Hola a todos, como estamos en fiestas, hay tiempo para más cosas, voy a aprovechar para contaros mi vida, así que, ya lo sabeis, leed por vuestra cuenta y riesgo, no se admiten reclamaciones.
Nací en una casa montañesa, en el Valle de Arán, una antigua casa autosuficiente, con cuadra, pajar, gallineros, etc,lo que implicaba una enorme cantidad de animales y trabajo, el río pasa por detrás de la casa, y me arrullaba cada noche al dormir, al salir de la casa, una iglesia románica con un portón lleno de figuras me saludaba cada día.
En tan bucólicas experiencias andaba yo sumido, cuando llegó el progreso,en forma de un Citroen, este era del médico que vino a sustituir a la Vespa en sus visitas a las casas del valle, había que ver y oir a aquellos pueblerinos hablando del progreso y, naturalmente, de los americanos , la palabra clave en aquel momento, era, "aerodinámico", si algo era americano casi seguro que además era aerodinámico, como los aeroplanos que empezaban a surcar los cielos con sus motores de hélice, lo cual tenía cierta lógica, donde había menos lógica era en hacer un secador de pelo o un tocadiscos, "aerodinámico", pero los hacían.
El colmo ya fue lo "atómico", hasta coches atómicos querían hacer, en serio, se hizo un prototipo, pero no andaba porque el blindaje de plomo del reactor pesaba demasiado, pero la gente creía firmemente que mañana sería atómica hasta la plancha de la ropa.
Total, que el futuro se presentaba esplendoroso, hermanado con el no menos deslumbrante progreso, si a alguien se le hubiera ocurrido opinar algo en contra, lo hubieran apedreado sin juicio.
Todo esto viene a cuento de que estas movidas no puede dirigirlas nadie, las masas se mueven en una dirección, y da igual lo que opine cada uno.
Pocos años después, los verdes prados llenos de vacas se convirtieron en estaciones de esquí, los empleos que el progreso iba a traer consistieron en trabajar dos meses de monitor de pista durante la temporada, eso para diez o doce personas, a cambio, miles de vacas, caballos, mulas y yegüas desaparecieron junto con el trabajo que eso significaba, a mí me empezaba a parecer mosqueante todo eso, pero todos parecían muy contentos, y en el año dosmil, todos ibamos a ir por ahí en coches voladores.
Pasé mi juventud peleando por causas ecológicas, me hice vegetariano, por coherencia, y no me cansaba de advertir que este plan no era sostenible, porque no lo era desde el primer día, y, como yo, muchos tuvieron que verlo, pero todos se hacían el loco y el "triunfador".
Quiero decir que, los más jóvenes, no sabéis de donde venimos ni como hemos llegado aquí, pero os lo puedo asegurar, nos han echado del paraíso, o mejor aún, lo hemos convertido en un vertedero.
Felices fiestas
Nací en una casa montañesa, en el Valle de Arán, una antigua casa autosuficiente, con cuadra, pajar, gallineros, etc,lo que implicaba una enorme cantidad de animales y trabajo, el río pasa por detrás de la casa, y me arrullaba cada noche al dormir, al salir de la casa, una iglesia románica con un portón lleno de figuras me saludaba cada día.
En tan bucólicas experiencias andaba yo sumido, cuando llegó el progreso,en forma de un Citroen, este era del médico que vino a sustituir a la Vespa en sus visitas a las casas del valle, había que ver y oir a aquellos pueblerinos hablando del progreso y, naturalmente, de los americanos , la palabra clave en aquel momento, era, "aerodinámico", si algo era americano casi seguro que además era aerodinámico, como los aeroplanos que empezaban a surcar los cielos con sus motores de hélice, lo cual tenía cierta lógica, donde había menos lógica era en hacer un secador de pelo o un tocadiscos, "aerodinámico", pero los hacían.
El colmo ya fue lo "atómico", hasta coches atómicos querían hacer, en serio, se hizo un prototipo, pero no andaba porque el blindaje de plomo del reactor pesaba demasiado, pero la gente creía firmemente que mañana sería atómica hasta la plancha de la ropa.
Total, que el futuro se presentaba esplendoroso, hermanado con el no menos deslumbrante progreso, si a alguien se le hubiera ocurrido opinar algo en contra, lo hubieran apedreado sin juicio.
Todo esto viene a cuento de que estas movidas no puede dirigirlas nadie, las masas se mueven en una dirección, y da igual lo que opine cada uno.
Pocos años después, los verdes prados llenos de vacas se convirtieron en estaciones de esquí, los empleos que el progreso iba a traer consistieron en trabajar dos meses de monitor de pista durante la temporada, eso para diez o doce personas, a cambio, miles de vacas, caballos, mulas y yegüas desaparecieron junto con el trabajo que eso significaba, a mí me empezaba a parecer mosqueante todo eso, pero todos parecían muy contentos, y en el año dosmil, todos ibamos a ir por ahí en coches voladores.
Pasé mi juventud peleando por causas ecológicas, me hice vegetariano, por coherencia, y no me cansaba de advertir que este plan no era sostenible, porque no lo era desde el primer día, y, como yo, muchos tuvieron que verlo, pero todos se hacían el loco y el "triunfador".
Quiero decir que, los más jóvenes, no sabéis de donde venimos ni como hemos llegado aquí, pero os lo puedo asegurar, nos han echado del paraíso, o mejor aún, lo hemos convertido en un vertedero.
Felices fiestas