En Seattle, estado de Washington, abrió sus puertas un mercado de marihuana recreativa, y el martes entró en vigor la legalización del uso medicinal en Nueva York. El primero se sumó a Colorado como los estados donde se permite fumarla por gusto, mientras Nueva York se integró a los 22 estados que admiten su uso médico, relacionado, entre otras cosas, con los dolores, las náuseas y la pérdida del apetito por el tratamiento del cáncer.
Y la tendencia parece ser tan irreversible, que ya crece toda una actividad económica alrededor de la hierba. Michael Elliott, director ejecutivo del Marijuana Industry Group en Colorado, contó a SEMANA que allí se ha dado “la mejor temporada de turismo en muchos años, además, hay aproximadamente 10.000 trabajos relacionados con la industria de la marihuana”. A pesar de que los opositores de la legalización sostienen que el consumo hace graves daños al coeficiente intelectual y perjudica a la niñez y la juventud, y que a nivel oficial aún impera la prohibición, es inevitable vislumbrar una política cada vez más flexible de Estados Unidos con respecto al cannabis. Fuente
