Un aspecto de suma importancia para el buen fin de la cosecha es un buen lavado de plantas, y es muy sencillo de hacer.
Cuando hablamos del lavado de las plantas, nos referimos por ejemplo a que los cultivadores proveen de nutrientes con nitrógeno, fósforo o potasio para una cosecha muy abundante y generosa. Estos nutrientes que ayudan a las plantas a tener una mayor producción, también pueden llegar a tener efectos perjudiciales para nuestra salud. Por eso, el lavado de la planta es un paso muy importante que debemos hacer antes de cosechar.
En las últimas dos semanas debemos regar solo con agua (flushing) con un pH equilibrado para que la planta se pueda deshacer de todos los productos químicos que ha acumulado a lo largo del cultivo. También es muy importante que el pH del agua no sea ni demasiado alto ni bajo, y así ser mas poderoso en el proceso de limpieza.
El cannabis cuando se fuma te dice si se ha hecho esta labor, si tiene un sabor más fuerte a productos químicos es que no se ha realizado este lavado, además parecerá que le cuesta más quemarse y tendría una ceniza más negra. El lavado de la planta antes de recolectar puede ser la diferencia entre una buena cosecha y otra perfecta.
También el sabor de la marihuana curada puede mejorar bastante con esta sencilla aplicación. Un buen lavado, nos acercará a un sabor lo más puro posible aumentando las posibilidades de tener un humo más suave.
El lavado también es importante porque evita la quemadura de nutrientes. Si se aprecia que las hojas de la planta cambian de color verde a marrón o amarillo, esto es un signo de una quemadura de nutrientes. Si esto ocurre se debería considerar la posibilidad del lavado la próxima vez que se riegue.
Cuando el cultivo se realiza directamente en el suelo, dos semanas antes bastarían para este lavado. Si utilizamos un cultivo hidropónico solo con cambiar el agua dos o tres días antes, y que el pH este equilibrado debería bastar. Normalmente a los dos semanas después de el lavado si se cultiva en tierra, los tricomas deberían ir cambiando a color marrón, señal de que deberíamos comenzar a cosechar.
El lavado de la planta es mucho más que regar solo con agua con un pH equilibrado. Se le debe dar toda el agua que sea posible almacenar la planta y si se utiliza una maceta, esperar que el recipiente tire el agua sobrante y echarle más.