Edgar Alllan Poe, que lo popularizó.
En el libro "Alamut", de Vladimir Bartol, novela escrita en el año 1938, nos da una versión del origen de esta secta, aunque sus orígenes y en general todo lo que ocurrió no está lo suficientemente documentado como para hacerse una idea precisa. No describe los contactos con los templarios, con quienes intercambiaban logística, pues sus métodos eran más sutiles y elitistas que los del cristiano (en comparativa digamos que los hassassin eran el Mossad y los Templarios el Cesid).
La ingestión de hashish se expone en la novela de un modo bastante ridículo, pues lo hacen en forma de píldora y sus efectos se describen de un modo demasiado plano (vuelos astrales y visiones de ciudades magníficas, etc), pero no deja de ser una lectura curiosa, cuyo objeto no era documentar la historia de Ibn Sabbah, sino una alegórica denuncia sobre la manipulación psicológica tan de moda entre las juventudes hitlerianas o stalinistas durante la fecha en que se escribió.
Aunque existe otra versión en que esos feyahdin consumían grifa en un modo similar a los legionarios de hoy, puramente circunstancial. No significa que el ejército permita y menos promueva el consumo de grifa entre los lejías, pero es fácil identificarlos. Los de los pueblos de alrededor de Alamut les darían pues ese nombre
Los hassassin ese a su desmantelamiento oficial mediando el siglo XIII, no han desaparecido, aunque hoy no hay indicios de que vayan matando a la gente. Se calcula que existen unos 150.000 en la India, y se declaran súbditos de un viejo conocido en las páginas del... Hola!, el famosamente disoluto príncipe Aga Khan.
Alamut, con sus tropezoncillos, es un libro entretenido.
Asesino, o hassassin, no siempre ha significado lo mismo. Hoy lo llamamos a alguien que mata premeditadamente, pero hasta el siglo XV, en que un clérigo cristiano, ante el nuevo despertar de los ismaelitas, fue el primero en relacionar ambos términos. Hasta entonces, asesino se entendía como "plotista" o planificador astuto. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando quedó sentao su significado gracias a Edgar Alllan Poe, que lo popularizó.
En el libro "Alamut", de Vladimir Bartol, novela escrita en el año 1938, nos da una versión del origen de esta secta, aunque sus orígenes y en general todo lo que ocurrió no está lo suficientemente documentado como para hacerse una idea precisa. No describe los contactos con los templarios, con quienes intercambiaban logística, pues sus métodos eran más sutiles y elitistas que los del cristiano (en comparativa digamos que los hassassin eran el Mossad y los Templarios el Cesid).
La ingestión de hashish se expone en la novela de un modo bastante ridículo, pues lo hacen en forma de píldora y sus efectos se describen de un modo demasiado plano (vuelos astrales y visiones de ciudades magníficas, etc), pero no deja de ser una lectura curiosa, cuyo objeto no era documentar la historia de Ibn Sabbah, sino una alegórica denuncia sobre la manipulación psicológica tan de moda entre las juventudes hitlerianas o stalinistas durante la fecha en que se escribió.
Aunque existe otra versión en que esos feyahdin consumían grifa en un modo similar a los legionarios de hoy, puramente circunstancial. No significa que el ejército permita y menos promueva el consumo de grifa entre los lejías, pero es fácil identificarlos. Los de los pueblos de alrededor de Alamut les darían pues ese nombre
Los hassassin ese a su desmantelamiento oficial mediando el siglo XIII, no han desaparecido, aunque hoy no hay indicios de que vayan matando a la gente. Se calcula que existen unos 150.000 en la India, y se declaran súbditos de un viejo conocido en las páginas del... Hola!, el famosamente disoluto príncipe Aga Khan.
Alamut, con sus tropezoncillos, es un libro entretenido.