Una mujer mayor de 67 años se ha convertido en un defensora inesperada del cannabis.
Después de años de dolor por una lesión en el hombro, Tamar Meyers, de 67 años, y su marido se mudaron a Arizona debido a sus leyes de marihuana medicinal.
“Ha sido un elemento de cambio para mí porque mis fuertes dolores se han reducido mucho”, dijo Meyers.
Ella ahora puede atender las faenas en su jardín, pasear en su coche de golf y tratar de jugar con un nuevo instrumento.
“Es sólo un arpa”, dijo Meyers. “Al igual que la que va a conseguir una persona cuando vaya al cielo, pero no estoy porque yo no quiero ir al cielo con un montón de cabezas huecas que piensan que están yendo.”
Meyers es una de las aproximadamente 92.000 pacientes de Arizona que consumieron más de 19 toneladas de cannabis el año pasado o bien fumando, comiendo o en caso de Meyer, vapeando.
Ella comenzó a usar la marihuana medicinal el año pasado y es una de las 645 personas de Sun City que tienen una tarjeta de marihuana médica.
Meyers ahora está tratando de difundir el mensaje de que la marihuana no es la droga que ella pensaba que era.
“Yo nunca había fumado marihuana antes y realmente no tenía ni idea que me ayudaría y estaba muy desesperada”, dijo Meyers.
Dijo que algunas personas de su edad tienen el estigma que rodea a la marihuana medicinal, pero Meyers cree que le deberían dar una oportunidad.
Meyers no sólo vaporiza la marihuana medicinal, también hace comestibles, como los brownies de marihuana medicinal.
“Me va a tomar dos horas y nunca me preocupa engordar”, dijo Meyers. “O conseguir el deseo de picar porque dos horas a partir de ahora será el momento de la cena.”
