Yo no he visto un multitest de ésos más que en internet, así que no tengo ni idea de cómo funcionan. Lo que sí leí hace años es que el THC permanece en los tejidos grasos hasta 4 meses si eres consumidor habitual y en sangre dura unas cuatro semanas (28/30 días).
La cuestión de fondo es la de siempre: el planteamiento entre la libertad del individuo y el poder que sobre el puede ejercer el Estado. Los partidos políticos partidarios del "mucho Estado, poco individuo", es decir, los del ámbito socialista (prácticamente todos los partidos que acaban en "ista": socialista, comunista, nacionalista, fascista, nacionalsocialista...) abogan por pura tendencia a anular los derechos del individuo basándose en la soflama de "salud pública", "bien común", "solidaridad colectiva", "seguridad ciudadana", etc. No hace muchos años, gobernando España el partido socialista, saltó la alarma: quería imponerse por algunos defensores de la "salud pública" y de la "seguridad del tráfico" la imposición de somer al conductor a un análisis obligatorio de sangre. No llegó a prosperar la moción pero sí prosperó el sustitutivo: no sólo el ciudadano deberá expirar el aire (la negativa a hacerlo presupone automáticamente la comisión del delito, la detención del conductor por la fuerza actuante y la paralización del vehículo, aunque no haya bebido ni una gota de alcohol), bajo pena de delito de desobediencia, sino que se amenaza ahora con los multitest (escupa aquí, orine allá, bájese las bragas, déjese follar).
Y, lo mejor de todo, es que los ciudadanos siguen votando en gran parte al "ista", parece que el masoquismo les pone a muchos. Lo peor es que no sólo sucede en España. Lo dicho: en pocos años llevaremos un chip multifunción en la médula impuesto por el Estado "ista".
No tengo las cifras de multas por canabis en años anteriores, pero, me temo, igual hasta les sale rentable porque la multa mínima es de 301 €, cuando no salía rentable era con la ley anterior a la Ley Corcuera (antes de 1992), porque la Ley de Peligrosidad Social (Franco era muy malo) se otorgaba al fumeta directamente la posibilidad de tener abogado y procurador de oficio y se incoaba un expediente judicial (diligencias previas) que terminaba en sentencia absolutoria o condenatoria, salvo archivo anterior. Para quien piense que la ley franquista condenaba a los consumidores, pues no, tampoco condenaba y, sinceramente, se podía fumar en la calle igual o mejor que ahora, seguramente mejor porque han aumentado los controles y las sanciones desde 1970 hata los tiempos actuales, es decir: vamos a peor, en todas las naciones y con todos los gobiernos.
La legislación internacional sobre estupefacientes (Convención de Viena de 20/12/1988), cuya ratificación por España data de 30/7/1990, en su artículo 14 dice:
Cada una de las Partes adoptará medidas adecuadas para evitar el cultivo ilícito de las plantas que contengan estupefacientes o sustancias sicotrópicas, tales como las plantas de adormidera, los arbustos de coca y las plantas de cannabis, así como para erradicar aquellas que se cultiven ilícitamente en su territorio. Las medidas que se adopten deberán respetar los derechos humanos fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la evidencia histórica, así como la protección del medio ambiente.