Todos los pegues son diferentes y controlarlos es un arte.
A veces suceden pegues extraordinarios con efectos mas grossos.
Todos construimos un personaje para adaptarnos
al medio siguiendo nuestro instinto de sobrevivencia
que hace que primero nos identifiquemos con nuestros padres,
luego con nosotros mismos.
Ese nosotros mismos es un producto perceptual construido
a medida para sobrevivir optimamente, lo mejor posible.
Es realmente útil, y aquellos que no logran hacerlo no
pueden vivir libremente en sociedad, dependen de otros.
Este personaje no es mental, la mente lo puede identificar
y hablar de él como si fuera ella misma, pero en realidad
está compuesto por el conjunto de experiencias físicas,
emocionales, mentales, sus relaciones y la manera que
elegiste para manifestarla.
Esta construcción perceptual de un yo con el cual se está
identificado, es una capacidad o una cualidad muy útil,
pero llevarla al grado de "creencia", de que eso es lo que vos sos,
es lo que provoca reacciones y efectos psíquicos negativos,
porque si bien la mayoría de las tretas que hacemos
en el show de la presentación de nuestro yo,
las empleamos bien y se disimulan bastante,
cuando nuestro único y querido yo se encuentra con que le
cambió la percepción del mundo y éste se vuelve inmediato y amenazante,
empieza a hacer las mismas cosas de siempre, tretas, berrinches,
huiditas, pero no las puede sostener, porque la
velocidad es otra y en realidad el mundo no tiene tiempo
ni ganas de atender a tu showcito de presentación del yo,
de repente no logra enganchar muy bien en la realidad,
se aterroriza, y cha cha cha chan:
paranoia,
a la que ahora le llaman con el eufemismo de ataque de pánico,
como si fuera cayó granizo.
Respira profundo, y observa, eso que vez es siempre
así, inmediato y efímero, solo que te acostumbraste a
percibirlo, y con la costumbre empiezas a dar al mundo por hecho,
cada vez mas fijo a tus propios pensamientos y a
estímulos repetitivos y monótonos elegidos por éstos,
como las pantallas que pasamos horas mirando.
Si logras centrarte y estabilizarte puedes sostenerte
y de ahí empezar a tomar decisiones basadas en la realidad
y no en tus miedos o en tus creencias.
Te centras y estabilizas con técnicas de respiración y
enfocándote en tu cuerpo, en el hara o en el corazón
o donde sientas que te hace mas sólido.
Consumiste this shit, algun pegue iba a tener ¿no?
¿Te asustaste y saliste a gritar lo malo de la drrroga?
El camino honesto es reconocer el miedo, mirarlo a los ojos,
y traspasarlo.
O no.
Tú decisión, no habrá mas culpables ni peligros como no sea tu mismo.
Y si por una de esas, tienes el coraje suficiente para
encarar, veras todo distinto y desde un lugar mas abarcante
e inmediato, sin tener necesidad de juzgar o tomar partido
por nada, porque tu presencia ya alcanza para ser.
Claro, si te asustas demasiado y caes en la asistencia
pidiendo auxilio,
quizás te tengas merecido el tratamiento que te hagan,
aunque no todo está perdido, se puede mezclar con grappa.
Si los que hacen las leyes y diseñan las estrategias en
adicciones supieran estas cosas no habría problema para legislar sensatamente.
Pero como también están identificados con la idea que
tienen de sí mismos, no pueden tratar este tipo de alteraciones,
que amenaza su mundo y sus creencias y
confunden velocidad de la percepción con patologías mentales
como esquizofrenia.
En el mismo protocolo del tratamiento infunden miedos al paciente
al que etiquetan para poder hacer un informe y si en ese
informe figura la palabra esquizofrenia o cualquiera de estos cucos,
olvidate, tu autonomía social y jurídica peligra, y cualquier juez te
puede declarar incapaz.
Y la versión oficial que sufres en la sociedad por culpa
de estos giles, excluye la experiencia y opinión de los únicos
que tienen una: los que curten, aprenden a curtir y hacen
de explorar la percepción un arte y una pasión.