Las plantas serán despojadas de las hojas grandes que queden, y se manicura con tijeras las puntas de las hojas medianas y pequeñas que sobresalgan de los cogollos y que se aprecie que no están recubiertas de glándulas de resina. Los cogollos tienen que ser tratados con sumo cuidado, evitando tocarlos con los dedos, pues reventaríamos glándulas de resina malogrando la buena conservación de esta.
Maneja la planta por el tallo al hacerle la manicura. Se puede poner a secar la planta entera ya manicurada, las ramas sueltas o los cogollos ya separados. La resina que contienen las glándulas solo se perderá si esta se rompe por un mal trato.
Pues eso, se trata de dejar los cogollos lo mas limpios posible.