Haciendo Semillas
Un artículo de la revista YERBA
¿Experimentos? A muchos cultivadores nos gusta de cuando en cuando experimentar haciendo nuestras propias semillas, la pega está en que para esto generalmente tenemos que sacrificar cogollos y muchas veces es una razón de peso para pasar de experimentos. También existe el problema del espacio, si puedes ponerte otro sistema para tus experimentos no hay problema, pero no siempre este es el caso.
Técnicas de polinización.
Vamos a tratar de solucionar este problema exponiendo en este artículo un par de técnicas de polinización controlada que espero haga las delicias de cultivadores inquietos. Antes de empezar con las técnicas de polinización debemos tener unos conocimientos mínimos que nos garanticen un éxito parcial en cuanto a la calidad de la descendencia.
Lo primero que debemos saber es cómo seleccionar a los padres, aunque en este punto estamos muy limitados debido a los pocos ejemplares con los que podemos contar; los grandes criadores hacen grandes selecciones, las nuestras estarán muy por debajo de esto.
Para la correcta selección de los padres es necesaria una observación intensiva; centrándonos en las siguientes características ordenadas según su importancia:
0- Resistencia al hermafroditismo.
1- Vigor / Rendimiento.
2- Potencia.
3- Sabor.
4- Rapidez de floración.
5- Producción de resina.
6- Estatura.
7- Olor.
8- Estructura floral.
9- Color floral.
Estas característica son perfectamente observables en las hembras, y parcialmente en los machos, ( solo la 1, la 2, la 7 y la 5 ) pese a que estos las trasmiten a la descendencia, el mejor modo de seleccionar machos es cruzarlos y observar las características en la hembras de la descendencia, pero esto una vez más queda reservado a los criadores expertos por la cantidad de trabajo y de plantas que necesitamos.
Aparte el orden de importancia es a rasgos generales, tus preferencias pueden variar; por ejemplo, si cultivas en exterior y vives en el sur de España debido a su clima suave puede resultarte más interesante que tus plantas estén cargadas de resina aunque acaben la floración en noviembre; sin embargo, si eres del norte quizá tus prioridades se centren más en la rapidez que en el sabor.
Variedades estables
Otro factor importante es el de la estabilidad de la descendencia; tus variedades serán más estables cuanto más estables sean sus padres, las variedades puras son más estables y tienen la capacidad de transmitir esta estabilidad a su descendencia; así un cruce Skunk por Afgana será mucho más estable que un cruce Jack Herer por Big Bud.
Una vez sentadas estas bases ( a grandes rasgos, eso sí ) hablaremos de un par de técnicas de polinización controlada.
El primer paso para cualquiera de las dos técnicas es disponer de un pequeño espacio separado donde colocar al macho con un fotoperíodo de 12/12, no hace falta que os lo curreis demasiado, si es la época adecuada sacadlo al exterior ( de septiembre a febrero ) si no un armarito cualquiera sirve ( mejor si está en otra habitación ) y con uno o dos fluorescentes tendrá bastante nuestro macho. Colócalo bajo estas condiciones de dos a tres semanas antes de pasar las hembras que vayas a polinizar a floración y te asegurarás un suministro suficiente de polen.
La primera de estas técnicas es una que quizá muchos de vosotros ya conozcáis, es bastante sencilla aunque en mi opinión no muy fiable. Consiste en recoger el polen del macho mediante bolsas de papel, envolviendo las flores desarrolladas y agitando un poco o abriéndolas y colocándoselas al rededor del tallo ( como la especie de pantalla de lámpara que les ponen a los perros operados ) para recoger el polen a medida que caiga. Con la bolsa que contiene las partículas de polen cubriremos un cogollo pequeño de la parte baja de la hembra que deseemos polinizar; hay que ser muy cuidadoso en esta operación, un fallo puede convertir una cosecha de sinsemilla en algo que ni por asomo merezca ese nombre. Una vez cubierto el cogollo ataremos la boca de la bolsa a la rama, un poco de cinta aislante es lo más seguro, agitamos un poco y lo dejamos reposar un rato.
Hecho esto sacamos la bolsa con mucho cuidado y si no vamos a utilizar el polen sobrante lo sumergiremos en agua para inutilizarlo. En el paso de sacar la bolsa es donde más riesgos se corren, lo mejor es desde el principio sacar la planta que vayamos a polinizar fuera del sistema de cultivo.
La segunda técnica me gusta más, consiste en jugar con el tiempo, una vez tenemos al macho desarrollado y en pleno apogeo lo colocaremos con las hembras, que con un poco de suerte serán esquejes con preflores en cada nudo y pondremos estas al fotoperíodo 12/12. La intención es polinizar las primeras flores, así que la orgía multitudinaria no puede durar más de una semana si queréis sacar algo a lo que se le pueda llamar sinsemilla. Se puede colaborar en la polinización colocando un ventilador junto al macho o agitándolo de cuando en cuando sobre las hembras.Una vez sacado el macho del harén ( es posible que se resista, yo también lo haría ) debemos limpiar concienzudamente para eliminar todos los restos de polen que podrían estropear la cosecha; lo mejor es pulverizar a saco sobre las plantas y el entorno, ojo con los aparatos eléctricos. No hace falta que inundes el cuarto, con humedecer bien todos los lugares donde el polen podría haber aterrizado basta; tampoco recojas inmediatamente el agua, deja un rato que se evapore y aumente la humedad ambiental del cuarto.
Conviene repetir esto al cabo de dos o tres días.
Hay que tener en cuenta que diferentes variedades tienen diferentes cantidades de preflores, con algunas bastarán una o dos plantas para conseguir una buena cantidad de semillas, con otras te hará falta usar todas las de tu plantación. Recuerda también que, si quieres ver los resultados de tu polinización, es interesante repartir semillas a tus colegas, cuanto mayor sea el número de plantas cultivadas mejor podrás comprobar las caracteristicas y la estabilidad del híbrido.
Utilizando esta técnica es normal sacar de 10 a 30 semillas por planta, sin perjudicar a tus cogollos de calidad suprema.
Una vez recogidas las semillas consérvalas en lugar fresco y seco, un bote hermético, un poco de gel de sílice, y a la parte de las verduras del frigorífico son lo ideal; eso sí, las semillas dentro de una bolsita, no permitas que entren en contacto con el gel.
Tened en cuenta que debido a las limitaciones a la hora de la selección de los padres por lo general estas semillas no serán de tanta calidad como las de los bancos profesionales, por lo que recomiendo emplearlas si necesitamos muchas y no nos importa una merma en la calidad, como por ejemplo si vamos a plantar guerrilla, para el interior se pueden usar si plantamos muchas con el fin de seleccionar una buena madre; si cultivamos pocas plantas en exterior no es lo más recomendable, puesto que cuidad una planta tanto tiempo para que la calidad a lo mejor no sea la deseada es cuando menos una gran putada.
Un artículo de la revista YERBA nº 8