¿Se puede ser gordito?

zarbel

Cogollito
25 Agosto 2004
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Près de la France
www.erowid.org
La ministra de Sanidad y consumo, Elena Salgado, y el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, presentaron ayer el programa Perseo, un plan piloto en el que participarán 12.000 niños de seis a diez años de 64 centros escolares.
Las autonomías con más obesos. En concreto, se escogerán 10 centros de cada región y dos en el caso de Ceuta y Melilla. Los colegios serán seleccionados en las seis comunidades autónomas con mayor índice de obesidad infantil: Canarias, Andalucía, Murcia, Castilla y León, Galicia y Extremadura, además de las ciudades autónomas.
Salgado, que presentó el proyecto después de una reunión con los consejeros de Salud de las autonomías que participarán, aseguró que habrá «actuaciones específicas para niños con sobrepeso y sus familias». A partir de enero del año que viene «comenzará la intervención directa sobre los escolares y sus familiares». Estas actuaciones empezarán con la visita a los centros de personal sanitario, que se encargará de medir y pesar a los escolares para detectar obesidad o sobrepeso. Los niños con problemas de peso seleccionados en la evaluación pasarán al formar parte del programa.
Antes de eso, en el primer trimestre del próximo curso, un equipo de expertos en Pedagogía y Nutrición elaborará el material educativo (folletos, libros, etc.) e impartirá cursos de formación a los profesores de las escuelas, con especial atención a los de Educación Física y a los cuidadores del comedor de la escuela. Será la primera fase del proyecto.
Los alumnos, por su parte, tendrán que quedarse después de clase o en los recreos a recibir charlas y participar en actividades destinadas a formarles en hábitos alimentarios sanos. Los profesionales también trabajarán con las familias de los niños seleccionados, y les impartirán lecciones de nutrición. Unas «recomendaciones nutricionales sencillas» para los padres sobre los alimentos más adecuados. También instarán a los familiares a incrementar la actividad física de los pequeños. Durante el proceso, los sanitarios realizarán un seguimiento de la evolución de los menores seleccionados y, al final evaluarán los resultados. Si son buenos, el proyecto, que está financiado con un millón de euros, se trasladará al resto de las autonomías.
Segregación. En el comedor del colegio las cosas tampoco serán iguales para los alumnos participantes en el programa. Aunque falta concretar, Sanidad, Educación y las autonomías decidirán en los próximos meses cómo se cambirán los menús de los niños con problemas de peso y las comidas «se adecuarán», en palabras de la ministra. Así que los alumnos más gorditos no comerán lo mismo que el resto.
Preguntada sobre si todas estas medidas supondrán un estigma añadido a los pequeños con obesidad y sobrepeso, Salgado respondió que «no se puede caer en la inacción» por no querer acomplejar a los niños. Así que todos estarán a dieta y recibirán charlas todo el curso.
Al final del programa, Sanidad espera que los alumnos de los primeros cursos de primaria hayan aprendido a distribuir adecuadamente la ingesta de alimentos a lo largo del día, y reducir el porcentaje de escolares que evitan el desayuno. También quiere que los niños disminuyan el consumo de grasas no saludables y azúcares, aumenten el consumo diario de frutas y verduras, pidan agua en lugar de refrescos a la hora de comer y cambien la televisión y los videojuegos por la práctica habitual de ejercicio físico.
De este modo, el Ministerio pretende revertir la «tendencia ascendente» del exceso de peso.
Aunque las medidas tomadas por Sanidad y Educación supondrán un cambio para los niños con problemas de sobrepeso que participen en el programa, ni se acercan a las prohibiciones que han impuesto otros países para atajar la obesidad infantil. Además de vetar las chocolatinas y los refrescos, los comedores británicos servirán, a partir del próximo mes de septiembre, pescado azul y carne de calidad, además de un mínimo de dos raciones de fruta o verdura en cada almuerzo. Los alumnos, además, no podrán comer fritos más de una vez por semana. El total, el Gobierno del Reino Unido invertirá 330 millones de euros en mejorar las comidas escolares y poner en marcha otras medidas.
«Compromisos de empresas». En España, los comedores de los colegios los gestionan las comunidades autónomas, luego no hay ninguna norma común al respecto. En cuanto al presupuesto, la estrategia NAOS empezó a funcionar sin ninguno, puesto que se basa en «compromisos» de empresas. El programa Perseo es el primero dotado con un montante específico: un millón de euros. Otros Gobiernos han preferido no dejar las cosas en manos de la buena voluntad de los empresarios. Francia directamente ha optado por prohibir todas las máquinas expendedoras.
Además, todos los envoltorios y mensajes publicitarios de bebidas azucaradas y comida rica en grasas no saludables deben informar de que el producto es perjudicial para la salud, de la misma manera que las cajetillas de tabaco. Si el fabricante no incluye este mensaje, paga una multa equivalente al 1,5 por ciento de sus gastos en publicidad. En nuestro país, en cambio, las empresas han «impulsado» un «código de autorregulación» de la publicidad dirigida a menores.
Algo parecido ocurre en Estados Unidos, donde las tres principales compañías de refrescos han llegado a un acuerdo para dejar de vender bebidas azucaradas en las escuelas y tener disponibles sólo bebidas nutritivas o bajas en calorías, además de reducir el tamaño de los refrescos. En España sólo Coca-cola se ha mostrado dispuesta, hasta ahora, a llevar a cabo medidas similares.
 
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