Principios de mejora genética (artículos de la revista cáñamo)

arrankeddj

Gran Cogollo
19 Agosto 2013
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En algún lado
Hola amigos estoy subiendo estos artículos de la revista cáñamo que son muy interesantes y creo que es su sitio


Bienvenidos a esta nueva serie de artículos sobre crianza cannábica. Como breeder o criador de semillas de marihuana necesitas conocer los entresijos de la genética y la reproducción sexual de plantas alógamas. Estos conocimientos son imprescindibles para seleccionar y mantener los rasgos deseados en las semillas de marihuana. Desde este primer artículo y en adelante, nos gustaría compartir esos conocimientos con la comunidad cannábica y, especialmente, con los lectores de la revista Cáñamo.

Antes que nada debería tenerse claro qué tipo de planta es la marihuana, desde un punto de vista reproductivo. En la naturaleza, las plantas de cannabis raramente se autopolinizan, sino que suelen cruzarse ejemplares distintos porque los machos y las hembras son ejemplares separados (excepto en el caso de las hermafroditas). Desde un punto de vista botánico se conocen como plantas alógamas, que significa que se reproducen con otros ejemplares y no se autopolinizan.

  • Poblaciones alógamas

En estado natural, las poblaciones de plantas alógamas se reproducen y cruzan entre ellas al azar, sin la intervención del hombre. Esto quiere decir que la proporción de las distintas versiones de sus genes se mantiene bastante estable, generación tras generación. Esto es cierto siempre que no aparezca una mutación favorable, que haga que una planta con un determinado gen tenga superioridad sobre las demás.

Desde que el ser humano descubrió la agricultura, ha trabajado contra esa reproducción al azar, seleccionando los mejores genes (aun sin saber qué era un gen) y transmitiéndolos a las siguientes generaciones. Este trabajo es muy distinto de la selección natural, y sobre todo más rápido, ya que en unas pocas generaciones se puede fijar un carácter en una población. En la naturaleza, la selección natural favorece la transmisión de genes superiores, pero en un tiempo infinitamente mayor.

Que un gen sea superior a otro depende en nuestro caso de las necesidades del cultivador, y es el criador quien decide qué rasgos quiere transmitir a la descendencia. Por tanto, el breeder se aleja de la selección natural y pasa a ejercer una tarea de selección humana, en la que no sobreviven los ejemplares mejor adaptados, sino los más demandados por el mercado.

Evidentemente, durante este proceso de selección humana la variabilidad genética de las especies, entre ellas la marihuana, ha ido disminuyendo. En el caso de algunas especies vegetales dedicadas a la alimentación, dicha variabilidad es prácticamente nula, si tenemos en cuenta las variedades disponibles a nivel comercial. Es obligación de los breeders mantener la variabilidad de la marihuana, recolectando y guardando semillas de todo el planeta, a partir de las cuales crear sus cruces.

Quizás hoy en día nos preguntemos por qué guardar esa genética, si con unos pocos clones de Critical, OG Kush, Northern Lights y Amnesia Haze se tiene un amplio abanico de variedades comerciales. Estos clones han dado lugar a multitud de polihíbridos, algunos de ellos tremendamente exitosos. Sin embargo, según mi punto de vista, eso no es crianza ni selección, simplemente polinización cruzada y ganas de hacer un buen business.

Los avances científicos en el campo de los cannabinoides y terpenos, y su relación con los usos medicinales del cannabis, nos obliga a preservar las genéticas más antiguas. Quizás el día de mañana esas plantas proporcionen un determinado principio activo que pueda servir para paliar una enfermedad, quién sabe. No debe menospreciarse lo que la naturaleza es capaz de ofrecernos, ya que sabemos que la mayoría de los medicamentos tienen su origen en principios activos presentes en algunas especies vegetales.

Las poblaciones alógamas, como el cannabis en estado natural, presentan una gran variabilidad genética. Esto permite al breeder seleccionar contra los genes desfavorables y aumentar la presencia de genes favorables en la descendencia. De esta manera, las variedades de marihuana han ido mejorando en cuanto a producción, potencia, velocidad de floración, etc.

En estado natural es frecuente la presencia de genes desfavorables, que se mantienen en las poblaciones por ser recesivos, quedando ocultos por una versión del gen más favorable a los intereses del cultivador, que al ser dominante sí se manifiesta.

Si se tuviera un determinado carácter dominado por un solo gen, con dos versiones A y a, la eficacia de la selección dependería de la dominancia de estos alelos. Si la planta con genotipo aa (recesivo) es totalmente distinguible de otra con genotipo AA y Aa (dominantes), será fácil eliminar la versión A del gen en una sola generación.

Desgraciadamente, la mayoría de las cualidades que se desean en una variedad dependen de varios genes, por lo que el proceso de selección se prolonga durante varias generaciones, hasta lograr cierta uniformidad en la descendencia. Estos caracteres son llamados poligénicos, y corresponden a expresiones fenotípicas como altura, producción, potencia, sabor, olor, etc.

Por este motivo, la crianza cannábica es una mezcla de arte y ciencia, en la que se debe estudiar la descendencia obtenida desde un punto de vista estadístico, a la par que afinando los sentidos. El breeder debe conocer bien sus plantas, en busca de esa anomalía que haga destacar un ejemplar sobre los demás, e intentar transmitir esa cualidad a la siguiente generación de semillas.

A veces, una determinada variedad se distingue de las demás por una simple mutación, como puede ser la variedad Duckfoot, con esa hoja en forma de aleta. Un caso similar es el de las variedades autoflorecientes, cuya capacidad para florecer de forma independiente del fotoperiodo depende de un solo gen recesivo.

En otras ocasiones, las cualidades se deben a una serie de terpenos que produce la planta, como puede ser el sabor a chicle de fresa de una Bubblegum. Otro carácter cuantitativo deseable es la producción, como en el caso de la variedad Matanuska Tundra. Este tipo de caracteres, llamados poligénicos, tardan más en fijarse en la descendencia.

Según el tipo de carácter que se desee transmitir, el trabajo se alargará durante más o menos generaciones. Desgraciadamente, hoy en día hay pocos bancos que puedan permitirse el lujo de dedicar varios años a desarrollar nuevas variedades, y esta tarea queda reservada a unos pocos frikis de la marihuana, que normalmente ni se ganan el pan con ello.

Para saber cómo alcanzar los objetivos deseados y tener éxito en el mercado cannábico, será necesario un trabajo de selección y crianza muy concienzudo. Pero no hay que desesperar, después de esta introducción a la crianza, en el próximo artículo enseñaremos cuál es el punto de partida para la selección en plantas a partir de variedades autóctonas.
 

arrankeddj

Gran Cogollo
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PUNTO DE MEJORA GENÉTICA


En el anterior artículos dedicados a la crianza cannábica explicamos qué eran y cómo se polinizaban las plantas alógamas, entre las que se incluye el
Cannabis sativa. En el presente artículo se explicará cuál es el punto de partida de un programa de crianza: cómo escoger la variedad o variedades con las que obtener nuevos híbridos. La constante evolución del mercado de semillas exige a los criadores aportar variedades con sabores nuevos y características apreciables para los cultivadores. Pero… ¿cómo conseguirlo?

Variedades autóctonas
En la mayoría, sino en la práctica totalidad de los casos, se tiene como punto de partida una variedad autóctona o landrace. Se da por hecho que una variedad autóctona preexistente tiene un alto grado de heterocigosis, es decir, que será poco estable. Los distintos ejemplares de una variedad autóctona, a pesar de tener algunas características comunes, suelen tener distintas alturas, tiempos de floración, producción de resina, etc.

Esto ayuda a que al menos algunas plantas puedan sobrevivir en caso de cambios en las condiciones naturales. Sin embargo, es justo lo contrario a las necesidades del cultivador de interior.

Por suerte, en varios lugares del planeta el ser humano ha cultivado el cannabis para aprovechar sus flores o bien su resina. Durante años y en ocasiones siglos, las personas han seleccionado aquellas plantas más favorables a sus propósitos, plantando las semillas de las plantas más interesantes desde un punto de vista agronómico. Esto se entiende de forma más sencilla con un par de ejemplos.
Si pensamos en los cultivos destinados a la obtención de hachís, como pueden ser los de Marruecos, resulta evidente la selección realizada por los cultivadores. Solo las plantas capaces de desarrollarse con cierta resistencia a la sequía serán susceptibles de ser seleccionadas por los cultivadores. De la misma forma, entre estas plantas resultan más interesantes aquellas que tienen un contenido en resina más elevado, pues se obtendrá una producción de hachís mayor.

Aquí ya se tiene un punto de partida interesante, plantas con cierta resistencia al estrés hídrico y con buen contenido en THC. De esta manera podemos considerar que las plantas autóctonas marroquís son relativamente estables para estos dos caracteres. En caso de cultivar en interior, el alto contenido en resina suele ser una característica deseable de una nueva variedad.
Pongamos otro ejemplo, las plantas cultivadas en el pequeño reino de Swazilandia, donde se aprovecha la inflorescencia femenina de las plantas y no solo la resina. Pues bien, estas plantas deben tener una inflorescencia cuanto más grande mejor. Al haber sido cultivadas durante varias generaciones, y seleccionando los ejemplares más productivos, las plantas presentan cierta uniformidad en cuanto a rendimiento en flores se refiere.

Estos dos ejemplos serían un buen punto de partida para el desarrollo de una nueva variedad comercial. Sin embargo, para otros caracteres distintos a los seleccionados en su lugar de origen, estas plantas pueden presentar un alto grado de heterocigosis. Estos caracteres pueden ser resistencia a alguna plaga que no se encuentre en sus lugares de origen (y sí en cultivo interior), un tiempo de floración que interese al cultivador comercial, resistencia a la sobrefertilización, o cualquier otro rasgo que podamos imaginar. Por este motivo, será necesario seleccionar los fenotipos más interesantes y fijar los caracteres de la variedad antes de desarrollar el nuevo híbrido.

Variedad artificial
En ocasiones, algunos breeders no tienen acceso a variedades autóctonas de marihuana, por lo que deben recurrir a variedades artificiales preexistentes para crear nuevos híbridos. Estas variedades artificiales pueden ser de distintos tipos, así que será interesante realizar un breve resumen de las distintas opciones disponibles:

- Híbrido entre dos variedades que tengan cualidades distintas para el cultivador final. Un ejemplo sería un cruce entre Afghani y Haze, muy extendido entre los bancos de semillas nacionales, con características interesantes que se quieren reunir en el mismo híbrido.

- Híbrido entre dos variedades con las mismas cualidades, elegidas con el mismo criterio. Es el caso de plantas con producción de cogollos muy alta, y que se quiere fijar en la descendencia. Ejemplo:Matanuska Tundra x Big Bud Elephant.

- Híbrido entre dos plantas de la misma variedad, para obtener un resultado similar a los progenitores. Ejemplo: Northern Lights x Northern Lights.

- Híbrido entre dos líneas puras. Aquí podemos poner de ejemplo las dos variedades comentadas anteriormente: Marroc x Swazi.

- Híbrido a tres vías. Este es el caso más difícil de manejar, puesto que la descendencia de este tipo de cruces suele ser muy heterogénea. Muy a pesar nuestro, este es uno de los casos más típicos con los que nos encontramos en el mercado actual de semillas.

En cualquier caso, una vez decidido cuál es el punto de partida para obtener una nueva variedad comercial de cannabis, existen básicamente dos métodos para la mejora genética:

- Selección masal. Es el método más sencillo de mejora de plantas alógamas, como el cannabis. Existen varias modalidades de selección masal, como la selección recurrente por fenotipo.

- Selección de líneas consanguíneas y entrecruzamiento. Resulta algo más laborioso, pero tiene la ventaja de poder explotar el fenómeno de la heterosis o vigor híbrido.

Existen otros métodos más avanzados para la mejora genética de plantas, sin embargo, debido a la imposibilidad de realizar cultivos a gran escala de cannabis (es ilegal), la mayoría de los bancos de semillas serios recurren a la selección masal y a la selección de líneas consanguíneas. Otros bancos de semillas ni siquiera conocen estos conceptos, y por este motivo los híbridos que ofrecen no están a la altura de las exigencias del cultivador.

El auge de las semillas feminizadas, y la enorme demanda por parte de los cultivadores, ha obligado a los bancos a ofrecer semillas sin estar del todo “trabajadas”. Sin embargo, es obligación del cliente final asegurarse de la calidad de lo que está comprando y pedir explicaciones a su banco o bancos preferidos. A no ser que le guste tirar el dinero, pues las semillas de marihuana no son lo que se dice baratas…

Con esta última reflexión me despido de los lectores hasta el próximo capítulo de la serie, en el que trataremos de explicar en qué consiste la selección masal de semillas y sus ventajas e inconvenientes. Hasta entonces, ¡saludos y muy buenos humos!
 

arrankeddj

Gran Cogollo
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Selección de líneas consanguíneas (Parte 1)

En este artículo sobre mejora genética vamos a explicar un sencillo método para obtener líneas puras, o también llamadas consanguíneas, a partir de una variedad preexistente. Este método suele aplicarse a variedades de marihuana del tipo landrace o variedades puras. Este trabajo ha sido desarrollado a lo largo de la historia sobre variedades de distintos lugares del globo, como pueden ser Marruecos, Colombia o Suazilandia.

Aunque también se pueden obtener líneas consanguíneas a partir de híbridos, resulta más interesante la obtención a partir de una variedad de cannabis autóctona o landrace. Trabajando en esa dirección, se puede obtener una genética totalmente original y propia.
Una vez conseguidas estas líneas consanguíneas propias, el breeder puede dedicarse a la producción de híbridos comerciales mediante el cruce de dos de ellas, con un éxito prácticamente asegurado. Para evaluar cuál es la mejor combinación entre las líneas se deben realizar pruebas de aptitud combinatoria, pero eso ocupará un capítulo aparte en próximos números.



Definición de línea consanguínea
Se denomina línea pura, consanguínea u homocigótica a aquella que se ha obtenido a partir de una población por autofecundación de una planta, a lo largo de varias generaciones. Cuando ya no se observa segregación de caracteres al plantar la descendencia de una línea pura autofecundada, se puede dar el trabajo por concluido.

El número de generaciones es variable, y depende en gran medida de la población de partida. De la misma manera, si un criador autofecundase de nuevo una de esas plantas, la descendencia debería ser homogénea para los caracteres con que ha trabajado el criador.

Estos caracteres a los que nos referimos suelen ser cuantitativos, como por ejemplo: altura de la planta, velocidad de floración, productividad, sabor, etc. A nivel genético, esto sucede cuando las plantas son homocigóticas, es decir, cuando tiene la misma versión de cada alelo en cada par de cromosomas implicados en la expresión de dichos caracteres.

Un trabajo que viene de lejos...
La obtención de plantas homocigóticas es habitual en otras especies de interés hortícola, como pueden ser el tomate, el pimiento o la cebolla. Estas especies se cultivan a partir de semilla y no de esqueje, al contrario de lo que suelen hacer los cultivadores de marihuana. Estos es posible gracias al trabajo de los criadores, que han cruzado las plantas entre sí durante varias generaciones y han logrado un alto grado de homocigosis.

Si algún banco de semillas estuviera en condiciones de ofrecer semillas procedentes de líneas puras, no habría necesidad de mantener plantas madre, puesto que todas las plantas tendrían prácticamente las mismas características agronómicas.

Desgraciadamente, como el cultivo de cannabis resulta ilegal en la mayoría de los países, no es posible el trabajo a gran escala, necesario para obtener líneas puras de cualidades aceptables. En el caso de la marihuana, se sigue cultivando a partir de esquejes en cuanto al cultivo a gran escala se refiere.
 
D

Deleted member 200397

Invitado
Gracias por compartirlo
Un individuo homocigotico pues es lo que mas se busca en las poblaciones de cannabis.
Aunque ya esta explicado brevemente un ser homocigotico es cuando recibe una carga doble con la misma informacion para una determinada caracteristica por parte de padre y madre y esta no tiene porque ser precisamente de un cruce endogamico o con cierto grado de consanguinidad, aunque el azaar a veces lo puede negar si partimos de ejemplares heterocigoticos pero en caso de ser asi se consigue un ser homocigotico que aun se puede retrocruzar hacia un antecesoren comun o entre el mismo y por tanto tiene aun mas valor si cabe.
 
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