Por supuesto que no estabas bromeando, Minso, por eso he puesto el tema de la venta de terrenos en la cuenca del Segura, que afecta a Alicante y Murcia. Pero la cuestión no depende del PP, porque está más o menos pasando lo mismo en todas partes, gobierne quien gobierne.
La cuestión de fondo es: ¿En qué se basa el desarrollo de "Estepaís"? ¿Tal vez en la industria, están llegando nuevas industrias y aumenta el número de trabajadores en este sector secundario? ¿Tal vez en la ganadería, pesca y agricultura, está aumentando el número de trabajadores en este sector primario? ¿Tal vez en la construcción y servicios, sectores improductivos y terciarios?
Mientras continúe disminuyendo el número de trabajadores en los sectores primario y secundario, se forzará por el gobierno de turno, esté quien esté en el poder, la contratación en el sector terciario: construcción y servicios. No hay construcción si no hay suelo nuevo para construir, si no hay construcción nos vamos, literalmente, a la mierda.
¿Cuántos de nosotros trabajamos en los sectores primario o secundario? Yo no he trabajado en mi vida en dichos sectores, siempre lo he hecho en el de servicios y, en los veranos de estudiante, en la construcción.
Es un problema de desindustrialización, es un problema de desertización del campo, es un problema de que la agricultura, la ganadería y la pesca no son rentables y sobreviven gracias a las subvenciones. Estas subvenciones, que tan bien nos parecen y que tan mal nos parece que las eliminen desde la Unión Europea por la presión internacional que demanda libres mercados, digo, esas subvenciones son las que hacen que la leche que se produce en Africa se la tengan que meter por el culo, porque es mucho más cara, igual que la mayoría de los productos del Tercer Mundo que no pueden competir con los subvencionados por la UE.
Así, no es de extrañar que un agricultor propietario esté suspirando por vender su finca a buen precio, y le da lo mismo que se haga un campo de golf o una urbanización; no es de extrañar que millones de gentes que se dicen solidarias y de izquierdas no se hayan cortado un pelo en vender a precio de oro las casas de protección oficial que adquirieron con las subvenciones del resto de los ciudadanos (súbditos, más bien) de Estepaís, y, además, encantados de que el beneficio haya sido tan rentable.
Aquí protestaron mucho los de los supermercados cuando se abrieron los primeros centros comerciales allá, hará quince años, recuerdo bien aún antes, hará cuarenta años, cuando llegaron los primeros Supermercados, las protestas de los comerciantes de las tiendas de Ultramarinos (se vendía todo a granel y era todo carísimo en estas tiendas), que se vieron obligados a dejar de vender sus lentejas llenas de piedras y cerrar. La realidad es que, hoy, en estos días, en este puente (que en Navarra es acueducto extenso) la gente ayer acudió en masa a los centros comerciales, y decía: -En donde mejor se está, con el frío que hace en la calle-. Además, es evidente y lo puede ver cualquiera, la llegada masiva de gentes de otras naciones ha aumentado la cultura consumista (los suramericanos consumen mucho bar y mucha ropa) y frecuentan también masivamente los centros comerciales.
Un servidor, como Abogado en ejercicio durante muchos lustros, sabe sobradamente de la condición humana y de sus miserias. Hemos visto repetirse reiteradamente las mismas cosas: construcción desaforada y cargar el mantenimiento de todo ello al más tonto; por ejemplo, pueblos en los alrededores de Pamplona, Concejos dominados por dos o tres familias terratenientes que han vendido para urbanizar, se ha urbanizado, se han llevado los ingresos de licencias y plusvalías esos concejos y esas familias y, luego, seguidamente, se ha traspasado el territorio a Pamplona para que se haga cargo del mantenimiento de la urbanización, porque el concejo no puede hacerse cargo. ¡¡¡Y no pasa nada, oiga!!! Se suben los impuestos a los de siempre (gentes que viven en el centro y en barrios nuevos y a los autónomos) y se continúa sin cobrar impuestos a los de los barrios jatorras o progresistas (si no, la arman), se continúa permitiendo que haya alquileres municipales a gentes que ganan un potosí de salario y tienen dos o tres vehículos propios en la puerta de sus casas alquiladas (rentas equivalentes a seis euros mensuales para pisos que superan los ciento treinta metros cuadrados) y reformadas por el propio Ayuntamiento.
El desarrollo urbanístico es inevitable, no se puede parar la construcción porque sería llevar a millones de personas al paro, pero sí es evitable la corrupción. Esta corrupción se evita dando luz y taquígrafos a la recalificación de terrenos, pero hace muchos años, desde casi el inicio de la democracia en España, que los partidos, todos los partidos, sin excepción, decidieron hacer coto cerrado de este tema y causa común: es el principal medio de ingresos para los partidos políticos. Han hecho como los médicos: tapar con tierra sus miserias.