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Marihuana en Turquía

20 January, 2014, 16:00 PM
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Turquía tiene una amplia historia de uso del cannabis, que se remonta a hace miles de años, y una rica cultura relacionada con él. Sin embargo, desde principios del siglo XX, los cambios políticos han hecho que la dirección del país haya tomado medidas cada vez más decisivas para limitar y criminalizar su uso.

Historia del Cannabis en Turquía

Existen pruebas que sugieren que el cannabis se ha cultivado en Turquía desde por lo menos el año 1000 a. C. Los arqueólogos han encontrado restos de fibras de cáñamo que datan de alrededor de esta época en las ruinas de la antigua ciudad de Gordion, situado cerca de la actual Ankara.

A lo largo de gran parte del período Otomano (1299-1922), el uso del hachís estuvo aceptado y presente de manera generalizada. La secta mística Sufí del Islam utilizaba de manera especialmente entusiasta el cannabis como sacramento, y muchos salones y cafés permitían el consumo de hachís en sus locales.

El cannabis y el hachís fueron declarados ilegales en 1890; en 1925, Turquía y Egipto fueron los dos países que insistieron con más vehemencia en la inclusión del cannabis en la Convención Internacional de Ginebra para el Control de Estupefacientes, constituida por la Sociedad de Naciones. Al parecer, esto formaba parte de un movimiento más amplio que quería modernizarse y alinearse con Occidente.

El Comercio de Cannabis Hoy en Día

Turquía aún posee una población activa de cultivadores de cannabis ilegales, cuya cosecha se destina principalmente a la exportación. Gran parte de la cosecha se suele transformar en hachís antes de la venta; el hachís también se importa desde Líbano, Siria y Jordania. Turquía no es un productor importante en términos globales, pero la industria aún conserva una cierta importancia económica en zonas que son centros del cultivo.

La provincia de Diyarbakir, en el sudeste de Anatolia, es la cuna del cultivo de cannabis en Turquía, y produce hasta dos tercios de la cosecha total del país. Se cree que el cultivo está particularmente concentrado aquí debido a su suelo fértil, el clima ideal, y el terreno accidentado que dificulta que las autoridades patrullen por la zona. Dentro de la provincia de Diyarbakir, el distrito de Lice es el principal centro de cultivo—un área de tan sólo 1.026 kilometros con una población de 27.414 habitantes (2012).

Turquía alberga las consolidadas rutas de tráfico de heroína que tienen su origen en Afganistán y Pakistán, y terminan en Europa occidental y América del Norte; el hachís procedente de Pakistán y Afganistán también es objeto de tráfico a lo largo de estas rutas.

El Cannabis y la Independencia Kurda

cannabis turquia
Turquía es un punto de trasbordo importante para el hachís y la heroína procedentes de Pakistán y Afganistán (Marion Doss)

La industria del cannabis está muy politizada en Turquía. Una relativa mayoría de la población kurda considera que la provincia de Diyarbakir, y gran parte del sureste, forman parte del Kurdistán turco. Este ha sido el foco de una lucha que ha durado décadas para establecer una nación kurda independiente que también ocuparía territorio actualmente controlado por los países vecinos de Siria, Irán, Irak y Armenia.

El Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), que fue fundado en el pueblo de Fis, en el distrito de Lice en 1978, se mantiene activo en la provincia de Diyarbakir. Las autoridades turcas creen que están muy implicados en el cultivo de cannabis—cuyas ganancias son luego presuntamente utilizadas para financiar actividades terroristas en todo el Kurdistán.

Incautaciones y Erradicaciones

El PPK se enfrentó en una lucha armada de baja intensidad contra las autoridades turcas desde 1984 hasta 2013, cuando acordaron un alto el fuego y comenzaron a retirarse hacia el norte de Irak. La decisión de hacerlo facilitó en gran medida que se intensificaran en la zona las operaciones policiales que se vienen produciendo desde finales de 2012.

La policía de la provincia de Diyarbakir está erradicando activamente las plantaciones de cannabis, y las incautaciones de cannabis listo para el mercado y de hachís también han ido en aumento. En enero de 2013, una operación aérea y terrestre detectó e incautó 21 toneladas de cannabis, por valor de 40 millones de liras turcas (13,5 millones €); en mayo, un ataque semejante hizo que se produjera una sentada en protesta de los pobladores locales decididos a reivindicar las plantas que representan su medio de vida.

En junio, dos millones de plantas por valor de 60 millones de liras (20,3 millones €)—de las que se dijo que podían producir 40 toneladas de cannabis—fueron destruidas; en julio, se destruyeron plantas por valor de 250 millones de liras (84,6 millones €). Ambos erradicaciones se produjeron en el distrito de Lice. En 2013, se estima que más de 200 operaciones policiales en el sudeste de Turquía llevaron a la incautación de más de 48 millones de plantas.

Arrestos y Condenas relacionadas con el Cannabis

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Miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que controlaban el cultivo de cannabis en la provincia de Diyarbakir, entre 1984 y 2013 (James Gordon)

Los arrestos por posesión, venta y cultivo de cannabis tienen consecuencias muy duras en Turquía. La posesión, compra y venta de narcóticos incluido el cannabis se castiga con penas que van desde 4 a 10 años de prisión; la exportación de estupefacientes recibe una condena de 6 a 12 años de prisión y una multa por gramo, y la importación y producción de estupefacientes se castiga con penas que van desde 10 a 20 años de encarcelamiento.

No está claro cuáles son las tasas totales de arrestos relacionados con el cannabis en Turquía, pero se cree que están en aumento. En una sola operación en el distrito de Lice, se realizaron 516 arrestos; dado el elevado número de operaciones en la zona, las detenciones totales pueden superar holgadamente la cifra de mil para este año solamente.

Uso Cultural del Cannabis

El cannabis es popular entre el grupo demográfico formado por los jóvenes urbanos, y su uso está muy extendido; aunque el consumo flagrante puede ser castigado con dureza, normalmente no hay ninguna repercusión por fumar en la propia casa. Asimismo, la policía a menudo puede aceptar sobornos y dejar que los delincuentes se vayan sin tomar más medidas.

Entre los términos turcos para el cannabis se incluyen esrar, toz esrar (hachís), y kesh. Tradicionalmente, el consumo de cannabis estaba muy presente en todo el país, y durante el período medieval fue también una parte integral de la farmacopea herbaria de esa época. Los miembros de la secta Sufí todavía utilizan el cannabis en los ritos sacramentales en la actual Turquía; el venerado profeta Al-Khidr es una figura muy importante del sufismo, y se le ha relacionado durante mucho tiempo con el cannabis.

Comprar Cannabis en Turquía

Los precios del cannabis en Turquía varían enormemente, desde un mínimo de 1 € hasta 10 € por gramo, dependiendo de la calidad y la cantidad comprada. Se aconseja a los turistas que sean muy cautos cuando intenten encontrar cannabis. Lo ideal es acercarse a un amigo local de confianza, es el mejor medio para conseguir el cannabis por un precio razonable.

Si esto no resulta posible, se aconseja preguntar en los bares y cafeterías donde los turistas son bienvenidos; nunca es una buena idea acercarse a grupos de lugareños desconocidos ya que siempre existe el riesgo de ser detenidos, pagar precios excesivos, e incluso de sufrir un robo o violencia.

Postura Actual hacia el Cannabis

Marihuana
Desde finales de 2012, las autoridades turcas han intensificado sus esfuerzos para reducir el cultivo en la provincia de Diyarbakir

La postura hacia el cannabis está relativamente polarizada en la actual Turquía. Hay grandes sectores de la población que consideran el consumo de hachís como un pasatiempo tradicional, y una mucho más pequeña minoría—aunque considerable en algunos lugares clave—que depende de él completamente como medio de vida.

Esta minoría ha existido durante mucho más tiempo del que ha durado la disputa territorial actual—aunque ha habido conflictos étnicos esporádicos en toda la zona durante cientos de años.
El hecho de que la industria pasara a manos de miembros del PPK durante casi treinta años ha llevado a una creencia permanente entre muchos ciudadanos turcos de que el comercio de cannabis está indisolublemente unido a la delincuencia organizada y al terrorismo. Asimismo, el cannabis ha sido cada vez más demonizado por las autoridades turcas y por los medios de comunicación, consolidando la creencia de que es una droga peligrosa y desmotivante.

Es importante que se documente tanto la historia como los acontecimientos recientes en todos los países en los que se está produciendo la guerra contra las drogas – por esta razón, son fundamentales las organizaciones como Hash Marijuana & Hemp Museum en Amsterdam, ya que intentan reunir todos los datos posibles a través de distintas fuentes fidedignas con el fin de proporcionar la información más precisa, actualizada y objetiva sobre la situación actual a nivel mundial.

Por Seshata Fuente Sensi Seeds

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