La Luna tiene magnetismo. Así como controla las mareas de todos los océanos, este magnetismo también es sentido por los seres vivos porque en sus cuerpos tienen agua.
Además del poder magnético, durante el Plenilunio, la Luna tiene más energía porque colocada en oposición al Sol con respecto a la Tierra, permite que pase la energía solar, es un canal.
Este magnetismo, puede ser reconocido o no, depende de las especies. Hay animales que regulan sus migraciones y sus crecimientos por el ciclo lunar. También esto se ve en el reino vegetal, donde la siembra, cosecha y cultivo, si se rigen por el ciclo tienen mejores resultados.
El período de Luna Llena coincide con un aumento de la ansiedad, la tensión, y la sensibilidad en los seres.
Del mismo modo que influye magnéticamente sobre las aguas, afecta las emociones del hombre.
En el período del Plenilunio hay mayor sensibilidad. Para una personalidad inestable, el Plenilunio puede generar dificultades, en cambio para una personalidad estable es muy enriquecedor, porque se puede potenciar lo positivo.
El Plenilunio abarca cinco días. Los dos primeros días anteriores a la Luna Llena sirven para concentrarse, para prestarle mucha atención a esa voz interna que tenemos.
El día de Luna Llena, se hace una meditación y los dos últimos días son para la distribución de la energía en donde más se necesite.
Se pueden hacer dos tareas diferentes en el período de Plenilunio: uno sería servicio espiritual y el otro de transformación personal.
El servicio espiritual sería para facilitar el crecimiento de toda vida sobre la Tierra y el personal es para reflexionar sobre todo aquello que uno quisiera cambiar para mejorar y crecer.
Las fases lunares son importantes en muchas cosas. La luna ejerce influencia sobre las mareas y estas propician que la savia de las plantas ascienda. Parece ser que el plenilunio y su luz provoca el crecimiento en altura de las plantas. La luz de la luna interviene en la fotosíntesis y en la germinación, ya que los rayos lunares tienen capacidad para penetrar en el suelo.
Luna llena: Es cuando mas savia tienen los tejidos de los productos agrícolas, es recomendable para la recolección de frutos y la preparación de la tierra.
Luna menguante, adopta la forma de la letra "C": la savia se concentra en las partes subterráneas, es recomendable para injertos, podas, las ramas sarmientos y cañas son mas resistentes cortadas en esta fase. La siembra de productos de los que se consume la parte subterránea, patatas, zanahorias etc. La siembra de hortalizas de las que se consume la parte aérea pero que se quiere evitar su espigado o granado.
Luna creciente, adopta forma de "D" : la savia sube a la parte aérea, se recomienda para plantar y podar en los casos que se quiera favorecer el rendimiento productivo de los arboles. La siembra de productos de desarrollo aéreo excepto aquellas que se puedan espigar o granar a causa del calor.
Os pongo esta informacion que he encontrado y que cada uno saque sus propias conclusiones.