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¿Cómo te afectan los comestibles?

6 December, 2016, 9:55 AM
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¿Qué efecto te hacen los comestibles? Más de uno de los que consumen cannabis por primera vez se lo ha preguntado. Y con toda la razón, porque disfrutar de este tipo de productos requiere un mínimo de comprensión de cómo se procesan.

De hecho, es importante saber qué efecto te producirá un comestible, durante cuánto tiempo, y cómo. Esta es la razón por la que estos productos siempre vienen con una etiqueta, en la que puedes encontrar advertencias (“NO TE PONGAS NERVIOSO”), indicaciones sobre el tamaño de la porción o cantidad recomendada, el tiempo de inicio y otros detalles con respecto a la composición de tu dulce y rica sorpresa.

En este artículo, te presentamos un curso básico sobre los productos comestibles de cannabis. Sigue leyendo, y ¡consume de forma responsable!

¿Cómo funcionan los comestibles?

Una pregunta más exacta sería: ¿cómo funcionan los cannabinoides? Cuando consumes cannabis, tu cuerpo lo procesa de diferentes maneras, dependiendo del método de administración que hayas elegido. Sin embargo, los efectos son bastante parecidos, aunque más o menos intensos, y más o menos duraderos.

Cuando fumas cannabis, el humo, que contiene cannabinoides como el THC, viaja directamente a tus pulmones, donde se encuentra con los millones de alvéolos que recubren sus paredes. Estos alvéolos absorben los cannabinoides y los redistribuyen en la sangre. En cuestión de segundos, viajan hasta tu cerebro, y ¡tachán! Estás medicado.

Cuando consumes un comestible, se pueden dar dos situaciones. Si los cannabinoides se liberan en forma más o menos líquida directamente en la boca, y en particular debajo de la lengua, toman la ruta directa hacia la sangre. Si tu comestible no es del tipo que se derrite en la boca, tiene que digerirse para que tu organismo lo procese. Más concretamente, tiene que llegar al intestino delgado/hígado. Una vez allí, las grasas contenidas en el comestible se descomponen y, finalmente, se envían a tu torrente sanguíneo con el fin de suministrar nutrientes, cannabinoides y demás, al resto de tu cuerpo. Dependiendo de lo que estés ingiriendo, puede tardar de 20 minutos (debajo de la lengua) a 2-3 horas (digerido) hasta que empiezas a sentirte medicado.

¿Cómo te afectan los comestibles?

(Más información sobre fumar cannabis vs. comer cannabis aquí.)

¿Cuáles son los diferentes tipos de comestibles?

¿Qué comestible es mejor para qué situación? Hay una gran diferencia entre 20 minutos y 2 horas, una diferencia que podría alegrarte o estropearte la noche o el día. Así que elige tu comestible con prudencia para tener una experiencia a tu medida.
Los “space cakes” (pastel o bizcocho con marihuana o hachís), y otros comestibles gastrointestinales puede que sean el tipo más generalizado de comestibles. Incluyen pasteles de todo tipo, pretzels, pastas, galletas, y cualquier cosa que se haya dejado en infusión/cocinado/horneado con cannabis, en lugar de recubierto con él. Este tipo de dulces ha sido apreciado por los entusiastas del cannabis durante décadas literalmente. ¿Tiene que ver con que lo facilísimo que resulta prepararlos, o con el hecho de que sus sabores saludables pueden enmascarar perfectamente un sabor a cannabis que algunos prefieren que sea más bien discreto? Independientemente de todo eso, son muy populares no sólo en la venta en establecimientos, sino también cuando se trata de un consumidor medio que elabora sus propias delicias a base de cannabis.

El proceso de digestión de estos productos lleva tanto tiempo como el que necesitaría cualquier otro alimento para digerirse. Este tiempo depende principalmente de tu metabolismo: si tienes un metabolismo rápido, puedes sentir los efectos del producto comestible ingerido tan pronto como una hora después. Si tienes un metabolismo más lento, puede que tengas que esperar de 2 a 3 horas antes de que surta los efectos deseados.

“Las piruletas de cannabis” y otros comestibles sublinguales no dispensan efectos tan inmediatos como los de la combustión, pero actúan más rápido que el tipo de comestibles antes mencionado. Se incluyen las piruletas y los productos consumidos de manera similar (como caramelos duros). La principal diferencia entre los productos comestibles sublinguales y los comestibles gastrointestinales es que los primeros liberan los cannabinoides directamente en la boca, lo que les permite llegar a la sangre a través del tejido. No existe una forma segura de garantizar que un comestible sublingual sea lo más eficaz posible. Asegurarse de que se absorbe bien debajo de la lengua es algo que se puede hacer, pero al final, la eficacia del método de administración dependerá de la técnica utilizada para introducir el cannabis en el comestible, así como su composición (las grasas, el alcohol y los emulsionantes facilitan el proceso). Al fin y al cabo, en el peor de los casos, puede que no te beneficies plenamente del método de administración sublingual elegido. Sin embargo, no te preocupes: espera unas horas para que los cannabinoides lleguen al hígado, y al final llegarás donde quieres llegar. Y para aquellos que buscan un alivio medicinal inmediato sin la posibilidad de inhalar, plantearos la posibilidad de vaporizar en su lugar.

¿Cómo te afectan los comestibles?

Hay que señalar que ciertos comestibles están destinados a ser (o resultan ser) “híbridos”. En primer lugar, liberan cannabinoides en la boca mientras los disfrutas, y cuando los tragas, toman la ruta larga hacia tu sistema digestivo. Estos son comestibles que se pueden “chupar o succionar” antes de ser ingeridos correctamente: chocolate, caramelos de tofe, bebidas, etc.

¿Qué efecto me producirá un comestible?

Un producto comestible con una potencia normal proporciona efectos que se experimentan de una manera mucho más intensa que con cualquier otro medio de disfrutar del cannabis. La intensidad de estos efectos depende, en gran medida, de cuánto cannabis contenga el comestible y en qué forma. Con el fin de obtener información óptima sobre este parámetro específico, siempre es una buena idea preguntar a tu amigo del dispensario/coffeeshop/repostero.

Sin embargo, la dosis no es lo único que está en juego. Independientemente de lo que hayas comido/bebido, y de las actividades que realices mientras estás medicado, el culpable es 11-hidroxy-THC.
De hecho, cuando el cannabinoide psicoactivo THC entra en el cuerpo humano, se metaboliza en 11-hydroxy-THC, que es mucho más potente. Además, este metabolito tiene la capacidad de entrar en el cerebro con mucha más facilidad, proporcionando al consumidor una exposición mucho más fuerte.
La tasa de conversión es especialmente alta cuando el cannabis se ingiere, mientras que un tanto intrascendente cuando se quema o se vaporiza: ¡por eso los comestibles son el número uno en el ranking de potencia!

¿Cómo te afectan los comestibles?

Aunque la gama de efectos proporcionados por el cannabis es grande y variada, los comestibles tienden a centrarse más en el cuerpo. Esto no quiere decir que no se experimenten otros efectos. Por otro lado, significa que los comestibles pueden ser perfectos para los pacientes, en especial para el dolor crónico, las náuseas o la inflamación.

Sin embargo, muchos tienden a buscar un alivio inmediato, tanto si consumen cannabis principalmente por razones medicinales como si lo hacen con fines recreativos. Con el cannabis en forma comestible, el proceso no siempre es eficaz en términos de tiempo. Pero con un mínimo de preparación, sigue siendo posible; planifícate por adelantado, y tómate tu comestible de forma consciente para conseguir el máximo efecto.

Las mejores prácticas para disfrutar de tu comestible

Los comestibles disponibles a nivel comercial, generalmente, contienen concentraciones muy altas de cannabis. Incluso para un consumidor regular, pueden resultar abrumadores cuando el proceso de consumo en sí se produce sin tener información o ningún tipo de cuidado. ¡Asegúrate de comprobar todos los elementos de esta lista antes de pasar a la acción!

  • Lee la etiqueta de tu comestible con atención

Es posible que no estés acostumbrado a leer las etiquetas de los alimentos u otros artículos que compres. En el caso de los comestibles, hacerlo es una regla general. Las etiquetas te proporcionan información sobre el tamaño de la porción o cantidad recomendada, y posiblemente sobre otros elementos como la variedad de cannabis, dosis, etc. Si te han regalado un comestible casero, pregunta a tu amigo repostero. No subestimes la potencia de una porción, incluso si eres un fumador/vapeador de cannabis con experiencia.

  • No hagas experimentos con el estómago vacío

Piensa en picar algo o incluso en comerte un buen plato antes de consumir un producto comestible. Sin embargo, evita consumir cantidades importantes de alimentos mientras esperas a que tu comestible surta sus efectos. Dependiendo de tu metabolismo, las posibles grasas añadidas podrían mejorar tu experiencia (puede que quieras tachar este punto de tu lista una vez que seas un poco más entendido en los comestibles).

  • No seas impaciente

Una vez que hayas determinado el tamaño de tu porción, consúmela y espera el tiempo recomendado antes de consumir más. Sé consciente desde el principio de que tu primera porción puede ser ineficaz, y mantente firme hasta que hayas esperado una cantidad suficiente de tiempo.

  • Espérate potencia

Consumir cannabis en forma comestible constituye una experiencia completamente diferente a la que se tiene con un porro (véase más arriba). Si eres propenso a experimentar efectos intensos cuando estás por ahí en vez de sentado tranquilamente en casa, tal vez deberías quedarte en casa, y/o rodearte de, por lo menos, una persona sobria en la que confíes.

  • Relájate

¿Por qué los consumidores regulares de cannabis dejan de experimentar la mayoría de los efectos secundarios “indeseables” de los que el cannabis puede ser responsable? Por supuesto, está la cuestión de la tolerancia, que se desarrolla con el tiempo en caso de uso frecuente. Sin embargo, algunos efectos, como la paranoia o la ansiedad, simplemente desaparecen porque, para empezar, no iban a aparecer nunca. Se produce un círculo vicioso: uno prueba el cannabis por primera vez con recelo, el miedo a lo desconocido se intensifica, al final conduce a la ansiedad y a la paranoia. Por lo tanto, si te dejas llevar por la experiencia con positividad, te relajas y recuerdas que estás rodeado de compañeros de confianza, el cannabis te ayudará a que recibas todo esto de vuelta.

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