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La Reina del Cannabis de Beverly Hills

12 January, 2015, 9:13 AM
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Cheryl Shuman, fundadora del Club de Cannabis Beverly Hills, llegó al Centro de Bienestar Holístico Perenne, un dispensario médico de marihuana en Los Ángeles, en un Ferrari California 2010 rojo, un regalo, dijo, de un amigo.

Ella había ido a buscar provisiones para una “fiesta de la mansión” de la que ella fue anfitriona la noche siguiente, uno de los eventos semirregulares que organiza con su hija, Aimee, para promover sus empresas de marihuana. Shuman, una rubia de 54 años de edad con el incansable ánimo de alguien acostumbrado a ser notado, entregó las llaves al valet del Centro con un  “Cuidado, muchachos”. Se dirigió dentro para presentar su tarjeta de identificación de marihuana médica.

“¿Me extrañaste?”, preguntó al recepcionista. Un hombre educado que parecía estar bajo la influencia de la mercancía del Centro contestó el saludo. “Siempre”, respondió, mientras salía de debajo del escritorio para llevarla a la sala de marihuana.

Shuman usa marihuana para una variedad de condiciones médicas, incluyendo la hipertensión y una masa benigna en su hígado.

Típicamente comienza cada día con un “batido depoder” de marihuana, hierba de trigo y hortalizas. Fuma la droga regularmente mediante un vaporizador y adereza su comida con ella también.

Shuman dice que su club suministra a sus 50 miembros con cosecha procedente de una granja de 68 hectáreas de marihuana en el norte de California que empezó en 2008. (Ella tiene otros mil 700 miembros de redes sociales que pueden asistir a fiestas del club, pero no probar las mercancías). Ahora, sin embargo, Shuman deseaba una variedad más amplia para su evento: una cena con “cata de cannabis” emparejado a cada plato.

Un fuerte aroma floral impregnó la sala de marihuana, dominada por tres vitrinas con luz fluorescente. Una fue equipada con una gran variedad de “comestibles”, incluyendo brownies especiales, galletas y galletas con forma de pez. Otra contiene 13 frascos pequeños, cada uno lleno con una de las variedades de marihuana disponibles ese día. La tercera tiene la línea del Club de Shuman: camisas de golf de mangas largas y cortas, ceniceros, shampoo con infusión de cáñamo y aceite de oliva, y una línea de vaporizadores.

Shuman y su amigo Sam Humeid, propietario del Centro, hablan sobre qué especies usar para la fiesta. Ex asesor financiero, Humeid se encontraba ‘pacheco’. Shuman le mostró el menú de la cena para el evento. Él se tocó la barbilla con un dedo durante unos segundos, perdido en sus pensamientos.

“Ahora estoy muy hambriento”, dijo. “Gracias, Cheryl”.

De la primera vitrina, Shuman eligió 3.5 gramos de las especies Juicy Fruit, Super Lemon Haze, Maui Wowie, Cannatonic y su favorito, Phyllis Diller, llamado así porque una vez ingerido todo parece divertido. Estudió una foto en la vitrina, vestida con un traje de pantalón florido y blandiendo una boquilla Diller. “Tengo que conseguir uno de esos para mi próxima sesión de fotos”, dijo de la boquilla.

Shuman ve poca distinción entre negocio y activismo y de hecho considera un enfoque más efectivo el primero. “Puedo estar en una esquina con una señal”, dijo. “O puedo ir a la televisión nacional y llegar a millones de personas”. Sus invitados más preciados para el evento de la noche siguiente serían los ejecutivos de FremantleMedia, la productora que llevó a los Estados Unidos las franquicias de “American Idol” y “America Got Talent”. Fremantle había concertado una alianza con el documentalista Morgan Spurlock para coproducir un reality show (título de trabajo: “Alta sociedad”) protagonizado por Shuman y Aimee. En definitiva, la capacidad de Shuman para generar publicidad no significa que ella pueda excluirse de las conversaciones de activismo.

“Cheryl Shuman siempre se vende,” Allen F. St. Pierre, director ejecutivo de Norml, me dijo.

Cuando California aprobó la primera ley médica-marihuana en 1996, el panorama legal de la marihuana había sufrido una transformación significativa. Veintidós estados y el distrito de Columbia tienen actualmente programas de marihuana médica. En 2012, Colorado y Washington se convirtieron en los primeros estados que promulgaron leyes sobre la marihuana recreativa; Alaska, Oregon y el distrito de Columbia aprobaron medidas similares en noviembre. Este cambio legal y el más amplio cultural que lo rodea pueden atribuirse, al menos en parte, a la creciente aceptación de la marihuana por mujeres.

Shuman habló de su explotación de la empresa, Cheryl Shuman Inc., como el punto de partida para iniciar una profusión de futuras empresas vinculadas a la marihuana, algunas de ellas más plausibles que otros. Habría Stiletto Stoners, una línea de ropa para los consumidores de marihuana, el vaporizador de Hautevape para las mujeres (chapado en oro, conjunto de pavé de diamantes), Cannalebrity, una revista digital sobre marihuana y celebridades; y Chamán Therapeutics. “Quiero hacer 420 centros”, dijo, utilizando un término del argot para la marihuana, “estudios de yoga 420, cafés Internet, centros de vida  asistida”. Dijo, “no hay límite a cuán grande puede ser.”

Shuman, de 53 años y madre de dos hijos, es la presidenta y fundadora del club y desde hace más de un lustro trabaja para lograr la legalización a nivel nacional de esta droga, tanto para usos medicinales como recreativos.

En 2006 le fue diagnosticado un cáncer. Aconsejada por un amigo, decidió empezar a consumir marihuana para combatir los fuertes dolores que padecía. Según asegura, eso le salvó la vida.

Su historia es similar a la de otros miembros del club, muchos de ellos mujeres, que se reúnen al menos una vez al mes en veladas en que comparten consejos y experiencias y preparan platos con ingredientes provenientes de la planta de cannabis.

Algunas sufren enfermedades crónicas debilitantes. Otras padecen ansiedad o estrés postraumático. Todas sostienen que el consumo de marihuana medicinal las ayuda a controlar los síntomas de sus dolencias y les permite tener una vida familiar normal.

La hija de Cheryl, Aimee, lo corrobora: “Cuando mi madre seguía su tratamiento contra el cáncer, era como tener a un zombi en casa. Cuando empezó la terapia con cannabis volvió a sonreír, estaba feliz. Recuperamos a nuestra madre”.
Asunto polémico
Pese a que el consumo de marihuana medicinal es legal en una veintena de estados de EU, incluyendo California (también es legal para uso recreativo en Colorado y Washington), el debate en torno a esta planta sigue siendo acalorado.

Según le explicó a BBC Igor Grant, profesor del departamento de Psiquiatría de la Universidad de California San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés), hay estudios clínicos que señalan que ciertos componentes del cannabis pueden ser efectivos como antinflamatorios y para tratar, entre otros, el dolor, la ansiedad, las náuseas y la epilepsia.

Pese a ello, Grant considera que deberían llevarse a cabo investigaciones más exhaustivas y recuerda que el consumo de marihuana medicinal debe realizarse siempre bajo estricta supervisión médica.

En California, grupos como la organización Ciudadanos en Contra de la Legalización de la Marihuana (CALM, por sus siglas en inglés), defienden que los efectos negativos que esta planta tiene sobre la salud mental de los consumidores debido a su acción psicotrópica justifican que se prohíba totalmente su uso.

Además, según señala Scott Chipman, uno de los fundadores de CALM, con el cultivo selectivo de la marihuana, en los últimos años los niveles de THC (el principal compuesto psicoactivo de la planta) se han incrementado, lo que todavía la hace más peligrosa.

Cheryl Shuman no está de acuerdo y recuerda que el cannabis también contiene sustancias que no son psicoactivas, como el cannabidiol (CBD), que se considera tiene un amplio alcance para aplicaciones médicas.
“Conversación franca”
Además de presidir el Club del Cannabis de Beverly Hills, Shuman es miembro de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Marihuana y de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis de EE.UU.

El hecho de que no sea el prototipo de consumidora de marihuana ha llamado la atención de los medios, que la han invitando a participar en numerosos debates televisivos.

Sus críticos aseguran que con su cruzada en favor del cannabis, Shuman está aprovechando sus más de dos décadas de experiencia en mundo del marketing y la publicidad para sacar un beneficio económico.

Lo cierto es que le han llegado varias ofertas para protagonizar su propio reality show junto a su hija Aimee y que tiene planeado sacar al mercado una línea de productos relacionados con el consumo de marihuana.

“Con mi trabajo quiero contribuir a que haya una conversación franca sobre la legalización de la marihuana”, asegura.

“Como mujeres de la alta sociedad queremos dar un nuevo rostro al consumo de cannabis. Las mujeres son el secreto para la legalización”.

“Igual que Pauline Sabin luchó en los años 30 del siglo pasado para acabar con la prohibición del alcohol en EU, puedo decir orgullosa que nosotras ahora estamos liderando la lucha para acabar con la prohibición del cannabis”, señala convencida.
Usos recreativos
Pese a que buena parte de su trabajo como activista se centra en la marihuana medicinal, también cree que el consumo de esta planta debería ser legalizado para usos recreativos, desafiando la idea extendida de que, además de tener efectos negativos en la salud, el cannabis puede llevar a consumir otro tipo de drogas.

“Queremos que la marihuana medicinal sea legal en todo el mundo y que, de alguna manera, también se legalice el consumo responsable para los adultos, ya que creo que el cannabis es menos dañino que el alcohol y el tabaco, por ejemplo”.

Quizás pecando de optimista, Shuman se muestra convencida de que en el año 2016 la marihuana será legal en todo EU, algo que, en su opinión, ayudará a crear miles de puestos de trabajo y a sanear las cuentas públicas.

“Estimamos que en unos años será una industria valorada en miles de millones de dólares. No hay que olvidar que el dinero que las administraciones recaudan con la venta de cannabis medicinal va a programas importantes, con los que, por ejemplo, se ayuda a las familias necesitadas y a los veteranos”.

Preguntada sobre hasta dónde piensa llegar con su batalla para acabar con el estigma que rodea el consumo de marihuana, no lo duda.

“Están viendo cómo se está escribiendo la historia. Tengo una misión y estoy aquí para dejar un legado. Voy a gritarlo a los cuatro vientos hasta que me muera”.

THE NEW YORK TIMES / THEODORE ROSS

Traducción: Jéssica de la Portilla Montaño.

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2 Responses

  1. Qué bonita la señora! … parece que para entrarle hay que tener pasta, se mueve x un barrio bien.

  2. Cannalebrity, esa si es una estupidez. Vaporizadores bañados en oro con incrustaciones de diamantes, ropa para fumadores, algunas de sus ideas son algo descabelladas. ¿Quien compraría algo así? ¿cómo beneficiaría el tener una revista sobre celebridades que fuman marihuana?

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