En Francia, el Consejo de Análisis Económico (CAE), un organismo que asesora al Primer Ministro en su política, acaba de publicar un informe a favor de la legalización del cannabis en Francia. “Ha llegado el momento de que Francia adopte de manera pragmática y firme una política que le permita recuperar el control”, escriben los economistas Emmanuelle Auriol y Pierre-Yves Geoffard y para quienes la reforma se ha convertido en una “emergencia” nacional.
Un gran coste en todos los sentidos
El medio francés Newsweed se hacía eco de los dos asesores profesionales economistas y pertenecientes al CAE. Para ellos la prohibición promovida en Francia durante 50 años ha sido un fracaso. Y todo ellos a pesar de la gran inversión en la represión por parte del estado francés. También, por las miles y miles de horas perdidas de la policía por esta causa. Además, se suma el coste social y mil millonario, y sin los ingresos fiscales por dicha prohibición.
Sobre la legalización
Sobre este tema, el organismo asesor económico del Primer Ministro dice que llevaría a la disminución de la delincuencia organizada y a dirigir la reorientación de la acción policial. También dicen que la legalización no aumentaría necesariamente los nuevos consumidores. Si hubiese un aumento no sería expansivo sino intensivo, es decir los ya consumidores podrían consumir más, pero no aumentarían los nuevos usuarios. También dicen que bajaría el consumo adolescente, al ser mas difícil encontrar.
Las políticas legalizadoras tendrían un efecto positivo en las finanzas publicas. Estas política legalizadora sería mas ventajosa e termino financieros que la Prohibición que cuesta mas de 500 millones de euros anuales.
“El análisis económico, combinado con el estudio de experiencias extranjeras recientes, muestra que la legalización del cannabis recreativo, estrictamente regulado, permite tanto luchar contra el crimen organizado como restringir el acceso al producto para los más jóvenes y “Para desarrollar un sector económico, creando empleos e ingresos fiscales”, concluyen los economistas.
Recuperar el control
Los economistas y asesores del Primer Ministro proponen un monopolio publico regulado. Garantizar la calidad y calidad de los productos. Reorganizar y enfocar la fuerza policial en los grandes traficantes. Prohibición total a menores. Usar gran parte de los ingresos fiscales por este motivo para financiar políticas de información y prevención. Asignación de parte de estos ingresos fiscales a reintegración de los pequeños traficantes a trabajos legales e intensificar la luchas contra los grandes narcos. Y, monitorear las estadísticas de consumo para adaptarse a los desarrollos del mercado.
Erradicar el mercado ilegal y sustituirlo por el legal. Crear una industria francesa para combatir el mercado negro. Para ello sugieren primero poner precios altos para los productores y bajos para los consumidores. Posteriormente dicen “los precios podrían aumentarse una vez que se erradique el mercado ilegal”. La legalización debe conducir a una garantía de calidad para los consumidores, reducir los riesgos de salud y conducir hacia la oferta legal.
Una industria francesa del cannabis
Analizando el impacto económico de una industria francesa de cannabis recreativo se establecen tres escenarios dependiendo de la demanda. Los ingresos fiscales se estiman entre 2 y 2,800 mil millones de euros. La industria crearía entre 27.000 y 80.000 empleos y la seguridad social recaudaría entre 250 y 740 millones de euros.
El texto presentado prevé la creación de una empresa estatal que sería la única que tocaría el producto. La venta se confiaría a los estancos en virtud de un contrato de explotación con el gobierno.
Si bien los cambios políticos a menudo tienen un período de inercia, parece que ya se ha producido un cambio en el nivel de la sociedad. Las voces que apoyan la legalización están aumentando constantemente. Voces importantes de la sociedad francesa denuncian la inutilidad de las políticas actuales, como los economistas del CAE: “para luchar efectivamente contra el sector informal, las herramientas más efectivas no son la multa ni la represión de los consumidores”.
