Es que las tres últimas son de imágenes ocultas, pero no de 3D. Para ver en 3D hay que arrimar la nariz a la pantalla y, lentamente, sin desviar la vista y mirando al fondo de la imagen, observar cómo aparece la figura oculta en el fondo, porque tienen relieve. Es casi imposible ver la tercera dimensión para las personas que carecen de buena visión binocular, como por ejemplo los niños que aún tienen la vista sin formar.