Saludos a todas las personas que conforman este foro.
Soy Bloto.
Tengo 32 años, vivo en la Ciudad de México. Traductor de profesión y profesor por formación. Mi especialidad es el inglés y he trabajado como intérprete traductor, traductor para una empresa coreana muy muy grande que vende teléfonos y pantallas PLASMA/LCD. También he trabajado en colegios privados así como públicos a lo largo de 6 años.
Creo que la marihuana es parte de mi estilo de vida y ha estado presente conmigo desde hace 7 años. Al principio me encontraba embriagado por la felicidad que me producía fumar y echarme a reír. Con el paso del tiempo y por las necesidades tuve que adecuar mi consumo para poder ser una persona congruente, responsable y confiable.
Nunca fue fácil para mi familia aceptar todo esto que soy. Les molestó mucho y trataron de llevarme a centros de rehabilitación para desintoxicarme. A pesar de los intentos y mi determinación con la marihuana, ambos logramos una tregua tácita en la que no se me cuestiona ni nada respecto a lo que hago cuando me encierro en mi recámara y prendo mi porro.
Llegaron a descubrir que no es una enfermedad. Pensaban que tenía alucinaciones o que me ponía a hablar solo -aunque eso lo hago desde pequeño- y que las drogas eran de lo peor.
Por mi formación académica, he llegado a convertirme en un Humanista. Soy un ávido lector de casi cualquier tipo de lectura (salvo las novelas pop de ficción y tendencias de la nueva ola para adolescentes) y para mi es importante prender un porro antes de comenzar a leer. Un porro siempre me pone en el mood correcto para sentarme un par de horas a leer, y en otros casos para traducir. Con un porro en la mano muchas cosas se pueden lograr. El único peligro de la planta es un par de risas y un buen rato.
Será un gusto compartir puntos de vista, experiencias y opiniones con otros usuarios del foro.
Soy Bloto.
Tengo 32 años, vivo en la Ciudad de México. Traductor de profesión y profesor por formación. Mi especialidad es el inglés y he trabajado como intérprete traductor, traductor para una empresa coreana muy muy grande que vende teléfonos y pantallas PLASMA/LCD. También he trabajado en colegios privados así como públicos a lo largo de 6 años.
Creo que la marihuana es parte de mi estilo de vida y ha estado presente conmigo desde hace 7 años. Al principio me encontraba embriagado por la felicidad que me producía fumar y echarme a reír. Con el paso del tiempo y por las necesidades tuve que adecuar mi consumo para poder ser una persona congruente, responsable y confiable.
Nunca fue fácil para mi familia aceptar todo esto que soy. Les molestó mucho y trataron de llevarme a centros de rehabilitación para desintoxicarme. A pesar de los intentos y mi determinación con la marihuana, ambos logramos una tregua tácita en la que no se me cuestiona ni nada respecto a lo que hago cuando me encierro en mi recámara y prendo mi porro.
Llegaron a descubrir que no es una enfermedad. Pensaban que tenía alucinaciones o que me ponía a hablar solo -aunque eso lo hago desde pequeño- y que las drogas eran de lo peor.
Por mi formación académica, he llegado a convertirme en un Humanista. Soy un ávido lector de casi cualquier tipo de lectura (salvo las novelas pop de ficción y tendencias de la nueva ola para adolescentes) y para mi es importante prender un porro antes de comenzar a leer. Un porro siempre me pone en el mood correcto para sentarme un par de horas a leer, y en otros casos para traducir. Con un porro en la mano muchas cosas se pueden lograr. El único peligro de la planta es un par de risas y un buen rato.
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