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Haciendo hachís: pañuelo de seda, hielo o Ice-o-Lator…

12 June, 2023, 12:00 PM
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Estar haciendo hachís con un pañuelo de seda es una técnica milenaria, hacerlo con hielo o Ice lator ya es más actual, te contamos

En particular en Marruecos, sigue siendo la técnica más usada. Puede que a muchos les suene la expresión los tambores de Ketama, en referencia al sonido que producido por los productores de hachís en la región de Ketama.

Por una lado cuentan con un aro metálico o de madera, en el que sujetan un fino tamiz o paño de seda bien tenso. Sobre él ponen los cogollos, y los cubren con un plástico.

Al golpearlos con palos, además de desprender las glándulas de resina de los cogollos, producen un sonido como de un tambor.

Haciendo hachís con un pañuelo de seda es una técnica milenaria

Haciendo Hachís
Haciendo hachís

Además de ser un hachís totalmente artesanal, las extracciones en seco son las más respetuosas con el cannabis, al conservar prácticamente todos los terpenos que en otro tipo de extracciones se volatilizan. El mercado nos ofrece desde pequeños artilugios para extracciones en seco como los Hash Maker, las también conocidas como panderetas, o enormes lavadoras donde se pueden procesar varios cientos de gramos de cogollos en muy pocos minutos.

Pero si no queremos gastarnos nada o muy poco, podremos fácilmente hacer deliciosas extracciones usando materiales que puede que tengas en tu casa.

Lo más importante, es el material que usaremos para separar los tricomas de la materia vegetal. La mejor opción es un pañuelo de seda, ya que sus fibras tienden a no ceder y es un material al que no se adhieren fácilmente los tricomas.

Un buen pañuelo de seda llega a ser muy caro. Pero no será muy complicado encontrarlo por unos 3 o 4 euros en muchos bazares. La calidad lógicamente no será la misma, pero cumplirá su función.

También necesitaremos un recipiente preferiblemente circular y de unos 20 cm de diámetro. Si es de silicona de grado alimentario como algún tipo de molde, será mucho mejor.

Sino al menos que sea de plástico. Abre todas los armarios de la cocina y seguramente encuentres algo que te sirva.

Sobre el recipiente, debemos poner el pañuelo sujetándolo en los bordes con algún cordel o goma elástica. Es importante que quede lo más tenso que se pueda y que no ceda al hacer un poco de presión con la mano.

Además también tendremos que tener un plástico grueso, no queremos que algún tallito de algún cogollo lo agujeree al mínimo contacto. Alguna bolsa cortada a la mitad, o incluso entera y que sean dos capas de plástico las que protejan de los golpes que daremos.

Y para terminar, un par de palos, más bien delgados y ligeros. Un estilo a las baquetas de un tambor.

La humedad no es buena

Haciendo Hachís
Haciendo Hachís

Los cogollos que vayamos a usar, deben estar bien secos. La hierba con un alto grado de humedad y extracciones en seco no son compatibles. También es interesante triturar primero lo cogollos, y meterlos en el congelador en una bolsa durante 30-60 minutos.

Esto permite que los tricomas se endurezcan y se desprendan con mayor facilidad. Coloca los cogollos triturados sobre el pañuelo de seda (montado ya sobre el recipiente como hemos explicado), y con cuidado coloca el plástico del mismo que el pañuelo, fijándolo bien al borde del recipiente con un cordel o goma.

Con los dos palos, comienza a golpear ligeramente la hierba para que los tricomas comiencen a desprenderse de la materia vegetal y colándose a través del pañuelo de seda hasta el fondo del recipiente. Cuanto más tiempo golpeemos, más cantidad de tricomas obtendremos.

Pero llegará un punto en que la materia vegetal sea un polvillo fino que también se colará a través del pañuelo y eso no interesa.

Podemos hacer un hachís de una sola calidad, golpeando la hierba hasta que veamos que comienza a colarse materia vegetal por el pañuelo, o ir separando calidades.

Si comienzas muy suavemente y recoges la primera resina que caiga en el recipiente, obtendrás un hachís de primera calidad, con las glándulas más grandes y exteriores. Para terminar sólo tienes que retirar el plástico, la hierba y el pañuelo con cuidado para ver en el fondo del recipiente una buena cantidad de polvillo dorado.

Recógela y amásala con los dedos hasta conseguir tu objetivo.

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Y también ¿Cómo se hace el hachís al hielo o Ice-O-Lator?

Haciendo Hachís
Haciendo Hachís

Cuando el cultivador recoge la cosecha muchos optan por “procesar” los cogollos buscando derivados como puedan ser el hachís tanto en seco como con hielo, Rosin, BHO o cualquiera de las muchas variantes.

Finalmente el resultado será disfrutar de la maravilla de los tricomas de la planta, sea en un cogollo o en un concentrado. Ahora os hablamos de estar haciendo hachís extrayendo con agua y hielo, también conocido como Ice-O-Lator.

Para conocer su origen debemos remontarlos a finales del siglo XX, cuando el gran conocedor del cannabis Robert Connell Clarke, en su libro HASHISH! publicaba “El secreto de Sadu Sam”. Sadu Sam es propietario de Pollinator, fabricante holandés que dio a conocer las mallas de extracción Ice-O-Lator.

El secreto de este tipo de extracción se basa en la física. Por un lado los tricomas del cannabis tiene una base oleosa. Y por otro, la masa vegetal tiene una base acuosa.

Esto hace que sea fácil su la separación de los tricomas de la masa vegetal en agua, ya que el peso de éstos hará que se hundan mientras la materia vegetal flota. Para ello se debe tener en cuenta que con la calor los tricomas se ablandan y crean una masa pegajosa imposible de trabajar.

Haciendo hachís
Haciendo hachís

Es por ello que se usa el hielo, ya que hace que se endurezcan y se desprendan con gran facilidad. Si a ello le sumamos una ayuda manual o mecánica que agite la mezcla, prácticamente se conseguirá extraer todos los tricomas.

Las primeras mallas de extracciones con hielo no tardaron en perfeccionarse y desde hace ya muchos años apenas han sufrido variación. Ahora se pueden encontrar juegos de mallas en diferentes tamaños y son bastante simples: todas cuentan con un fondo de nylon con diferente micraje, lo que permite que los tricomas queden retenidos en cada una de las mallas según su tamaño.

Haciendo hachís
Haciendo hachís

Se puede trabajar con una sola malla, aunque lo mínimo deberían ser dos. También es necesario un cubo, en donde se introducirán las mallas. La primera malla que se introduce en el cubo siempre es la de menor micraje y la última la de mayor micraje, que suele ser de 220 micras.

A continuación se añade agua, hielo y los cogollos o restos de manicura. Conviene que éstos hayan estado en el congelados 1-2 horas antes de realizar la extracción, ya que ayudará a que los tricomas se endurezcan y desprendan más fácilmente.

Cuando la hierba se agita dentro de las mallas, todos los tricomas se soltarán de la materia vegetal y se hundirán llegando hasta las mallas. La primera malla que se encontrarán será la de 220 micras, que retendrá las impurezas y materia vegetal, pero dejará pasar todos los tricomas.

Y en todas las siguientes, quedarán retenidos los tricomas por su tamaño de mayor a menor. Es decir que en la segunda malla después de la de 220 micras, se quedarán los tricomas más grandes, mientras que los de menor tamaño se irán seleccionando en las siguientes.

Cuando terminemos, retiraremos las mallas una a una, comprobando como en su fondo se encuentra una buena cantidad de polvo dorado. Tan sólo queda escurrirlo y ponerlo a secar antes de poder trabajarlo. El resultado es un hachís único, también conocido como bubble hash por su efecto burbujeante cuando es expuesto a una llama.

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