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Situación actual de la marihuana en España, un resumen

6 March, 2015, 9:19 AM
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Aspectos generales relativos al consumo, posesión y cultivo de cannabis

España es un país descentralizado, cuya ventaja (o desventaja), según como se mire, es que dentro de unos límites, cada comunidad autónoma puede pautar a su manera la legislación relativa al cannabis. Cierto es que, existe un panorama general en el lento proceso para la legalización del cannabis que hace que parezca que  todo vaya a cámara lenta. Está claro que los gobiernos pretenden con ello ganar  tiempo suficiente para cambiar de estrategia, o bien, distraer a la sociedad para que los procedimientos terminen lo más tarde posible o, algo incluso peor: nunca.

Consumo de Cannabis
En España el cultivo de cannabis es, esencialmente, una actividad que únicamente puede ser sancionada a nivel penal si se lleva a cabo con el  fin y ánimo de traficar, quedando excluido así el cultivo de  marihuana para el autoconsumo.

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El cannabis es, con diferencia, la droga más consumida en España (Taringa)

En cuanto al uso terapéutico, éste está regulado mediante receta hospitalaria. Hay que destacar que los consumidores terapéuticos no disfrutan de ventajas especiales, ya que en España, a nivel legal, no existe distinción alguna entre el uso recreativo y el medicinal. Aún así, éste último está siendo cada vez más tolerado.

En cuanto al consumo recreativo, podría decirse que el cannabis es, con diferencia, la droga más consumida en España. Además,  de los numerosos clubs privados que han surgido en el país durante los últimos años, se fuma cannabis en público, en las calles y plazas, razón por la cual, a pesar de la ilegalidad del consumo en la vía pública, fumarse un porro mientras paseas  o sentado con un grupo de amigos es algo que suele pasar desapercibido.

Las leyes relativas al consumo de estupefacientes

Hasta hoy, el Código Penal Español (art. 368) prohíbe la venta de cannabis pero no prohíbe su consumo. Tal y como hemos comentado, la ley no distingue entre marihuana terapéutica y marihuana recreativa, sin embargo varias decisiones penales  muestran que esta distinción está siendo cada vez más valorada desde el punto de vista judicial, ya sea a la hora de dictar una sentencia o imponer alguna sanción.

De este modo, es legal la venta de semillas y también el cultivo y consumo personal de marihuana en lugares privados. De hecho, a grosso modo, el cultivo a pequeña escala no suele presentar problemas de cara a la ley pero, de vez en cuando, y según el caso, los cultivadores privados pueden llegar a sufrir redadas en su propio hogar, si hay indicios de que su plantación tiene algún fin comercial. Por ello, en caso de no poder demostrar en los tribunales que el cultivo es para consumo personal, existe la posibilidad de que se dicte una pena de prisión de entre uno y tres años.

Aunque la posesión y consumo en  lugares públicos sigue estando prohibida, la cierta flexibilidad que existe en la regulación, ha permitido precisamente la proliferación de investigaciones en el ámbito medicinal y la creación constante de clubes sociales de cannabis.

Una piedra en el camino

A finales de 2013, el Gobierno popular de Mariano Rajoy presentó el proyecto de Ley para la Protección de la Seguridad Ciudadana en el que se endurecían considerablemente las

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Mariano Rajoy, Presidente de España

sanciones a los poseedores y consumidores de cannabis en la vía pública —suprimiendo la posibilidad de sustituir las multas por un tratamiento de desintoxicación—, además de castigar con multas de entre 1.000 y 30.000 euros la plantación y cultivo de drogas «no constitutivos de delito». Araceli Manjón-Cabeza, la que fuera directora general del Plan Nacional sobre Drogas, no dudó en afirmar que  «El gobierno va a contracorriente, volviendo a concepciones de hace 40 años que han sido superadas en todos los países civilizados. Eliminar la posibilidad de acogerse a programas de desintoxicación nos equipara con países como Rusia, donde solo se concibe el consumidor como un delincuente».

Pequeñas cantidades y permisividad del consumo medicinal
Cabe destacar que la posesión o el consumo de drogas en lugares públicos va en contra de la Ley de protección de los ciudadanos, pero no se considera un delito penal, ni se imponen penas de privación de libertad. Lo habitual es que se impongan multas de alrededor de 300 euros.

Dado que todas las ciudades de España tiene algunas diferencias en términos de ley y reglamentos , es interesante saber qué sucede en todas las comunidades autónomas españolas. Cataluña y Barcelona quizás pueden mostrar algunos de los puntos más interesantes de vista en cuanto a la regulación del cannabis.

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Sativex

Sativex ya es legal

Barcelona es la única ciudad de España que cuenta con cientos de clubes sociales cannábicos donde poder consumir marihuana y Cataluña es la primera comunidad (además del País Vasco) en tomar algunas medidas para legalizar, oficialmente, el cannabis medicinal. Parece que la Consejeria de Salud de Cataluña ha dado pasos hacia adelante para regular el uso del cannabis con fines medicinales y así ayudar a los pacientes con enfermedades que causan dolor, tales como el cáncer y el SIDA, a recibir la sustancia y paliar sus dolencias. Actualmente, las personas con enfermedades tienen que ir a los clubes de cannabis para obtener y utilizar la marihuana. Por otro lado, Los enfermos de cáncer en Cataluña, por fin tendrán un aliado más de su parte y es que, Sativex, ya ha sido autorizado por el Departament de Salut.

El fármaco podrá utilizarse por todos aquellos pacientes que sufran dolores a causa de la enfermedad en sí o bien a causa del tratamiento con quimioterapia. Desde Salut afirman queSativex será recetado, en principio, a los enfermos que no respondan bien a las terapias convencionales típicamente aplicadas.

El duro trabajo de las federaciones

Desde la CatFac, federación que reúne alrededor de 30 asociaciones, afirman que a pesar de todos los logros conseguidos a nivel estatal,  hasta el momento, no ha conseguido asentarse todavía un modelo legal común en el puedan ampararse todos los actores del proceso. Además, destacan las constantes contradicciones en las que caen los gobernantes y es que, por un lado los activistas del sector llevan 20 años de buenas experiencias en la lucha por su causa, y por otro, se enfrentan día sí día también a constantes campañas prohibicionistas que pretenden echarlo todo por tierra.

El fenómeno de los clubes de cannabis no ha dejado a nadie indiferente. España ha dado un paso adelante en la industria, en el mismo momento en el que luchó por tener esa suerte de símil de coffeeshop de manera legal. El hecho es que no ha sido tan ventajoso como se pensaba. Tal y como afirmó Jaime Prats, Consejero Delegado  de la revista Cañamo, “siempre existe gente que quiere aprovechar el tirón y lucrarse a costa de todos los demás”.

Casos que han marcan precedente en diferentes puntos de España
Navarra

Muy recientemente, un juez ha absuelto al presidente de un club de Irún, que cultivaba en el municipio navarro de Azpilicueta y fue localizado por la Policía con 147 plantas, por considerar que no las destinaba al tráfico. La Representación Cannábica de Navarra valora que, con una decisión así, adoptada por primera vez en Navarra, “la Justicia va por delante de las administraciones al reconocer que el cultivo para consumo compartido no constituye delito. Como no hay tráfico de cannabis, no puede considerarse que cultivarlo para los asociados a un club de consumidores sea un delito contra la salud pública”

Canarias

La Plataforma Canarias Se Planta y Firma, integrada por asociaciones de consumidores de cannabis, ha logrado reunir hasta la fecha unas 5.000 firmas para tratar de normalizar el consumo de esta sustancia y que no solo sea considerado como algo lúdico, sino también terapéutico. El siguiente paso sería la constitución de la Federación de Asociaciones Cannábicas de Canarias, que se vendría a sumar a las que ya existen en la Comunidad de

Navarra, Madrid, País Vasco y Cataluña que, como reconocen los responsables de esta iniciativa, “llevan años de adelanto”.

Cataluña

El 29 de enero de 2015, la Comisión de Salud del Parlamento Catalán aprobó la regulación sanitaria de las asociaciones cannábicas. Lo hizo publicando en el DOGC, 17 recomendaciones dirigidas a los Ayuntamientos, de quienes dependerá, en última instancia, la regularización final de dichos clubes. Con esta normativa, elaborada bajo la supervisión de la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT), lo que se pretende es simplemente “proteger,  promover y mejorar la salud de la ciudadanía mediante una política orientada a minimizar  los daños del consumo de cannabis”.

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España cuenta en la actualidad con cientos de clubs sociales de cannabis, sobre todo en Cataluña y en el País Vasco (Nicolas Vigier)

España cuenta en la actualidad con cientos de clubs sociales de cannabis, sobre todo en Cataluña y en el País Vasco (Nicolas Vigier)
Con ello, se da cobertura legal a las exigencias básicas y se pone fin a la inseguridad jurídica en la que vivían las 400 asociaciones que existen en Cataluña. Una serie de recomendaciones que permitirán a miles de consumidores de cannabis, salir del eterno limbo en el que se encontraban.

A pesar de que, en un inicio, se esperaba que también fuesen aprobados además del consumo, el transporte y el cultivo de cannabis, el sentimiento general es de satisfacción. Cataluña ha demostrado estar a la vanguardia de la legalización y, aunque todavía queda mucho por hacer, éste es, sin lugar a dudas, un enorme paso hacia adelante.

Esperemos que la evolución de España, en general, sea siempre mirando al frente  y que, cualquier paso que se dé, esté siempre más cerca de la libertad.

Por Diana

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