CARACTEROLOGIA (VII) EL FLEMATICO

zarbel

Cogollito
25 Agosto 2004
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Près de la France
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EL FLEMATICO.

Rasgos generales:

No Emotivo, Activo, Secundario.

Es una persona de hábitos, respetuoso con sus principios, puntual, objetivo y digno de crédito. En él prevalece el sentido del deber y el respeto a los demás. No improvisa, actúa con convicción y tenacidad, y
sin altibajos afectivos.
Rasgos difíciles:
Parece impasible y poco expansivo, aunque eso no significa que no tenga sentimientos, simplemente le es
difícil exteriorizarlos.
Para cambiar:
Hay que intentar que sea más comprensivo que los demás y que cultive valores solidarios.

Más información:

Características del Flemático:

Extrovertido. Es el menos preocupado de los hombres. Hay introversión en los flemáticos anchos.
En el colegio se muestra activo, cuidadoso, hábil en el razonamiento. En días festivos se dedicará a juegos propios prefiriendo los solitarios. Acepta sin protestas y sin entusiasmos las compañías. Es el escolar del trabajo exactamente hecho: ordenado en cuadernos, libros y pupitre.
Su vida familiar se desliza exacta, sin historia, dócil y desprovista de efusión. Ama a sus padres por sentido del deber y del agradecimiento. No causa nunca inquietudes a su familia ni dificultades a sus profesores.
Frialdad y mucha calma. De ahí que se le considere frío, distante, impasible y altanero. Estos chicos se aíslan gustosamente de vez en cuando. Les gustan los mecanos y las partidas de naipes. Notables jugadores de ajedrez. Poco habladores, francos, sencillos y naturales.
Practican a veces el “humor en frío”. Son fácilmente adaptables, no innovadores. Son disciplinados.
No son expansivos. Intereses intelectuales. Manía del orden. Extrema limpieza. Si se les encarga un trabajo de dirección lo cumplen con precisión fría. Voluntad de hacer bien los cosas, No temen el esfuerzo si se trata de intereses propios (intereses activos, profundos, penetrantes en los estrechos, múltiples y cambiantes en los anchos). Curiosidad intelectual. Relación. Poco deportivos.
No son de grandes arranques (le falta emotividad), pero obra por convicción y con constancia.
Ahorradores, puntuales, dignos de confianza. Ni vanidosos ni ambiciosos.
Ejemplos de flemáticos ilusfres: Kant, Franklin, Bergson.

Tratamiento del Flemático:
Despertarle la emotividad. No se conseguirá nada con tentativas violentas.

Flemático ancho: procurar contactos con él y el ambiente y los seres. No serán simpatías pero puede comenzar “comprendiendo a los demás. Le van bien los excursiones. El cree que los demás hacen comedia; hacerle ver que no. La familia tiene la misión de lanzarlo hacia la vida y abrirle las perspectivas de los demás.

Flemático estrecho: atacarle en su punto más débil: los argumentos. A veces se muestra alegre, cordial, casi afable. Recordarle luego estos momentos, rodearle de los compañeros que más le han gustado, cortar de raíz sus manías, introducir en su vida la novedad y lo inédito. No dejarle complacerse en sus meditaciones, en su separación, en sus dibujos complejos, geométricos y misteriosos. Ponerlo en contacto con lo naturaleza, que en principio no le dice nado. Hacerle ver, por ejemplo, la belleza de un paisaje.
Intentar introducirle en juegos colectivos, participar en conversaciones. Su actividad triunfa (es su elemento positivo; en él hay que apoyarse). El ambiente debe ser motor e imán de esa actividad.

La inteligencia del Flemático:
Es lenta, pero profunda. La favorece mocho el carácter y se adapta a todas las materias escolares. Es de tipo conceptual, con buena aptitud para comprender lo esencial, ordenar, clasificar y sistematizar lo que
aprende. Muy bien dotado para las ciencias abstractas.
Posee también buena capacidad memorística y de concentración. En cambio, tiene poca imaginación y un estrecho campo mental.
Se adapta fácilmente a los horarios establecidos; trabaja de forma intensa y metódica; es regular y tenaz; tiene un claro sentido del deber; es dócil y puntual. Todo eso explica por qué siendo lento obtiene
normalmente buenos resultados.
Unicamente tiene incapacidad para la redacción. Está muy dotado para la geografía, historia, dibujo, matemática, filosofía y ortografía.
Posee intereses matemáticos, sociales, filosóficos y políticos.

Cómo orientarle en el estudio:
Al flemático hoy que sacarle del reducido marco en el que vive. Ello supone despertar en él nuevas inquietudes e intereses, llevándole del intelectualismo abstracto a la experiencia vivida; estimular hábitos de convivencia y participación; abrirle a nuevos conocimientos, ideas y puntos de vista; desarrollar en él virtudes altruistas (compañerismo,generosidad...); introducir en su vida lo diverso y lo desacostumbrado; estimular su creatividad...
 
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