La flor recien cortada, te va a pegar mucho menos, y su sabor va a ser a clorofila.
El proceso de secado es fundamental , las flores comúnmente se secan hasta llegar a un 25% de su peso fresco original ( tiene que perder un 75% de su peso en agua). Cuando están suficientemente secos para ser almacenados sin la amenaza de moho, el tallo central del cogollo se romperá fácilmente al ser doblado. El secado tiene que realizarse lentamente, sin luz y en un ambiente seco y fresco, con temperaturas de aproximadamente 18º a 22ºC, hasta llegar a un punto óptimo.
Cuando los racimos florales están secos, y envasados herméticamente, continúan con el proceso de curación.
Con un buen curado desaparece el gusto a verde desagradable y deja que las resinas y los cannabinoides terminen de madurar.
El secado, es meramente, la separación del agua de los racimos florales para poder ser fumados, pero se complementa con el curado. Cuanto más largo sea el proceso de curado, la marihuana obtendrá un mejor aroma, gusto y sicoactividad. Si el secado es demasiado rápido, el gusto a verde, quedará sellado en los tejidos y puede permanecer indefinidamente. Un racimo floral (cogollo) no muere después de ser cosechado, distintas actividades metabólicas tienen lugar durante algún tiempo, muy similares a la maduración y posterior deterioro de una fruta cualquiera. Durante este período, los cannabinoides ácidos se descarboxilan para desarrollar sus formas psicoactivas, y los terpenos se isomerizan para crear nuevos politerpenos con gustos y aromas diferentes.
El gusto y el aroma también mejoran cuando los pigmentos y clorofilas comienzan a estropearse. Cuando los racimos florales se secan lentamente, se facilita el intercambio de gases con la atmósfera exterior a través de los estomas (estructuras o agujeros, principalmente en las hojas, por donde la planta transpira ).
Saludos
Chacrero