Kadaver si fuese así yo me sentiría re-seguro al lado de un cana. Pero todos sabemos con que leyes, con que códigos, con que reglas se manejan. La cana subordinada a las leyes, a las reglas de la sociedad etc? Es una visión un poco utópica. ¿La cana para defender al ciudadano de la delincuencia? No existe falacia más grande. Vuelvo a decir: para lo único que existen es para levantar guita en la calle y manejar el crimen. Y para pegar palos claro, cuando hay que defender esta política de entrega (esta es su función primordial).
Ilustro con un fragmento de un artículo que quizá a alguno le puede resultar interesante para mostrar como funciona la delincuencia en el sistema… El que lo lea piense donde entra la cana en esto.
“Extraído de:
Michel Foucault
Las redes del poder, Revista Fahrenheit 45, Bs. As., 1993
Auditorio: Qué tipo de productividad (para el sistema, aclaro yo) pretende lograr el poder en las prisiones.
Foucault: Esa es una larga historia: el sistema de la prisión, quiero decir, de la prisión represiva, de la prisión como castigo, fue establecido tardíamente, prácticamente al final del siglo XVIII. Antes de esa fecha la prisión no era un castigo legal: se aprisionaba a las personas simplemente para retenerlas para retenerlas antes de procesarlas. Y no para castigarlas, salvo casos excepcionales. Bien, se crean las prisiones, como sistema de represión, afirmándose lo siguiente: la prisión va a ser un sistema de reeducación de los criminales. Después de una estadía en la prisión, gracias a una domesticación de tipo militar y escolar, vamos a poder transformar a un delincuente en u individuo obediente a las leyes. Se buscaba la producción de individuos obedientes.
Ahora bien, inmediatamente, en los primeros tiempos de los sistemas de las prisiones quedó en claro que ellos no producían aquel resultado sino, en verdad, su opuesto. Mientras más tiempo se pasaba en prisión menos se era reeducado y más delincuente se era. No sólo productividad nula, sino productividad negativa (Foucault aduce que todo en el sistema es productivo, de aquí la pregunta del auditorio). En consecuencia, el sistema de las prisiones debería haber desaparecido. Pero permaneció y continua, y cuando preguntamos a las personas qué podríamos colocar en vez de prisiones nadie responde.
¿Por qué las prisiones permanecieron, a pesar de la contraproductividad? Yo diré que precisamente porque de hecho producían delincuentes y la delincuencia tiene una cierta utilidad económica-política en las sociedades que conocemos. La utilidad mencionada podemos revelarla fácilmente: Cuantos más delincuentes existan más crímenes existirán, cuanto más crímenes haya más miedo tendrá la población y cuanto más miedo haya en la población más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control policial. La existencia de este peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que explica por qué en los periódicos, las radios, en la televisión, en todos los países del mundo sin ninguna excepción, se concede tanto espacio a la criminalidad como si se tratase de una novedad en cada nuevo día. Desde 1830 en todos los países del mundo se desarrollaron campañas sobre el tema del crecimiento de la delincuencia, hecho que nunca ha sido probado, pero esta supuesta presencia, esa amenaza, ese crecimiento de la delincuencia es un factor de aceptación de controles.
Pero eso no es todo, la delincuencia posee también una utilidad económica; vean la cantidad de tráficos perfectamente lucrativos e inscritos en el lucro capitalista que pasan por la delincuencia: la prostitución, todos saben que el control de la prostitución en todos los países de Europa es realizado por personas que tienen el nombre profesional de proxenetas (acá tienen el de policias remarco yo) y que son todos ellos ex delincuentes que tienen por función trabajar para circuitos económicos respetables, de personas que tienen cuantas en bancos, los lucros recaudados sobre el placer sexual. La prostitución permitió volver oneroso el placer sexual de la poblaciones y su encuadramiento permitió derivar para determinados circuitos el lucro sobre el placer sexual. El tráfico de armas, el tráfico de drogas, en suma, toda una serie de tráficos que por una u otra razón no pueden ser legalmente y directamente realizados en la sociedad, pueden serlo por la delincuencia que los asegura.
Si agregamos a esto el hecho de que la delincuencia sirve masivamente en el siglo XIX y aun en el siglo XX a toda una serie de alteraciones políticas tales como romper huelgas, infiltrar sindicatos obreros, servir de mano de obra y guarda espaldas de los jefes de partidos políticos, aun de los más o menos dignos. Aquí estoy hablando precisamente de Francia, en donde todos los partidos políticos tienen una mano de obra que varía entre colocadores de afiches hasta los aporreadotes o matones, mano de obra que está constituida por delincuentes. Así tenemos toda una serie de instituciones económicas y políticas que operan sobre la base de la delincuencia y en esta medida la prisión que fabrica un delincuente profesional posee una utilidad y una productividad.”